En la actualidad, la mayor parte del edge computing en funcionamiento está impulsado por nubes con arquitecturas y estándares distintos, lo que limita la integración y la interacción entre los edge y, por tanto, los casos de uso y los resultados empresariales. Es importante que acabemos con los silos de edge cloud que nos están limitando y que creemos un modelo de edge conectado a través de la meshed cloud. Su implantación significaría un gran cambio, pues facilitaría una conexión directa, dinámica y no jerárquica.

Honoré LaBourdette

Coches inteligentes, tecnología wearable, robots en fábricas, kits de realidad aumentada (AR) y realidad virtual (RV)… La presencia de las tecnologías que marcarán el comienzo del metaverso y de los hogares inteligentes aumentará significativamente en 2025. Para ese entonces, según un informe de IBM, se espera que haya 150.000 millones de dispositivos edge, es decir, un 900% más de los que había en 2019, y también que el 5G —imprescindible para que un mayor volumen de datos se mueva con mayor rapidez— esté habilitado en más lugares.

Esta evolución nos muestra un mercado del edge computing muy vivo, que, según los pronósticos de Analysys Mason, alcanzará un valor de 34.000 millones de dólares en ese mismo año.

Es difícil cuantificar el estímulo económico que va a significar el edge computing para muchos negocios, pero se estima que su impacto comercial puede ser tan grande como el que supusieron Internet, la nube o la telefonía móvil. Sin embargo, en el plano tecnológico se tienen que limar algunas asperezas para liberar todo su potencial. Para ello, es importante pensar más allá de las arquitecturas de red centralizadas tradicionales y posibilitar unas comunicaciones seguras e interoperables edge-to-edge a través de diversas nubes públicas y privadas.

Es decir, necesitamos un gran habilitador de la tecnología, que en este caso es la meshed cloud (nube en malla o nube entrelazada). Para hacernos una idea de lo que significa este concepto tenemos que imaginarnos un tejido similar al campo gravitatorio. La “malla” es una arquitectura de referencia que permite a las nubes comunicarse, compartir datos e interoperar de forma directa, dinámica y no jerárquica.

Meshed cloud y conectividad segura

En la meshed cloud conviven los servicios de aplicación, la mensajería y la seguridad de los datos entre edge clouds, así como la conectividad de red edge-to-edge segura. La interoperabilidad y la seguridad entre los dispositivos edge y los datos que se ejecutan en diferentes nubes se optimizará mediante protocolos estandarizados de computación, comunicaciones y seguridad.

La “malla” permite a las nubes comunicarse, compartir datos e interoperar de forma directa, dinámica y no jerárquica

En esta arquitectura la seguridad es fundamental y debe estar integrada: se aplicará de extremo a extremo, desde el core hasta el edge; y también entre edge cloud, ya que formará parte de un panorama más amplio, donde los proveedores de servicios siguen perfeccionando su postura de seguridad zero trust y analizando su cadena de suministro de software, incluso las exigencias del software bill of materials (SBOM).

La idea es que puedan rastrear el origen de todo el software, así como las firmas digitales, para detectar y controlar los cambios a lo largo del ciclo de vida de diseño y despliegue del software.

Con la meshed cloud se usarán múltiples conjuntos de datos en tiempo real para solucionar los desafíos a los que se enfrentan la industria o la propia sociedad. De esta manera, por ejemplo, un coche conectado que forme parte de la meshed cloud puede comunicarse con otros vehículos y acceder a información sobre el tráfico o las carreteras sin necesidad de tener que acceder a una nube centralizada. O, ante una situación delicada, los servicios de emergencias pueden contratar rápidamente el asesoramiento de expertos remotos y la información de diferentes fuentes para responder de forma dinámica en ese preciso momento.

Un modelo de edge conectado

Si conocemos las limitaciones de los silos de las edge clouds, y adoptamos una arquitectura en la que los dispositivos edge se comuniquen entre sí sin tener que volver a una nube central, podremos dar rienda suelta a la innovación en los mundos físico, digital y virtual. Al replantear las arquitecturas de red centralizadas tradicionales, y al convertirlas en una malla en la que cada nube es el edge y la conectividad es multidireccional, el concepto de desarrollar una vez, desplegar en cualquier lugar puede ser perfecto en todas las nubes, edge, 5G y 6G. Podemos impulsar nuevos puntos de contacto del customer journey y ofrecer una excepcional experiencia de usuario.

La meshed cloud liberará todo el potencial del edge para transformar las empresas, las industrias y las sociedades

Las nubes de aplicaciones necesitan tener capacidad para distribuir aplicaciones de forma segura con acceso a tecnología relevante en el edge, como la aceleración de datos y los recursos de GPU de inteligencia artificial y machine learning, y al mismo tiempo se deben cumplir las normativas de soberanía de datos. Ante este nuevo panorama, la nube híbrida puede ser de gran utilidad, ya que proporciona una orquestación centralizada abstraída del hardware subyacente, lo que permite a una organización ejecutar y escalar despliegues con una gestión y seguridad coherentes, incluso a través de miles de servidores desplegados en el edge y a través de múltiples nubes públicas.

Además, para que este enfoque de la conectividad en todas partes, que es completamente nuevo, se haga realidad, necesitamos que el ecosistema sea más “abierto” que nunca, con una estrecha integración, normas comunes y objetivos compartidos.

Implicaciones en el sector telco

Uno de los sectores en los que la meshed cloud tendría una mayor aplicación sería el telco. Desde luego, no solo se trata de una oportunidad de infraestructura, sino de la posibilidad de responder a las necesidades de conectividad de un mercado. Somos conscientes de que la infraestructura puede ser un activo caro, pero proporciona una base de clientes muy valiosa. Los proveedores de servicios deben seguir centrándose en las relaciones con sus clientes y en la protección de sus datos, estudiando detenidamente cómo los acuerdos comerciales darían acceso a ellos.

Para conseguirlo, la pieza que falta en este puzle es la conexión directa, dinámica y no jerárquica de las edge clouds. Esta nueva arquitectura, la meshed cloud, organizará lo que amenaza con volverse demasiado fragmentado y permitirá un acceso seguro a los datos, estén donde estén, para hacer posible la innovación.

La meshed cloud liberará todo el potencial del edge para transformar las empresas, las industrias y las sociedades.