Con 1400 millones de habitantes, China es el país más poblado del mundo y el mayor mercado de alimentos y bebidas del planeta. Pero no tiene capacidad de autoabastecimiento. España, que cuenta con productos de excelente calidad en el sector, está ante una gran oportunidad. Ahora mismo, solo el 7% de nuestras exportaciones de alimentos y bebidas acaban en el gigante asiático.

El flujo de negocio entre España y China está condicionado por la complejidad del mercado, las diferencias culturales o la falta de información que padecen los export managers, los directores comerciales y los directores generales de las empresas a la hora de llegar al mercado chino.

Estas barreras explican que, pese a que el de alimentación y bebidas fue el único sector que incrementó sus ventas al exterior en 2020 —alcanzando los 51 304,11 millones de euros y aumentando sus cifras en un 5,5% con respecto a 2019—, aún no haya conseguido introducirse en China con éxito. Consciente de la situación, la startup española Monkey Markets ha creado la primera herramienta del mundo diseñada para planificar la exportación de alimentos y bebidas a China. Bajo un modelo de software as a service (SaaS), la plataforma desarrollada por la foodtech española ofrece acceso rápido y sencillo a la información más actualizada y completa que existe sobre el mercado chino, nutriéndose de fuentes tanto públicas como de pago que se actualizan constantemente.

El uso de big data es fundamental para facilitar e impulsar el comercio de alimentos y bebidas con el gigante asiático

A través de tecnología big data, la plataforma permite visualizar y filtrar los detalles precisos de las transacciones comerciales y datos aduaneros, así como navegar por ellos. Hablamos de datos tales como la evolución de las ventas, los puntos de distribución, los formatos de venta y envasado, los compradores, e incluso qué cantidad de producto han adquirido estos y a qué precio.

Toda esta información está disponible sobre cualquier producto, ya sea leche desnatada, aceite de oliva o carne de cerdo. Además, es posible discriminar los datos por región, algo que resulta fundamental en la entrada al mercado chino ya que la vasta extensión del país y las diferentes tendencias de consumo entre una zona y otra obligan a analizar el territorio como un país de países.

La importancia de los datos

En este contexto, el uso de los datos resulta fundamental a la hora de solventar las dificultades a las que se enfrentan los exportadores españoles para introducirse en el mercado asiático. La información generada, tanto por fuentes públicas como privadas, o por la propia plataforma, es, en muchas ocasiones, la respuesta para resolver gran parte de los retos, ya sean culturales o de conocimiento del ecosistema, con los que se encuentran las empresas para introducirse en China.

Este conjunto de información presenta a los profesionales una radiografía precisa de un mercado tan complejo

Conocer al detalle cómo funciona cada producto y subproducto en cualquier región del país es una información de gran valor que puede impulsar las ventas al exterior del sector de food & beverage. Esto se consigue a través de los algoritmos que utiliza la herramienta, que acceden a cerca de 800 000 líneas de datos y más de 500 000 transacciones procedentes de 15 500 importadores.

Todo este conjunto de información presenta a los profesionales una radiografía precisa de un mercado tan complejo, ayudándoles a conocer al detalle qué producto demanda China dentro de cada categoría, cómo se consume y qué países abastecen esta necesidad. De este modo, los exportadores cuentan con una herramienta fundamental para planificar y monitorizar la estrategia de exportación a China.

Punto de encuentro para el ecosistema exportador

Monkey Markets no solo es una herramienta de big data, analítica e inteligencia de mercado. Toda esta información recopilada se combina con consejos e información práctica para lanzar un producto al mercado chino. Desde, por ejemplo, técnicas de negociación y perfiles de negociadores que podemos encontrar en la cultura china hasta trámites legales y procesos burocráticos para lograr los permisos necesarios para vender en el país.

La apuesta consiste en congregar a todo el ecosistema exportador bajo una misma plataforma

Además, colaboradores y partners con experiencia en el proceso de venta a China alimentan la plataforma con consejos y guías en formato de vídeo o texto, y el usuario incluso puede contactar directamente con ellos a través de la plataforma.

De este modo, la apuesta consiste en congregar a todo el ecosistema exportador bajo una misma plataforma: expertos en exportación y mercado chino (como el ex responsable de desarrollo de negocio de Alibaba, Ernesto Caccavale) y empresas exportadoras e importadoras. Todo el que tenga algo que aportar en el proceso de exportación a China tiene cabida.

El objetivo es democratizar la venta de alimentos y bebidas a este país, y que cualquier empresa, independientemente de su tamaño, pueda participar en el proceso. Con esta filosofía, estamos ante una plataforma al alcance de organizaciones de todo tipo, y abierta a integrar más colaboradores de diferentes características.

La oportunidad española en este mercado

La forma de vender a China puede cambiar los destinos de una empresa. No hay que olvidar que se trata de un país estratégico para el sector de alimentación y bebidas, obligado a comprar al exterior para abastecer los estómagos de su creciente población. Esto permite formarse una idea de la gran oportunidad que supone el mercado chino para los productores españoles.

La calidad del producto gastronómico español está fuera de toda duda y sitúa a nuestro país en una posición privilegiada para ser muy apreciado en el exterior. En este contexto, las Denominaciones de Origen Protegidas (D.O.P. de jamón, queso, aceite, vino, frutas…) pueden desempeñar un papel fundamental en China.

El movimiento “España, nación foodtech” está impulsando la incorporación de tecnología e industria 4.0 para optimizar la producción

Además, no olvidemos que nuestro país tiene la necesidad de desarrollar actividades económicas complementarias a otras industrias tradicionales, y más aún ante los cambios de modelo que imponen las circunstancias post-COVID. De hecho, el movimiento “España, nación foodtech” está impulsando la incorporación de tecnología e industria 4.0 para optimizar la producción. El objetivo es convertir nuestro sector agroalimentario en un referente internacional, con cada vez mayor peso a nivel mundial como gran exportador de alimentación y bebidas, apoyándose en la calidad de nuestra gastronomía y nuestra materia prima.

La revolución del sector a través de la innovación está cada vez más cerca. Alguien tiene que dar de comer a la “fábrica del mundo”, y ese alguien puede ser España. Al menos ahora tenemos la tecnología para ayudarnos a explotar esa oportunidad, y es made in Spain.