Empresa 2020

Sistemas operativos cognitivos y creatividad

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Según PricewaterhouseCoopers, el 65% de los CEO confiesan que la innovación/creatividad es su prioridad en sus negocios (2016). Accenture dice que el 55% de los líderes confiesan que pierden muchas oportunidades de innovación y, peor aún, hasta el 66% revelan no tener estrategia de innovación (2017). Pero si hablamos de una estrategia de creatividad, solo encuentras estudios, artículos y otros contenidos relacionados con el marketing. ¿Y las demás áreas de la empresa?

No sé tú…, pero yo estoy asustado por la falta de visión del ser humano para empoderarse a sí mismo. Robotización, automatización, IA, IoT, big data, cloud… ya están cambiando el mundo empresarial, laboral y económico. Como lo hizo la energía de vapor cuando sustituyó a la muscular, o la eléctrica cuando reemplazó a la de vapor. Ahora le toca a la energía cerebral, que será sustituida o complementada por energía tecnológica.

Ahora, como profesional y como empresa, toca dar un paso más allá. Enfrentarse a legiones de robots que harán más y mejor los trabajos que hacemos nosotros. ¿Y qué fórmula usar para seguir siendo “queridos” por el mercado como seres humanos?: convertir al hombre en un valor añadido que marque la diferencia. A eso se le llama creatividad y, déjame que te diga, también, humanidad.

Se trata de convertir al hombre en un valor añadido que marque la diferencia

Ya nos avisó William Duggan en Strategic Intuition, donde explica cómo incluir el proceso humano de creatividad en la empresa: “Descomponer un problema en partes y buscar ejemplos para crear una nueva idea que resuelva el problema”. De eso ya hace diez años.

Excepciones como Google y Netflix confirman que podemos, siempre que queramos. Pero la realidad es que no todas las empresas tienen músculo financiero, ni visión, como estas compañías.  Sin embargo, la tecnología, puede ayudarnos a democratizar la inclusión de estrategias de creatividad e innovación en nuestras empresas y permitir que los trabajadores humanos sean, de nuevo, lo más valioso.

Para eso, el humano debe dejar de recibir, interpretar y procesar datos que entran, para luego generar más datos que salen de la empresa. ¿Por qué? Por dos motivos:

Los puestos de trabajo están diseñados para procesar, no para pensar. Y por eso los CEO y CIO han de empezar a pensar en crear puestos de trabajo con sistemas operativos capaces de aglutinar toda la información que un ser humano necesita para poder hacer que su mente cree/innove. Esos sistemas operativos, capaces de trabajar con tecnologías varias (IA, IoT, big data, BI, robótica…) tienen una única misión: ofrecer conocimiento sobre los datos analizados. Con este conocimiento, el hombre podrá hacer que su mente aplique esa creatividad y cree verdadero valor añadido. Cree sabiduría de empresa como factor diferenciador en su mercado.

Nos hemos equivocado con STEM (science, technology, engineering and math). En realidad, es STHEM (H de humanism). Hace dos o tres décadas creímos erróneamente que, siendo tecnólogos, dominaríamos la tecnología. En realidad, solo siendo humanos (creatividad incluida) podremos dominar la tecnología. El proyecto Oxygen de Google (2013) demostró que STEM era la última de las cualidades que convertían a sus empleados en empleados estrellas. Por delante estaba ser un buen coach, saber comunicar y escuchar, tener visión y empatía, colaborar, el pensamiento crítico y las capacidades de resolver problemas y gestionar/conectar ideas complejas. ¿No te suena todo a muy humano, a muy creativo/innovador?