Después de lo vivido en el 2020, casi todas las empresas tienen ya experiencia en redistribuir sus recursos empresariales y tecnológicos. Ahora se les presenta la oportunidad de volver a hacerlo, pero esta vez para ofrecer el máximo valor a sus empleados y clientes. Este tipo de estrategias están teniendo una importancia creciente, y generarán una mayor demanda de procesos empresariales automatizados y basados en datos.
Según IDC, este será el reto más difícil al que se enfrenten los CIO en sus carreras, una oportunidad que deberán aprovechar para crear un nuevo futuro para sus empresas. Los estudios de IDC coinciden con los nuestros y muestran que, tras el éxito de las operaciones de redistribución durante la pandemia, los CIO tendrán que reforzar su apuesta por la digitalización e integrar más estrechamente las TI en el negocio.
Es una gran oportunidad para llevar el activo más valioso de la organización —su gente— a un lugar más cercano al cliente
Esto hará que la organización sea más ágil y capaz de adaptarse a los cambios. La tecnología se convertirá en el “sistema operativo” de las organizaciones. Si las empresas han de ser más adaptables, los procesos empresariales y las herramientas ya no pueden ser rígidos sino flexibles y capaces de cambiar rápidamente en función de las necesidades del empleado o del cliente.
Nuevos valores
La pandemia también ha hecho aflorar nuevos valores en clientes y empleados, y se espera que las empresas los tengan mucho más en cuenta. Uno de los mayores estudios realizados recientemente por Boston Consulting Group (BCG) descubrió que el 89% de los trabajadores esperan más flexibilidad en las oficinas, y que el modelo de semana laboral híbrida cosecha un apoyo abrumador.
Estamos hablando de algo más que del futuro de la oficina. La redistribución de los recursos fuera de un edificio central es una gran oportunidad para llevar el activo más valioso de la organización —su gente— a un lugar más cercano al cliente. Al tener el talento más repartido, el conocimiento del territorio en el que opera la empresa será más profundo y, por tanto, más estrechas las relaciones con los clientes. El resultado: un mejor producto o servicio y un negocio más rentable.
La masiva adopción de estos modelos de trabajo híbrido no se circunscribe al sector tecnológico. Un informe del think tank político Demos afirma que la productividad aumentará si se apuesta por una agenda basada en objetivos y se acepta una mayor conciliación entre la vida laboral y la familiar. El modelo de trabajo híbrido es la mejor solución posible para conseguirlo.
La productividad aumentará si se apuesta por una agenda basada en objetivos y se acepta una mayor conciliación
La pandemia y las nuevas formas de trabajo resultantes de ella han demostrado el potencial que ofrece la tecnología. Según Gartner, las inversiones en servicios y productos de infraestructuras de aplicaciones crecerán un 26,6% al año. Nuestros estudios afirman que las empresas están acelerando la adopción de bases de datos relacionales como servicio en plataformas Amazon AWS y Microsoft Azure.
Los negocios más maduros utilizan hasta quince servicios cloud (los usuarios de Azure son los que adoptan de forma más intensa otros servicios de Azure) y las Infraestructuras como Servicio (IaaS) para computación, redes y almacenamiento siguen siendo las que más gasto generan.
El empleado y la tecnología
Justo antes de que la pandemia provocara la redistribución de recursos empresariales más importante jamás habida, The Economist Intelligence Unit informaba de que los directivos ya planeaban aumentar la adopción de tecnologías emergentes, como la RPA, las redes definidas por software y, por supuesto, el machine learning y la inteligencia artificial. Todas ellas, basadas en la nube y en el uso de grandes conjuntos de datos, ofrecen enormes oportunidades de redistribución, ya que liberan al personal de las tareas más repetitivas y de menor valor al tiempo que incrementan el conocimiento de los datos y mejoran los servicios al cliente.
Estas ventajas deben aprovecharse para ocupar a nuestra gente en las tareas más valiosas de la organización. Las empresas ya no están fijas en un lugar, ahora pueden ir donde está el valor y aprovecharlo.