Hablamos de dark data, o datos ocultos, para referirnos a aquella información que las empresas tienen, pero que no capturan ni analizan. Son datos que se generan cada segundo en los sistemas de las compañías (CRM, ERP, wifi…) y que, según IDC, suponen más del 90% del big data de las organizaciones. Localizar y capturar esta información “escondida” es tan relevante como lo pueden ser los datos recogidos proactivamente.
Gartner lo define como “los activos de información que recopilan, tratan y almacenan las organizaciones durante sus actividades empresariales habituales, pero que no suelen utilizar para otros fines”. Muchas veces, el dark data se pasa por alto y esto puede hacer que se omitan oportunidades importantes o información que puede ayudar a ampliar los beneficios o reducir costes.
Hay tres fuentes principales para obtener estos datos oscuros. Por un lado, las redes de comunicación interna, que transmiten información y normalmente lo hacen de manera transitoria, es decir, no registran el dato, pero el resultado de su análisis puede ser relevante para el negocio. Por ejemplo, en comercio electrónico hay miles de productos que un posible cliente ha estado visualizando. Normalmente, esta información no suele guardarse. Nuestra atención se dirige a aquellos productos que sí llegan a comprarse, dato que sí se registra. Si solo atendemos a las ventas estamos perdiendo información acerca de las consultas y necesidades de aquellos que no finalizan una compra, y esto resulta imprescindible para adaptar la oferta a la demanda.
La segunda fuente son las máquinas disponibles, que contienen mucha información que puede ser aprovechada para mejorar los procesos de negocio. Además de lo obvio, como optimizar el mantenimiento, también permite predecir comportamientos futuros, detectar anomalías o entender su funcionamiento en un contexto más amplio y complejo. Es increíble darse cuenta de cómo, por ejemplo, los robots inteligentes pierden eficacia si no se comprende cómo trabajan junto a otras máquinas más simples.
La tercera fuente son las personas. Mientras se mueven, trabajan, compran o pasan sus ratos de ocio, se generan millones de datos que las compañías pueden utilizar. Cuántas personas entran en un bar, qué les interesa, etc. es algo que las empresas pueden analizar mediante la captura de datos ocultos.
Pasar por alto el dark data puede hacer que se omitan oportunidades importantes
Hacia dónde nos lleva
Hay empresas que solo están analizando y utilizando el 1% de sus datos, solo están usando el 1% de todo el potencial. Las posibilidades que ofrece el dark data son innumerables y despiertan muchas esperanzas para tomar decisiones de negocio más inteligentes, basadas en información real que hasta el momento no se ha utilizado.
¿Por qué ocurre esto? Hay empresas que desconocen la existencia de esta información. Otras, sin embargo, saben que está oculta y que puede serles útil, pero tienen reticencias a la hora de capturarla. Entre los frenos existentes podemos hablar del coste o de la complejidad técnica, aunque la razón más importante es el riesgo, ya que muchos de estos datos oscuros se encuentran dentro de sistemas críticos que no pueden ser modificados y de los que hay que garantizar que no sufrirán ningún problema.
En este tipo de escenarios es donde entran en juego herramientas como Datumize Data Collector, que facilita la localización de todos estos datos, no accesibles a priori, para convertirlos en información relevante que permite comprender mejor los procesos internos y, como fin último, incrementar los beneficios mediante la optimización del negocio.