Hay que asumir que el puesto de trabajo es móvil

Después de pasar por empresas como Telefónica, Cableuropa (Ono-Vodafone) o Amena (Orange), desde hace siete años es el responsable de desarrollar el mercado de empresas de Samsung para todo el portfolio de productos, tanto smartphones o tabletas como lo relacionado con visual display, almacenamiento, equipamiento médico… Esta área está experimentando un fuerte crecimiento y el plan, para 2020, es que genere el 50% de los ingresos a nivel global.

La movilidad está siendo clave.

En los últimos años estamos viviendo una transformación continua, con un protagonista claro que es la movilidad. Conviven multitud de tecnologías (cloud, big data, seguridad…) que, en muchos casos, convergen a la hora de hacer más universal el acceso a la información en cualquier momento y lugar. Y esto incide de forma clara en ámbitos como la productividad.

Independientemente del rol que asumamos en la empresa, el puesto de trabajo se extiende más allá de los límites físicos y temporales de la oficina “tradicional”. La movilidad es un área clave en esta denominada “cuarta revolución”,  tanto en lo personal como en lo empresarial.

Hemos eliminado muchas de las dependencias. Por ejemplo, en la fuerza de ventas: ya no es necesario tomar un pedido en papel, que después hay que introducir en el flujo corporativo (desde casa o en la oficina), con el consiguiente retraso, exposición a errores… Ahora todo eso se está haciendo en tiempo real a través de algún dispositivo móvil conectado.

En el ámbito directivo, podemos analizar cuadros de mando con información acerca de lo que está pasando —en la empresa o en los mercados— en tiempo real. No hay que esperar días a que alguien elabore un informe.

Al final, todo esto está orientado hacia una mayor eficiencia, la reducción de costes, el aumento de la productividad y la competitividad.

Las empresas están cada vez más concienciadas de la importancia de la seguridad

¿Cómo evolucionará con vistas al futuro?

Hay mucho por hacer. Hay muchas empresas, incluso las grandes, que todavía no han embebido la movilidad  en su estrategia empresarial. Cualquier organización que no aproveche estas ventajas está destinada a desparecer.

Aunque falta camino por recorrer, las grandes corporaciones han avanzado bastante, pero sobre todo es una tarea pendiente para las pymes. Hay que asumir que el puesto de trabajo, de una manera o de otra, es un puesto de trabajo móvil. Deberíamos poder realizar nuestro trabajo desde cualquier lugar y contar con las herramientas y el contexto adecuados en función de la tarea y de nuestra ubicación. Y esto es algo que tiene que estar en el ADN de todas las compañías, independientemente de su tamaño.

Ecosistema Samsung Pay

Después de más de cuatro meses en el mercado, Samsung Pay cuenta con más de 130 000 usuarios. Esto es posible gracias al importante ecosistema de partners y a las entidades que han apostado por esta plataforma, como pueden ser La Caixa, Abanca, el Banco de Sabadell o El Corte Inglés, que es uno de los mayores emisores de tarjetas de este país.

La vocación es que sea un servicio universal, no solo orientado a unos pocos bancos.

¿Qué os preguntan las empresas cuando se interesan por la movilidad?

Quieren conocer qué se está haciendo fuera, qué iniciativas están poniendo en marcha otras empresas. En un mundo global es importante conocer cómo otras organizaciones están mejorando sus procesos, en España y en otros países, y ver cómo es aplicable a su ámbito.

Después, cuando entramos en detalles, cada empresa es un mundo. Algunas solo se interesan por el hardware, hay otras que demandan información en torno a la seguridad o que, directamente, buscan soluciones completas. La oferta actual es abrumadora, no solo desde el punto de vista tecnológico. Estas empresas buscan cómo aplicar todo esto a su negocio de forma que se consiga una reducción de costes, el aumento de la productividad o la generación de líneas de negocio adicionales o nuevos canales.

Porque, al final, la tecnología —y la movilidad— no dejan de ser un medio, no son el fin.

Como proveedor, ¿cómo estáis respondiendo?

Obviamente el terminal es muy importante, pero hay mucho más.

Con el fenómeno de la consumerización vimos cómo el sentido de la innovación en tecnología se trasladaba desde el mercado de empresa al de consumo. El usuario lleva su propio dispositivo al ámbito profesional porque le ofrece mejores prestaciones en rendimiento, cámara, funcionalidades…

Pero esta tendencia está planteando problemas de seguridad porque un dispositivo de consumo, en muchos casos, no está adaptado para el uso empresarial. Para nosotros la seguridad es esencial y por eso lanzamos Knox. De hecho, Gartner nos ha reconocido —durante dos años seguidos— como el sistema operativo móvil más seguro del mercado.

La movilidad debe estar en el ADN de todas las empresas, sin tener en cuenta su tamaño

¿Nos puedes contar algo más sobre Knox?

La base para responder a este panorama de consumerización es la seguridad. En este ámbito, los elementos con los que cuenta una empresa son muy distintos de los que puede tener un usuario particular. A grandes rasgos, Knox establece seguridad incluso en el hardware, de manera que protege la integridad del dispositivo, evita la instalación de software no autorizado y monitoriza su comportamiento para detectar cualquier ataque; y en el caso de que lo haya, evita que se vean comprometidos los datos.

Alrededor de Knox existe también una serie de servicios, como, por ejemplo, Knox Workspace, que define un contenedor mediante el que se aíslan las aplicaciones y los datos empresariales de los personales. El área privada queda en manos del usuario, totalmente aislada de la profesional, que puede ser administrada por parte del área de TI a través de herramientas de gestión MDM para el cumplimiento de las políti­cas de seguridad, aplicaciones corporativas, etc.

Existen también otras versiones, como Knox Premium —para pymes y con sistema de administración basado en la nube— o My Knox, más enfocado a entornos personales. Además, contamos con herramientas para la personalización del teléfono en ámbitos como el encendido inicial, salvapantallas, preinstalación de aplicaciones, etc.

Un ejemplo es la implantación real que hemos hecho en un hotel que tiene una serie de tabletas que alquila a sus huéspedes para que puedan acceder a todo tipo de servicios (información turística, reservas, taxis, rutas). Al encenderse, la tableta aplica determinadas políticas de seguridad para que el cliente pueda hacer solo determinadas cosas y, cuando se devuelve, queda en su estado original de un modo sencillo.

¿Tenéis datos sobre su uso real?

En España tene­mos varios cientos de miles de usuarios y este número está creciendo. Cada año estamos duplicando los resultados, con crecimientos por encima del 100% en lo que a Knox se refiere. De hecho, el 80% de las empresas del IBEX están utilizando dispositivos Samsung con la plataforma Knox.

Y a nivel mundial, tenemos millones de usuarios y alguna referencia muy importante, como la Agencia Nacional de Seguridad americana (NSA, National Security Agency) o el propio presidente Obama.

Las empresas están cada vez más concienciadas de la importancia de la seguridad.

Y el nivel de seguridad llega hasta el punto de llevar tus tarjetas en el móvil.

Efectivamente. El mundo de los pagos móviles está viviendo una importante explosión y nuestra apuesta en este sentido es Samsung Pay. Esta plataforma ha nacido con servicios específicos para pagos móviles, aunque el objetivo es que llegue a sustituir a la cartera, incluyendo tarjetas de fidelización, cupones, etc.

Samsung Pay destaca por la simplicidad de uso. Es tan fácil como autenticar al usuario con la huella dactilar, seleccionar una tarjeta y realizar la transacción acercando el móvil al terminal de pago. Y eso se puede hacer prácticamente en cualquier sitio porque en España, más del 70% de los terminales soportan contactless o NFC.

En cuanto a la seguridad, se plantea en tres niveles: usua­rio, con la identificación por huella dactilar o iris; datos, a través de la toke­nización, que es el estándar actual para las transacciones bancarias y pagos con la tarjeta; y dispositivo, garan­tizada por la plataforma Knox.

Y también en cuanto al modelo de negocio. En vez de sacar beneficio de la propia transacción o comerciando con los datos de pago, lo que esperamos es dar un valor añadido a los usuarios de Samsung, de manera que incremente el nivel de satisfacción y la fidelidad.

El sector educativo es otra de las áreas clave.

Para nosotros es muy importan­te. Llevamos tiempo trabajando en este ámbito con un enfoque global que afecta a los colegios, las administracio­nes públicas y privadas, los profesores y, cómo no, los padres y los alumnos.

Obviamente tenemos dispositivos, pero nuestra propuesta de valor incluye la plataforma Samsung School, que permite la gestión del colegio, del aula o de la clase; trabajo colaborativo o por proyectos, comunicación en­tre el alumno y el profesor, entre el profesor y el padre…

Pero, además, queremos evo­lucionar y profundizar en la aplicación de nuevas tecnologías, como es el caso de la realidad virtual, trabajando con referentes como, por ejemplo, el Colegio San Ignacio (Oviedo).