Las soluciones colaborativas estaban reservadas a las grandes corporaciones, que eran las únicas capaces de invertir en los antiguos, complicados y carísimos sistemas, que, además, se quedaban obsoletos rápidamente. En la actualidad, la telefonía IP, los servicios en la nube o la videoconferencia han ganado posiciones gracias al bajo coste de implantación, alta adaptabilidad y un mínimo mantenimiento. De hecho, un análisis de Synergy Research asegura que de 2017 a 2022, las extensiones en la nube aumentarán de 13 a 26 millones en Europa.
El aumento del ancho de banda es otro de los aspectos que han permitido este nuevo escenario, haciendo mucho más sencilla, por ejemplo, la implantación de herramientas en la nube tales como Microsoft Teams. Estas plataformas permiten que los grupos de trabajo dispongan de un entorno integrado en el que la mensajería instantánea y los chats se combinan con el acceso seguro a hojas de cálculo, documentos, llamadas de voz y vídeo, y, por supuesto, reuniones.
Facilitar la interoperabilidad
Más allá de facilitar una comunicación instantánea entre usuarios, se consigue crear conciencia en torno a las bondades que aporta el trabajo compartido. Estas herramientas se centran en la experiencia de usuario, mejorando la productividad y transparencia, además de proponer una nueva forma de gestionar los recursos, reduciendo significativamente la inversión y facilitando la interoperabilidad entre las distintas plataformas. Un informe de Avanade muestra que casi el 30% de los empresarios españoles confían en que la modernización de sus espacios de trabajo —actualizar las plataformas tecnológicas y los espacios de trabajo físicos, optimizar los procesos diarios y mejorar la experiencia de los empleados— haga aumentar sus ingresos entre un 10% y un 15%.
Esta transformación influye directamente en la cultura del trabajo y en la experiencia de
los empleados
En el caso de compañías con varias sedes o departamentos, la disponibilidad de un sistema de comunicación unificado hace que todo funcione como un engranaje bien sincronizado, en el que las partes que intervienen en los diferentes procesos reciben la información y los recursos necesarios en cada momento. Esta transformación influye directamente en la cultura del trabajo y en la experiencia de los empleados, que empujan para que se avance e innove, al mismo tiempo que disminuye la brecha física y digital.
Las últimas soluciones de comunicaciones unificadas funcionan en cualquier dispositivo y permiten colaborar de forma sencilla y eficaz con cualquier partner, cliente o compañero; desde el hogar, la oficina o en movimiento. El trato entre personas mediante sistemas de voz y vídeo tiene una gran relevancia a la hora de llevar a buen puerto cualquier iniciativa y contribuye a estrechar vínculos con proveedores y clientes, además de mejorar la respuesta durante la resolución de incidencias.
Además, estas nuevas formas de trabajo permiten una mejor conciliación entre la vida laboral y personal, o reducir el coste (económico y en tiempo) que suponen los desplazamientos innecesarios. Esto último hace que sea posible adaptarlo a todos los entornos imaginables, desde una sencilla pyme hasta una corporación de seguros.
Pero, en este contexto, son importantes también las posibilidades que ofrecen los dispositivos y las plataformas utilizadas.
Por ejemplo, en SPC distribuimos marcas especializadas como Yealink, que ofrecen soluciones asequibles y de fácil manejo, junto con plataformas de servicios de videoconferencia y gestión de los dispositivos especialmente pensadas para simplificar este tipo de actividades en el mundo empresarial.
Tanto grandes compañías como pequeñas y medianas empresas tienen ya acceso a servicios de videoconferencia en la nube. Nos adentramos en una era de comunicación accesible, fácil de usar, de calidad, adaptada a nuestras necesidades y compatible con otros sistemas en un mundo crecientemente globalizado; donde estamos eliminando las fronteras físicas y en el que las posibilidades de relaciones comerciales son inimaginables.