Las oportunidades que presentan las ciudades inteligentes, tanto para los ciudadanos como para las empresas, son tan prometedoras como infinitas. Con la implantación adecuada, una infraestructura bien gestionada, una solución EMM sólida y mucha imaginación, las ciudades inteligentes aportarán enormes ventajas económicas, culturales y sociales a sus residentes. Es decir, nos espera un futuro muy emocionante.
Imaginemos una ciudad donde los sensores controlan todo, desde la temperatura hasta los patrones de tráfico; donde las farolas se activan y desactivan con sensores de movimiento, se pueden detener remotamente fugas de agua en la canalización y mejorar la seguridad con vigilancia automatizada. Imaginemos una ciudad donde el navegador no solo nos dice por dónde ir, sino que además nos lleva a la plaza da aparcamiento más cercana.
Esto ya se está haciendo realidad gracias a la continua expansión del Internet de las Cosas (IoT), una red de objetos y sensores conectados que pueden comunicarse entre sí sin interrupciones, y en tiempo real. La ciudad del futuro podrá comunicarse consigo misma, localizar y responder al movimiento de sus residentes y optimizar las condiciones automáticamente.
Los datos serán el sustento de estas ciudades. Por eso, la clave de su éxito es asegurarnos de que los datos están siempre protegidos y que se pueden tratar y acceder. Para que esto suceda, se deben tomar ciertas medidas.
La clave es que los datos están siempre protegidos y que se pueden tratar y acceder
Infraestructura
El primer paso imprescindible para modelar una ciudad inteligente es crear una plataforma de servicios compartidos fiable, que alinee todos los servicios de la ciudad. Será la base y conectará todas las tecnologías inteligentes de la ciudad, desde la red eléctrica hasta los contadores de agua y, cómo no, todos los demás suministros.
Esto ofrece mejores resultados si lo gestiona un único organismo. Tomemos por ejemplo la infraestructura IoT de Dubái. El éxito de esta iniciativa estriba principalmente en su capacidad de crear una organización de TI centralizada
—llamada Dubai Smart Government (DSG)— que reúne todas las demás iniciativas inteligentes y que desempeña la función de una división desde la que se habilitan servicios de TI para todo el gobierno electrónico de esta ciudad.
En cambio, cuando esta infraestructura no la gestiona un único organismo, se hace más difícil avanzar hacia una ciudad inteligente. Londres es un ejemplo claro de esto. Aunque la ciudad está deseando seguir este camino, las diferencias políticas que caracterizan sus 32 distritos obstaculizan el establecimiento de una organización de TI compartida y centralizada que pueda reunir las iniciativas y los servicios de la capital en una única entidad. No cabe duda de que el nuevo alcalde de Londres, Sadiq Khan, intentará superar este reto.
Conectar Servicios
Una vez creada una plataforma de servicios, las oportunidades son infinitas. Compartir información entre servicios puede servir para una gran variedad de fines, desde evitar atascos hasta salvar vidas. Imaginemos que un conductor imprudente provoca un accidente de tráfico y otro conductor resulta gravemente herido. Se podrían compartir las imágenes de las cámaras CCTV (circuito cerrado de televisión) con la policía y las partes aseguradas implicadas; los servicios de carreteras podrían desviar el tráfico con datos en tiempo real y se podría llamar a la ambulancia más próxima a la vez que se muestra inmediatamente el historial médico del conductor para que reciba la mejor atención posible.
Aunque aún no hayamos llegado tan lejos, sí que vamos viendo ya algunos de estos elementos en la actualidad. Por ejemplo, VMware AirWatch ya está colaborando estrechamente con el municipio de Tel Aviv (Israel) para proporcionar a sus controladores de estacionamiento un smartphone (en este caso un Samsung Note 5) gestionado por esta solución, que les ofrece un espacio de trabajo digital para poder desarrollar su labor desde cualquier lugar. Pueden utilizar, sobre la marcha, los dispositivos para poner multas y presentar informes de infracciones de estacionamiento con imágenes, la hora y coordenadas GPS marcadas. Otras ciudades como Singapur y Songdo (Corea del Sur) llevan la delantera en el desarrollo de estos medios. De hecho, Songdo ya usa tecnología para mejorar la sostenibilidad, el bienestar de los ciudadanos y el desarrollo económico.
El riesgo será también para servicios críticos como el transporte y las redes eléctricas
Seguridad
El que las ciudades sean inteligentes implica desarrollar más aún los dispositivos IoT para conectar infraestructuras y recursos. Gartner prevé que se usarán 6 400 millones de objetos conectados este año por todo el mundo y espera que esta cifra se triplique hasta casi 21 000 millones para el 2020.
Este repunte en dispositivos conectados, y la cantidad de datos que se comparten de manera inalámbrica, brindará oportunidades inmensas pero también pueden entrañar riesgos muy graves. No correrán riesgo únicamente los datos personales, como los historiales médicos, sino también servicios críticos como los sistemas de transporte y las redes eléctricas. Por tanto, es imprescindible asegurar la seguridad de todos los dispositivos que podrían tener acceso a este tipo de datos delicados, ya sean de la empresa o del empleado.
El último componente
Es necesario tener un ingrediente esencial para crear una red de dispositivos segura en la ciudad inteligente: una solución de gestión de movilidad de la empresa (enterprise mobility management – EMM) sólida que garantice la gestión de principio a fin de todos los dispositivos conectados. Esto permite que la organización de TI —sobre la que se desarrollan los servicios de la ciudad inteligente— garantice, limite y revoque el acceso a recursos corporativos (como es el caso del correo electrónico, los contenidos y las aplicaciones), dependiendo de si el dispositivo que solicita el acceso cumple los requisitos y es de confianza.
Además, una solución EMM con un controlador fiable del cumplimiento de los requisitos debe siempre controlar los terminales de punto de acceso y realizar acciones de escalado preconfiguradas para evitar casos de incumplimiento u obligar al dispositivo a cumplir los requisitos.
Pensemos en el número de dispositivos utilizados en sectores como, por ejemplo, el de finanzas o el de asistencia sanitaria, desde los que se podría tener acceso a recursos e información delicados. Es esencial que, en estos sectores, las organizaciones puedan comunicarse de manera segura con sus redes de dispositivos de confianza.
Lo mismo ocurre con la información que se intercambia en los aeropuertos para que las diferentes instalaciones de estas infraestructuras funcionen de manera segura y efectiva. La torre de control debe poder transmitir información de manera rápida y segura a las operaciones de asistencia en tierra, que, a su vez, deben comunicarse con los servicios de inmigración, aduanas y policía.