Antes, las empresas publicaban y promocionaban las ofertas de empleo y los candidatos se inscribían. También bombardeaban a los candidatos con anuncios de empleo. No se trataba del proceso más sencillo para los candidatos, pero era la única manera que existía. Ahora, todo esto ha cambiado drásticamente. Ahora, quien busca empleo tiene más poder de elección y control que nunca.

Es evidente que la relación entre empresa y candidato ha cambiado mucho. Ahora, quien busca empleo investiga sobre las empresas antes de inscribirse en las ofertas. Antes de decidirse a trabajar en una empresa, los candidatos quieren conocer la cultura de la organización, sus valores y misión. De hecho, según CareerBuilder, el 73% de los candidatos empieza su búsqueda de empleo en Google.

Actualmente, las empresas deben adaptarse a la actual situación del mercado, que ahora está dirigida por el candidato, y hay que hacerlo a través de una forma diferente e innovadora, que permita desarrollar el proceso de recruiting para centrarlo en él, en el futuro empleado.

Se trata, en definitiva, de atraer al talento más adecuado y de ser capaces de contratarlo en el menor tiempo posible.

Poner el foco en el candidato

Inbound recruiting es una innovadora metodología de reclutamiento centrada en el candidato, que ayuda a las empresas a atraer el talento adecuado, ya sea pasivo o activo, a enamorarlo durante todo el proceso de selección y a contratarlo de forma más rápida.

El reclutamiento tradicional siempre se ha caracterizado por la urgencia. Históricamente, las empresas se han preocupado de conseguir gran volumen de candidatos para cubrir las ofertas que tenían activas en un momento determinado.

En  esencia, se trataba de publicar las ofertas en el máximo de portales y rezar para que hubiera algún candidato bueno, o contactar en frío con aquellos que creíamos más convenientes para cubrir el puesto. Evidentemente, estas estrategias cada vez suponen más tiempo, esfuerzo y recursos para conseguir los mejores candidatos.

En el contexto actual, las empresas que están revolucionando el reclutamiento ya no se conforman con sentarse a esperar a que el candidato ideal llame a la puerta. Se han dado cuenta de que hay una forma mucho más efectiva de hacerlo: dejar de perseguir al talento y empezar a atraerlo. Precisamente es esto lo que persigue inbound recruiting.

Esta metodología se divide en cuatro fases (figura 1) y a través de ellas se confirma el recorrido por el que pasarán los candidatos: desde el momento inicial, en el que son desconocidos para las empresas, hasta que se inscriben en las ofertas de empleo y, finalmente, se convierten en trabajadores y promotores.

En cada una de estas fases, las empresas necesitarán de unas herramientas determinadas que les permitirán poner en marcha los engranajes que propone la metodología.

Por un lado, en la fase de atracción es esencial disponer de una página de empleo, así como de redes sociales para dar a conocer su marca empleadora y atraer tráfico a su web.

En la segunda fase, la idea es convertir esas visitas en candidatos. Para ello necesitarán unas ofertas de empleo atractivas, así como formularios de inscripción rápidos y adaptados a los dispositivos móviles.

Una vez inscritos, y gracias a un software de reclutamiento de gestión de candidatos (talent relationship manager), correos automatizados y una base de talento efectiva, no perderán la oportunidad de contratar al mejor candidato; y lo harán más rápido que nunca.

Por último, si han cuidado la experiencia del candidato durante todo el proceso de selección conseguirán enamorarlo, tanto si ha sido contratado como si no, convirtiéndolo en un embajador de su marca empleadora.

FIGURA 1. Fases en las que se divide la metodología inbound recruiting. Fuente: TALENT CLUE.

Beneficios

Las ventajas de implementar esta metodología de reclutamiento en cualquier tipo de organización son muy evidentes.

  • Ahorro en portales de pago: implementar el reclutamiento inbound permite a las compañías dejar de depender de los portales de empleo de pago y sacar el máximo partido a sus canales propios. En consecuencia, disminuirá el coste por contratación.
  • Los candidatos son los adecuados a su cultura de empresa y a sus ofertas. Si dan a conocer su empresa y su empleados tal y como son, los candidatos conocerán la cultura de empresa rápidamente y sabrán si encajan o no en ella, antes incluso de inscribirse en las ofertas.
  • El tiempo de contratación se ve reducido a menos de la mitad. Encontrar al candidato ideal para un puesto en muy poco tiempo es el sueño de cualquier reclutador. Gracias a las herramientas de gestión de talento y automatización, las empresas podrán ir más rápido en sus procesos de selección.
  • La experiencia del candidato es excelente. Una experiencia de candidato positiva se traduce en más y más candidatos, ya que el modo en que las empresas tratan a sus candidatos determina lo que piensan y dicen de ellas. Al poner al candidato en el centro, hablarán bien de ella a sus amigos y compañeros, gracias a lo cual la empresa conseguirá más candidatos.

Resultados

Desde Talent Clue nos hemos decantado por la metodología inbound recruiting a la hora de utilizarla en nuestros procesos de selección. La razón es clara: creemos firmemente que esta es la estrategia definitiva para atraer al mejor talento a las organizaciones. De hecho, en solo tres meses hemos conseguido unos números que corroboran su eficacia.

Por dar algunas cifras, hemos conseguido más
de 3 400 candidatos inscritos a nuestras ofertas de empleo, y más de la mitad lo han hecho a través de nuestros propios canales. Un 52% proviene de la página de empleo y un 22% de las redes sociales.

Además, el 92% de los candidatos inscritos encajaba a la perfección en cuanto al perfil que buscábamos. Esto se traduce en una ratio de calidad y adecuación realmente alta. Por último, de todos los candidatos contactados, el 79% insistió en permanecer en la base de datos para estar al día de nuevas vacantes. 

METODOLOGÍA INBOUND RECRUITING