Los modelos as-a-service convierten la adquisición del almacenamiento en una experiencia similar a la de adquirir servicios. Pueden ofrecer una capacidad y un rendimiento flexibles y escalables, con un funcionamiento local y una facturación como servicio, pero con la posibilidad de conectarse a la nube como una extensión del centro de datos…; y todo ello tratado como costes operativos.
La fuerza de gravedad de la nube pública es realmente inmensa, es capaz de arrastrar los datos hacia ella y alejarlos del centro de datos de las empresas. Sin embargo, aunque el atractivo de la nube es innegable, muchos de sus encantos tienen un coste. Promete flexibilidad en cuanto a capacidad y rendimiento, con precios de pago por uso que la convierten en un coste de funcionamiento (OPEX) en lugar de un gasto (CAPEX).
Sin embargo, con frecuencia la realidad resulta menos prometedora. Los costes pueden descontrolarse, los acuerdos de nivel de servicio tienen que vigilarse muy de cerca y el rendimiento no puede garantizarse del mismo modo que en las instalaciones on-premise. Por estas razones, muchos prefieren la previsibilidad de su propio centro de datos y el concepto de repatriación desde la nube ha pasado a formar parte del lenguaje de las organizaciones.
Estos modelos deben permitir desplegar la capacidad de almacenamiento localmente y facturarla basándose en el consumo
En este contexto, el almacenamiento como servicio (STaaS) propone un modelo de consumo válido para instalaciones locales, en la nube o en cualquier combinación de ambas. Según un reciente estudio de IDC, las organizaciones incrementarán su apuesta por este tipo de modelos y, en 2024, la mitad de las infraestructuras de centros de datos de todo el mundo se consumirán en modo as-a-service.
Pago por uso
El modelo de consumo de almacenamiento por uso contrasta con las formas tradicionales de compra de hardware on-premise, en el que normalmente se van adquiriendo nuevos productos, que sustituyen a lo anteriores, en ciclos de tres años. Es una compra de bienes. El producto es propiedad de la empresa y normalmente viene acompañado de un contrato adicional de asistencia técnica. Se pueden actualizar los controladores, añadir unidades y plataformas…, pero cuando se resiente bajo el peso de las demandas de rendimiento o capacidad, y llega al final de su vida útil, hay que renovarlo y realizar una actualización a gran escala.
Potencialmente, este modelo permite ser más flexible en términos de escalabilidad, capacidad o rendimiento
Los modelos de consumo por uso convierten la adquisición de almacenamiento en una experiencia similar a la de adquirir un servicio. La empresa asume un compromiso con algún nivel de capacidad mínima, acordando también una capacidad extra de buffer y la posibilidad de escalar más allá. Alguna forma de supervisión permite al proveedor presentar una factura por el almacenamiento utilizado. Además, puede tratarse como un gasto operativo y deducirse en los impuestos.
Una de las grandes ventajas de este modelo es la de ser potencialmente más flexible en términos de escalabilidad, capacidad o rendimiento. Además, al estar desplegado en el centro de datos del cliente, no le afectan las posibles degradaciones en la red de área amplia (WAN) a la hora de acceder a la nube. Por otra parte, las facturas y el uso suelen ser mucho más previsibles, en especial porque evitan algunas peculiaridades de la nube tales como los cargos por salidas, que pueden ir acumulándose de manera inadvertida y acabar generando unas facturas enormes.
Al mismo tiempo, si el proveedor de almacenamiento cuenta con infraestructura cloud, propia o a través de un acuerdo con terceros, será posible recurrir rápidamente a la nube —como una extensión del centro de datos— para aprovechar una capacidad de producción adicional o realizar copias intermedias de los datos que se utilicen con menos frecuencia.
Características clave
Uno de los aspectos esenciales de este tipo de modelos es que deben permitir desplegar la capacidad de almacenamiento localmente y facturarla basándose en el consumo. A la hora de valorar ofertas de este tipo hay que asegurarse de que el servicio se presta realmente como un servicio, es decir, que los niveles de capacidad y rendimiento deben estar cubiertos por los acuerdos de nivel de servicio y que, cuando se necesite más hardware para cumplir estos acuerdos, deberá proporcionarse e implementarse de manera no disruptiva.
Las mejores ofertas de almacenamiento como servicio proporcionan unos niveles de servicio garantizados
Muchos proveedores ofrecen algo que se parece más a un contrato de arrendamiento, en el que los productos se despliegan siguiendo un ciclo de tres o cinco años con actualizaciones a gran escala al final. En cambio, las mejores ofertas de almacenamiento como servicio proporcionan unos niveles de servicio garantizados, con unas actualizaciones automáticas que permiten cumplir las garantías de rendimiento y capacidad sin costes adicionales, y que se ponen en marcha cuando lo indican los sistemas de supervisión y seguimiento telemétrico basados en inteligencia artificial (IA).
También hay que comprobar que el proveedor es capaz de implementar un almacenamiento con acceso a archivos y bloques, junto a uno rápido de archivos y objetos en el mismo hardware, con unos niveles de rendimiento definidos por la capacidad, el caudal y la velocidad de entrada/salida. De este modo, todas las cargas de trabajo están cubiertas, desde el acceso transaccional rápido a los bloques (mediante datos de archivo no estructurados) hasta el caudal rápido necesario para los análisis y las restauraciones a partir de los datos de backup.
Por otro lado, el software de supervisión debe proporcionar una vista sencilla del uso de la capacidad y del rendimiento en la infraestructura de almacenamiento, local y en la nube, mostrar el grado de cumplimiento de los acuerdos de nivel de servicio y permitir aprovisionar el almacenamiento. Además, es importante contar con herramientas basadas en IA que puedan predecir el uso futuro, y que deben estar integradas en el proceso de activación de las actualizaciones del rendimiento y la capacidad.
Pure as-a-service
En el caso de Pure, fue presentado en 2018 como el primer modelo real de servicio basado en el consumo para el almacenamiento. Entre sus características se pueden destacar la flexibilidad, la transparencia y la sencillez, el cumplimiento de los acuerdos de nivel de servicio (SLA) de uso y de rendimiento, su sistema de supervisión proactiva o el de actualizaciones no disruptivas.
Durante el último año ha aumentado la adopción de la solución de Pure en mercados clave de todo el mundo. Es más, en el ejercicio fiscal de 2022, los ingresos por servicios de suscripción de Pure constituyeron un 33% de la facturación total de la compañía, superando los 738 millones de dólares, lo que representa un 37% del crecimiento interanual de la empresa.
El dinamismo de Pure as-a-Service, unido a la suscripción al almacenamiento Evergreen Storage y al de Cloud Block Store, que proporciona una movilidad perfecta de los datos entre los entornos locales y de nube, constituyen las bases de la estrategia de suscripción unificada de Pure.