En España contamos con una Administración Tributaria pionera en el mundo en lo que se refiere a la utilización de técnicas de analítica masiva de información. Desde la perspectiva del departamento fiscal de una compañía, la tecnología actual de análisis masivo de datos permite a estos equipos aportar valor al negocio, gestionar los riesgos y oportunidades fiscales, responder en tiempo y forma a las inspecciones, etc.
Si tuviéramos que explicar en pocas palabras en qué consiste el IIoT podríamos resumirlo diciendo que es la combinación de una serie de máquinas conectadas a Internet, junto con diversas plataformas de análisis avanzado para procesar los datos que se producen. En la actualidad, los entornos heterogéneos, con diferentes grados de automatización y digitalización, están extendidos por toda la industria. En este contexto, quienes sean capaces de implementar soluciones lo más abiertas y holísticas posible serán los que primero alcanzarán el éxito.
El término industrial no debe conducirnos a error y traernos a la cabeza únicamente imágenes de fábricas. Los beneficios derivados del IIOT alcanzan a una amplia variedad de sectores, desde la sanidad a la agricultura, los servicios financieros o el comercio, entre otros, donde hasta hace muy poco tiempo se desperdiciaba un caudal valiosísimo de información.
Ahí es donde entra en juego una buena estrategia IIOT, capaz de conjugar multitud de datos con información externa adicional, dando lugar a una base digital con la que la inteligencia artificial (IA) y los análisis de big data en tiempo real abren un abanico de posibilidades nunca antes visto.
Hacia la transformación total
¿Realmente es posible convertir todos esos datos industriales en información? La respuesta es sí, pero antes de embarcarse en un proyecto de estas características, es importante tener ciertas premisas claras.
No solo se trata de entender el IIOT como una manera de optimizar los procesos, de aumentar el grado de la automatización o introducir el mantenimiento predictivo —con el que, además, se prolonga la vida útil de la maquinaria—, sino que tiene que ir más allá. Hoy más que nunca, es preciso tener un horizonte ambicioso en el que no baste con traer mejoras puntuales, sino que se persiga una transformación del negocio mucho más amplia.
La capacidad de exprimir todo el potencial de los datos puede traer grandes beneficios en las áreas más dispares, desde el I+D a la producción o las ventas, generando nuevas formas de cooperación en la cadena de suministro. Aunque es cierto que aumentar la eficiencia o los tiempos de comercialización son objetivos importantes, hay que pensar a lo grande, mientras se avanza poco a poco, mirando al desarrollo de nuevos productos, a la transformación hacia un modelo de servicio, etc.
Tanto es así que las iniciativas de este tipo normalmente parten desde el departamento de Operaciones, más que del de TI. En cualquier caso, es cierto que una vez que se han puesto en marcha, ambas áreas han de trabajar codo con codo.
A la hora de abordar una estrategia IIOT es preciso tener en cuenta que se requerirá un rediseño de las TI y de la arquitectura, algo que afectará también a las personas y a los mismos procesos de negocio.
La buena noticia es que es posible arrancar proyectos piloto, a través de los que es posible ir comprobando algunos de los beneficios que aporta esta tecnología. A fin de cuentas, un fallo en una máquina incluida en una cadena de montaje puede generar unos costes muy elevados. Por ejemplo, este mal funcionamiento puede derivar en productos que no cumplen con los estándares de calidad de la empresa y, por tanto, no podrán salir al mercado.
Otro punto a su favor, sin duda, es que la máxima expresión de esta capa tecnológica es la eliminación de procesos en los que hace años la intervención humana era imprescindible. Ahora, al liberar a las personas de esas tareas, estas pueden centrarse en aquellas en las que aportan más valor añadido.
No basta con desplegar cientos de sensores si no se transforman en información útil para el negocio
La base tecnológica
Así pues, disponer de una buena base tecnológica es esencial para alcanzar esta meta. Nos referimos a una infraestructura tecnológica capaz de combinar la tecnología más operativa —entre la que destaca la ingesta de datos, los sistemas de control o las redes industriales— con los sistemas de TI. No podemos caer en el error de pensar que bastará con desplegar cientos de sensores si, después, estos dispositivos no son capaces de captar y transmitir los datos en tiempo real y, además, no contamos con los sistemas adecuados para transformarlos en información con la que ayudar a la mejora en la toma de decisiones.
En este apartado entran en escena diferentes tecnologías y modelos que, en función de las necesidades, aportan o no su granito de arena. Nos referimos al big data, a la computación en la nube o, por supuesto, al edge computing. No en vano, Gartner prevé que, para el año 2022, cerca del 75% de los datos generados en las empresas se procesarán fuera tanto del centro de datos como de la nube tradicional y centralizada. Un cambio que va a la velocidad de la luz, porque el año pasado este porcentaje de datos solo se cifraba en un 10%.
Así pues, contar con el apoyo de un proveedor tecnológico con experiencia que, además, haya construido a su alrededor un ecosistema de partners de primer orden puede ser un factor diferencial en una estrategia IITO. Empresas como HPE llevan años volcadas con este tipo de tecnologías IITO, ayudando a las empresas en áreas como el control y mantenimiento de las infraestructuras operativas, la seguridad laboral o la gestión remota de los activos, entre muchas otras.
Aunque es cierto que la interoperabilidad con los sistemas heredados no siempre resulta sencilla, hay que ser abiertamente optimistas, porque la barrera de entrada de este tipo de tecnologías se ha reducido significativamente para las pequeñas y medianas empresas que, a pesar de sus dimensiones, precisan de estas nuevas funcionalidades. De hecho, el coste de la tecnología está disminuyendo mientras los tiempos del retorno de la inversión se aceleran.
CenterPoint realiza 221 millones de lecturas de consumo al día, frente a las 80 000 que efectuaba antes
CenterPoint Energy
Ya existen múltiples casos de éxito que demuestran cómo el IIOT puede marcar un antes y un después en la industria, incluso en entornos muy complejos. Este puede ser el caso, por ejemplo, de CenterPoint Energy, una petrolera suministradora de energía. Gracias a la llegada de los sistemas IoT, los contadores y las redes inteligentes, y toda una propuesta tecnológica detrás, la compañía ha centrado su estrategia, sus operaciones e incluso su identidad en el uso de los datos masivos.
Estamos hablando de una compañía que lleva en el negocio del suministro eléctrico más de 140 años. En estos momentos cuenta con 7400 empleados, distribuye electricidad a 2,3 millones de clientes y, a través de una reciente adquisición, ahora puede vender gas natural a más de la mitad de los Estados Unidos.
Este paso hacia una operación completamente digital les ha permitido, por ejemplo, realizar 221 millones de lecturas de consumo al día (antes, con los lectores de mano y los operarios, tan sólo realizaba 80 000 lecturas al día). La diferencia es abismal.
Sin embargo, la ingesta de datos no es suficiente: es preciso transformarlos en información útil y hacer que estén en el centro de todas las decisiones.
- Por ejemplo, este enfoque permite a la compañía, a través de los datos procedentes de los dispositivos de control remoto que forman parte de sus sistemas de red, detectar las interrupciones o incluso evitar que sucedan.
- En cuanto a la eficacia operativa, este enfoque le ha permitido reducir la necesidad de mandar camiones a sus clientes (ahora se envían miles de camiones menos al año) o incluso ha ayudado a decidir dónde colocar a sus equipos en función de las condiciones del clima.
- Otro de los escenarios de uso está directamente relacionado con los clientes y sus expectativas, a través de servicios relacionados con la supervisión energética móvil o la operación online. En este caso, la satisfacción de los clientes ha aumentado un 10%.
- Los datos masivos abren también las puertas a un abanico de oportunidades de innovación, pues ha permitido a la empresa lanzar rápidamente nuevos servicios que pueden ser integrados de forma ágil en sus sistemas.
- También es un facilitador claro a la hora de poner en marcha procesos de automatización y otros potenciadores de eficiencia sin poner en peligro los procesos core.
La solución elegida está basada en SAP HANA, trabajando sobre una plataforma HPE ConvergedSystem 900, configurada de fábrica para trabajar sobre SAP HANA para garantizar una implementación más fluida y un menor riesgo de interrupciones durante la transición. A este escenario se unieron los servicios de consultoría de HPE Pointnext, que ayudaron durante las etapas de diseño e implementación, así como con el soporte de la nueva plataforma.
Todo se procesa
El futuro industrial digital, aquel que dibujábamos en el pasado, ya está aquí, es presente, ese en el que todo se procesa, con máquinas equipadas con inteligencia para colaborar de manera que las empresas se adaptan de manera flexible a las demandas cambiantes y permitiendo que las cadenas de suministro globales reaccionen instantáneamente ante cualquier incidencia.