Gestión del inventario. Tras una carrera profesional de 27 años entre los mundos de la logística y la moda, descubro con perplejidad cómo los últimos tres años han traído cambios al retail que no había visto anteriormente: el phygital retail, compras en el metaverso, cambios de roles y paradigmas… Pero una cosa sí que he aprendido: las empresas que invierten en tecnología y comprenden que deben evolucionar constantemente son las que salen más reforzadas de estos impredecibles cambios. Veamos el ejemplo de Desigual.
Las consecuencias de la pandemia han acelerado de manera desproporcionada el cambio en los hábitos del consumidor que ya se venía observando en los últimos años. La hibridación de la compra física con la digital ha tomado fuerza a través del concepto phygital retail.
Según un estudio de Wunderman Thompson, el retail del futuro será híbrido entre las tiendas físicas y el e-commerce. Para que esto ocurra debería mejorar la tecnología en la que se fundamenta la compra online, pero se debe extender esta mejora a todos los pasos asociados con el proceso de compra: contactless para las entregas a domicilio o para las compras físicas, realidad virtual y aumentada, potenciación de los nuevos medios de pago, que permiten ir más allá del efectivo o de la tarjeta física.
De lo online a lo físico
Dentro de esta revolución merece la pena destacar la compra en el metaverso, es decir, la posibilidad de que la experiencia de compra se desarrolle en un entorno paralelo. De esta forma, la omnicanalidad y la gestión transparente de los inventarios se vuelve fundamental para que las mercancías se encuentren en el lugar adecuado y se puedan entregar al cliente donde y como este desee. Esta necesidad se vuelve cada vez más imperiosa si se tiene en cuenta que cualquiera puede abrir un comercio de moda y complementos casi desde su propia casa.
Desigual ha conseguido una reducción del stock del 27% con un aumento de la disponibilidad de producto del 4%
En este entorno, la tienda física deja de ser un punto de venta para convertirse en un entorno de experiencia de compra, donde debe existir un stock para que el usuario pueda probar y experimentar el producto. Adicionalmente, la tienda física puede servir también como punto de recogida, devolución o cambio de las compras online. En todo caso, debe ser un entorno donde se perciba una experiencia de compra uniforme, agradable y positiva. Esto fomenta la relación marca-cliente, creando lazos de afecto y fidelidad.
Gestión del inventario
Adicionalmente, y centrándonos en el inventario físico, los almacenes también deben reinterpretar su papel. La recepción de mercancías y el abastecimiento de las tiendas físicas y de los marketplaces, como los FBA de Amazon y otros e-tailers, son ahora mismo sus grandes prioridades. En las transacciones de inventario físico hay que tener en cuenta los siguientes elementos críticos:
- Envío inicial a las tiendas teniendo en cuenta los diferentes clústeres, los surtidos por tienda, la demanda histórica y el espacio disponible, además del inventario que se ha de mantener en el centro de distribución para atender pedidos online y el reaprovisionamiento a las tiendas para que puedan atender una previsión de venta que también se debe ir recalculando.
- Traslados entre tiendas debido a que unas vendan determinadas colecciones mejor que otras. Esto puede producir desajustes de inventario entre tiendas. Es preferible retirar de las tiendas las colecciones que puedan estar destalladas, para tenerlas completas por tallas en el resto de los establecimientos.
- Preparación para el fin de temporada, bien empujando producto del almacén a la tienda para que se le dé salida, o bien reasignando colecciones en unas u otras tiendas.
- Fin de temporada. Retirada de producto y retorno de los restos al almacén, para lo que será necesario preparar el período de rebajas y, posteriormente, el paso por la tienda outlet.
Reducción de stock en Desigual
En medio de estos entornos cada vez más complejos, para conseguir una gestión óptima del inventario existen herramientas que ayudan a las empresas a cumplir de forma eficiente con sus demandas internas y externas, así como a agilizar los procesos de datos para poder tomar decisiones de forma rápida y eficiente. Es una evidencia que las empresas que invierten en tecnología y asumen que deben evolucionar constantemente son las que consiguen obtener ventajas competitivas de forma inmediata.
La tienda física deja de ser un punto de venta para convertirse en un entorno de experiencia de compra
Un ejemplo claro lo hemos visto recientemente en la empresa de moda Desigual. La compañía se encontraba con la necesidad de gestionar más eficientemente su stock, para reducir tanto su dispersión como la saturación de tiendas. La necesidad de gestionar sus centros de distribución —ubicados en Europa, América y Asia—, una red internacional que supera las cuatrocientas tiendas monomarca y un negocio online creciente, convertía este reto en prioritario para los directivos de la compañía.
La omnicanalidad era una de las variables que se deseaba potenciar. El objetivo que se planteaba la compañía era trabajar con un stock único a nivel mundial, para que el cliente final pudiera disponer de una mayor variedad de elección independientemente de dónde se encontrara físicamente la prenda y de la vía por la que se realizara la compra. La solución también debía proporcionar una forma ágil y amigable de determinar el mejor surtido de artículos en todos los clústeres para alcanzar los objetivos de facturación.
Para satisfacer sus necesidades, la compañía española contactó con Slimstock en busca de su software de gestión de inventario: Slim4. Un año después de empezar a usar esta herramienta, la firma de ropa y complementos asegura haber mejorado la gestión de los artículos disponibles, con un aumento de la disponibilidad de producto del 4% y una reducción del stock del 27% (una media de 1300 prendas anuales por tienda).
Esta solución permite al retailer controlar en tiempo real sus existencias, lo que ofrece mayor cantidad de datos parametrizables con los que calcular de forma precisa la necesidad de reposición en las tiendas.
Ahora, la gestión ha pasado a sustentarse en previsiones, no en ventas históricas. Como muchas veces decimos en este negocio, Desigual ahora conduce mirando hacia delante y no por el retrovisor.