La nube híbrida ha llegado para quedarse. Cada vez un mayor número de empresas apuesta por este modelo, saltando de un paradigma de adquisición de infraestructura a otro en el que esta se concibe como una solución y se paga en función de su consumo. HPE fue una de las compañías que con mayor antelación detectaron esta tendencia. Para profundizar en su uso hemos hablado con Emilio Cabezas, responsable de Ventas en España de HPE GreenLake.
La infraestructura como servicio (IaaS, por sus siglas en inglés) está ganado terreno a pasos agigantados. Tanto es así que es uno de los impulsores del gasto en la nube en España, cuyas proyecciones se disparan hasta los 2 800 millones de euros para 2023. Así lo pone de manifiesto uno de los últimos informes realizados por IDC Research España, que asegura que la IaaS, junto con la PaaS (plataforma como servicio) son los mercados que mayores crecimientos experimentarán, rondando el 30%.
En este contexto, HPE ya lleva tiempo apostando por la nube híbrida, asumiendo que no solo es la realidad presente, sino también la futura. Hasta el punto de que las previsiones de la multinacional pasan por que en 2024 el 90% de las grandes compañías se inclinará más por tecnologías y herramientas multicloud o híbridas. Así las cosas, y con la firme convicción de que la nube no ha de limitarse a un modelo, sino que ha de vivirse como una experiencia, HPE llega al mercado con su propuesta GreenLake.
Su responsable de Ventas en España, Emilio Cabezas, nos lo recuerda: “Fuimos pioneros en la nube híbrida hace ya una década y nuestro modelo está muy maduro”. Así es como, a partir de la oferta de HPE Flexible Capacity de hace un par de años, se ha dado un paso adelante creando GreenLake.

Tal y como explica Cabezas, esta evolución de Flexible IT Capacity avanza en el modelo as-a-service, combinando todas las ventajas del mundo cloud con las del on-premise, con la posibilidad de complementarlo con la nube pública. Desde su punto de vista, “permite cumplir con la expectativa que se pueda tener de un escenario de nube pública, pero en un modelo privado o de nube privada y con todas las ventajas del on-premise, tales como el control total de la infraestructura (latencia, seguridad, acceso…), sobre la tecnología y las necesidades legales, etc.”.
Una de las grandes ventajas de esta propuesta IaaS es que las empresas se despreocupan de la tecnología. Aunque es verdad que existe la posibilidad de que sea el cliente quien elija la infraestructura —obviamente, con la revisión, validación y certificación por parte de HPE—, lo cierto es que la tendencia del mercado va en otra dirección. “Las empresas quieren una solución, cubrir una necesidad de negocio concreta, y nosotros nos encargamos de dar una solución as-a-service, llave en mano, que cumpla con ese objetivo”, indica Cabezas, que añade que ellos se hacen “responsables de toda la infraestructura que haya debajo, que el cliente puede conocer o no”.
Esta responsabilidad se encuadra dentro del servicio Datacenter Care, esto es, el servicio premium de HPE, con el que el equipo de profesionales de la compañía se encarga no solo de evaluar y ajustar todas las TI, mitigando así el riesgo, sino también de gestionar la seguridad, así como de garantizar el máximo rendimiento. De hecho, antes de embarcarse en un proyecto de estas características, HPE realiza un estudio previo de la empresa, una auditoría para determinar cuál es el punto de partida y, de esta manera, hacer óptimas ya desde el inicio todas sus cargas de trabajo y el modo en que maneja sus operaciones.

Verticalización
Uno de los ámbitos que destaca el responsable de ventas de GreenLake es la verticalización de la propuesta, que puede optar a diferentes modelos. Así, las empresas pueden apoyarse en este IaaS para cubrir sus necesidades para big data (combinando HPE Enterprise Hadoop con Cloudera o Hortonworks), SAP HANA (con sistema operativo, servicios y hardware con certificación SAP), backup (con software Commvault, equipos HPE StoreOnce o 3PAR, etc.) o EDB Postgres (para simplificar y abaratar la plataforma de bases de datos), entre otros.
Se trata de cubrir una necesidad de negocio concreta a través de una solución as-a-service llave en mano
Se trata de soluciones estándar preconfiguradas que, sin embargo, en última instancia se hacen a la medida de cada empresa, de cada proyecto y casuística. El abanico de elección con que cuentan las organizaciones es muy amplio y, de hecho, según explica Cabezas, “ya se ha anunciado que para 2022 todo lo que procure HPE será susceptible de ser incluido en cualquier modelo de GreenLake”.
Esta verticalización ha sido muy bien acogida por el mercado, asegura el directivo, sin que pueda decantarse por qué modelo supera al resto en demanda. “La verdad es que se demanda todo”, puntualiza, “incluso, hacemos modelos mixtos, donde unimos diferentes necesidades o proyectos, como almacenamiento y servidores, no hay ningún problema”. En este sentido, Cabezas asegura que “el modelo GreenLake permite crecer en otro ámbito de necesidad. No es algo cerrado, hablamos más bien de un modelo vivo, capaz de integrar todo tipo de nubes públicas, desde la de Google a Amazon Web Services o Microsoft Azure”.
Solución para todos
El responsable de Ventas de HPE GreenLake destaca que este modelo se adapta a la perfección a todo tipo de empresas, independientemente de su tamaño o sector de actividad. “No tiene un tamaño mínimo”, afirma, “de hecho, en el portfolio de compañías con las que trabajamos están desde las multinacionales o grandes compañías españolas del IBEX hasta pymes”. El objetivo común que todas ellas comparten es la necesidad de un as-a-service con un nivel de servicio que les asegure que no van a tener ningún problema y que HPE se va a encargar de actualizar, parametrizar y medir el servicio.
Una de las grandes ventajas es que el cliente se despreocupa de la tecnología, incluso en lo que se refiere a su elección
Este tipo de contratos se establecen en función de un plazo de tiempo determinado, que puede cifrarse en meses o incluso años, dentro de los cuales se determina un volumen mínimo comprometido de capacidad, sin el cual el cliente no podría llevar a cabo su actividad. Ese mínimo comprometido es extraordinariamente flexible y puede ir de apenas unos servidores a granjas completas o, incluso, entornos multipaís. Alrededor de ese mínimo comprometido se determinan necesidades variables, que son las que únicamente se pagan cuando se usan.
Dicho de otro modo, en este tipo de proyectos IaaS, existen componentes fijos y otras variables, con la ventaja añadida, tal y como aclara Cabezas, de que “según crece el contrato, surgen economías de escala, de manera que se van reduciendo los costes en valores absolutos”. Cuando se produce un aumento de la capacidad, en ese mismo instante, todos los valores del contrato, así como las parametrizaciones que puedan ser medibles, se cobran a una menor banda y bajan los precios.
Asimismo, HPE dispone de una herramienta analítica de IA (HPE GreenLake Central) con la que es posible medir dónde está la empresa y por dónde va a ir. Esta herramienta, que está a disposición tanto del cliente como de HPE, mide el modo en que se está utilizando la tecnología y puede predecir cuándo va a surgir cualquier necesidad para ambas partes.
La importancia del canal
Otro de los puntos que evidencian la flexibilidad de esta propuesta es que los proyectos se están desarrollando tanto de manera directa —por HPE— como a través del canal mayorista y de integradores. De hecho, en contra de la creencia de que la nube apea al canal del negocio, Cabezas explica lo siguiente: “Nos apoyamos mucho en ellos; es una apuesta clara de la compañía, con la que nos sentimos muy cómodos porque siempre hemos creído en nuestros partners y son una pieza básica de nuestra compañía y nuestro go-to-market”.
Nos apoyamos mucho en el canal; es una apuesta clara de la compañía
Así pues, la participación del canal en un proyecto IaaS se puede dar en la misma configuración de la infraestructura, así como en la definición del servicio o en la elección de las diferentes líneas que se deban incluir en el modelo GreenLake. Podría decirse que la tendencia en este punto se dirige más hacia un trabajo conjunto. A fin de cuentas, ese canal tiene la capacidad de entender al cliente y conocer sus necesidades, por lo que termina siendo decisivo en la generación de valor añadido.
Ahorros de costes
Apostar por una experiencia IaaS es aprovecharse de un ahorro de costes sustancial. El hecho de pasar de la compra de infraestructura, con un soporte reactivo y que sea el encargado de sistemas quien se haga cargo de todo, a que sea un proveedor externo como HPE quien dé un paso adelante y se haga responsable de todo, es un cambio crucial.
Trabajando de forma conjunta con las empresas, HPE es quien realiza las mediciones y reportes, revisa cómo está funcionando todo, instala los parches necesarios, las actualizaciones, etc. No solo eso, sino que también vigila si es necesario realizar una renovación tecnológica o, simplemente, añadir componentes sobre lo ya acordado (todo ello sin ningún coste) para alcanzar el nivel de servicio con el que se había comprometido. Todo ello, tanto de manera directa como apoyados en el canal o con los integradores.
Este planteamiento resuelve una de las mayores problemáticas a las que se enfrentan las compañías hoy en día: la falta de personal especializado, cuya escasez o deriva en que sea harto complicado encontrar talento o que los costes para retenerlo se disparen.
De hecho, el último informe Digital Talent Overview 2019, de Barcelona Digital Talent, advierte que para 2020 habrá en Europa cerca de 900 000 puestos sin ocupar relacionados con roles tecnológicos. En esta misma línea, otro reciente estudio realizado por 451 Research revela que encontrar personas con experiencia cloud se presenta como el área principal donde existe una grave escasez de habilidades de TI: hasta un 35% de las empresas encuestadas aseguran que se ven obligadas a buscar servicios externos para ayudar a llenar este vacío.
Además de esto, Emilio Cabezas destaca los beneficios que trae el modelo GreenLake en cuanto a temas de flujo de caja, así como a la aceleración de los plazos de retorno de la inversión (ROI), que son mucho más cortos, lo que facilita que la empresa esté más adaptada a los cambios que pueda tener en el futuro, con la tranquilidad de una mayor seguridad. En esa misma línea, el directivo afirma: “En estos modelos de consumo hay intangibles, como es tener más tecnología disponible o, por ser más precisos, más capacidad de uso disponible por la que no se está pagando, que permite eliminar unos costes ocultos tremendos o, en muchos casos, un coste de oportunidad”.
Según crece el contrato, surgen economías de escala y se van reduciendo los costes en valores absolutos
A fin de cuentas, esa escalabilidad, dado lo cambiante del mercado, puede ser crucial para mejorar la experiencia tanto de los clientes como la de los socios y empleados. El rendimiento —estrechamente ligado a esa escalabilidad— se requiere constante. De hecho, estudios de 451 Research revelan cómo las mejoras en el rendimiento son la razón principal por la que las empresas se alejan de un modelo de solo nube pública para saltar a otro de híbrida: hasta un 26% de los directivos con poder decisión así lo aseguran. Una experiencia de gestión unificada en todos los entornos permite elegir el mejor lugar para las cargas de trabajo a medida que cambian las circunstancias.
España, por encima de Europa
A diferencia de lo que sucede en otras ramas tecnológicas, en el caso de la adopción de esta experiencia IaaS, España está muy por encima de la media europea. Así lo indica Cabezas desde la atalaya de HPE GreenLake: “No hacemos más que crecer de un año para otro, en unos niveles muy sanos. Las empresas no hacen más que demandarnos y estamos continuamente cerrando proyectos y estirando los ya existentes”.
Con el paso de los años, las empresas más reacias a dar el salto a este modelo de consumo se han dado cuenta de las ventajas que trae consigo: la experiencia as-a-service se traduce en disponer de una infraestructura o un catálogo previsto del que se posee el 100% instalado, pero por cuya totalidad no se está pagando, sino solo en función de lo que realmente se utiliza.
En el momento actual, el número de proyectos crece en todos los sectores, en todos los tamaños de empresa y en todos los modelos verticales, además, lo hace tanto de un modo directo como a través del canal o el integrador.