Contar con un centro de datos propio es una necesidad para un gran número de empresas. Cuando está alojado in-house, propone una serie de retos derivados de la gestión y mantenimiento en cuanto a energía, refrigeración, flexibilidad y seguridad; retos a los que hay que sumar los relacionados con las comunicaciones, especialmente en un contexto donde cloud cobra cada vez mayor importancia.

El actual contexto empresarial obliga a las organizaciones de TI a responder de forma rápida a las necesidades que les plantea el negocio, que, además, son cada vez más exigentes. El escenario es cambiante en cuanto a regulaciones y normativas, pero además es especialmente acelerado en lo que se refiere a los avances tecnológicos, lo que dificulta la posibilidad de hacer previsiones en el ámbito de las infraestructuras ICT (information and communications technology).

Esto provoca que las organizaciones busquen soluciones cada vez más flexibles y escalables, que permitan asegurar los necesarios niveles de fiabilidad y seguridad, y que les propongan la conectividad adecuada con todo tipo de operadores, ISP y proveedores de red, asegurando rutas de fibra redundantes y bajos niveles de latencia para garantizar los tiempos de respuesta de las aplicaciones.

En muchos casos, la respuesta puede llegar a través de la externalización del datacenter a través del concepto de colocation, un término que no viene de colocar, sino del inglés co-location, es decir, “alojar de forma conjunta, en un mismo lugar”.

Recientemente estuvimos en las instalaciones de Interxion en Madrid para profundizar sobre lo que propone este concepto.

Es un hotel para el CPD, que proporciona todos los servicios y la conectividad necesarios

¿Qué es colocation?

Crear un centro de datos en la propia compañía está unido a numerosas problemáticas de infraestructura, como el espacio físico, la refrigeración, alimentación eléctrica, conectividad exterior, etc. Y luego están los retos que surgen cuando el centro de datos ha de crecer más allá de lo que permite el espacio disponible. Como respuesta a esta problemática apareció el concepto de colocation que defiende Interxion.

Dicho de forma muy sencilla, se puede plantear como un hotel en el que se alojan los servidores de los clientes. Este “establecimiento” es capaz de proporcionar todos los servicios que estos requieren, así como la conectividad necesaria. Al igual que en un hotel de verdad —en el que disfrutamos de la comodidad de una habitación limpia, acondicionada, con cama y baño, wifi, televisión, minibar, privacidad y seguridad— colocation ofrece todo lo necesario para el correcto funcionamiento de las máquinas de ICT de las empresas.

Las ventajas son innegables, porque las compañías siguen manteniendo el control absoluto sobre su infraestructura de ICT, pero aprovechan la última tecnología, así como escalabilidad, seguridad y disponibilidad que proporcionan los centros de proceso de datos de terceros:

Escalabilidad: en un entorno que ejerce presiones económicas, técnicas, legales y normativas sobre las empresas, las compañías pueden llegar fácilmente a un punto en el que necesiten más capacidad para sus centros de datos in-house. O puede que ocurra al revés, que con los avances que se están produciendo en el mundo de los servidores (en el que se ofrece cada vez más potencia de proceso en tamaños cada vez más compactos), el espacio físico que destinábamos a infraestructura de TI sea ahora, en parte, innecesario y las instalaciones disponibles estén siendo infrautilizadas.

Ambos casos son problemáticos, porque para el crecimiento se han de buscar nuevos espacios acondicionados, con refrigeración, alimentación eléctrica adecuada, así como la seguridad y conectividad que requieren las infraestructuras avanzadas de hoy. Al ubicar las máquinas en un centro de colocation, todos estos problemas desaparecen, ya que el espacio puede ampliarse y reducirse con los requerimientos del negocio de forma sencilla, y ya vienen incluidos todos los servicios necesarios.

El resultado es una mayor eficiencia económica, ya que no es necesario soportar el coste de una infraestructura sobredimensionada, si no se usa al 100%, ni tampoco necesita afrontar obras de ampliación para aumentar la capacidad de un CPD in-house que luego, por fluctuaciones del mercado, puede quedar infrautilizado.

Reducción de costes: al pagar solo por el espacio que se utiliza, el coste de mantener una infraestructura de ICT se adapta exactamente a las necesidades de la compañía en cada momento. Ya no es necesario disponer de espacio adicional “por si acaso”, o soportar un centro de datos que se ha quedado grande para las necesidades actuales de compañía.

Además, los costes asociados a la refrigeración, seguridad y conectividad se comparten con los demás partners del centro de colocation y son inferirores a los derivados de estas mismas instalaciones in-house.

Por otro lado, es también importante resaltar que el propio proveedor es el encargado de afrontar los necesarios procesos de innovación en lo relativo a todos los servicios asociados, con el objetivo de asegurar la eficiencia y disponibilidad de todos estos elementos. Todo esto redunda también en las empresas cliente de este tipo de espacios.

Reducción de la gestión: las regulaciones internacionales que afectan al almacenamiento y la seguridad del volumen cada vez mayor de datos que gestionan las empresas son cada vez más restrictivas o estrictas. En este caso, se pueden aprovechar las ventajas que ofrecen las instalaciones de colocation, ya que proporcionan un elevado nivel de seguridad, lo que permite cumplir con más facilidad todas las regulaciones existentes.

Esta característica permite que los responsables de TI puedan centrarse más en el valor que pueden aportar a su negocio y no tanto en la infraestructura de sus ICT. Además, los centros de datos profesionales también ayudan en los requerimientos de RSC (responsabilidad social corporativa) y de sostenibilidad, al proporcionar tanto una energía como una refrigeración lo más eficientes posible, con un impacto mínimo sobre el entorno.

Adaptación a la evolución tecnológica: el uso de un centro de datos en colocation tiene una ventaja adicional, derivada de la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías e innovaciones que van surgiendo.

Un ejemplo permite explicarlo mejor: si diseñamos un centro de datos en 2005, con sus requerimientos de potencia, espacio y refrigeración, solo diez años después (que es menos de la vida útil de un CPD), todas esas cifras ya no son válidas. Porque, sencillamente, es muy difícil realizar una previsión adecuada de los valores cuando se construye el centro de datos. Puede faltar potencia, porque se estimó la densidad de potencia de hace diez años; o sobrará espacio, porque los equipos son cada vez más pequeños; o faltará refrigeración, por el mismo motivo que la potencia, ya que la densidad se ha multiplicado casi por cuatro en los últimos años.

Teniendo la infraestructura de ICT en colocation, esto no ocurre, porque las variaciones en el tamaño y consumo de los equipos son absorbidas por el centro y la empresa se ahorra hacer estimaciones de futuro, tanto si crece como si decrece.

El coste de mantener la infraestructura se adapta a las necesidades en cada momento

Los servicios que ofrece

Pero ¿qué se puede esperar exactamente de un centro de colocation? Pues lo cierto es que nuestro símil con el hotel se acerca mucho a lo que este modelo ofrece para las infraestructuras de ICT de las empresas.

Del mismo modo que en un hotel no nos hemos de preocupar por la alimentación eléctrica, el aire acondicionado, la conexión wifi o de cable de la tele, ni por el suministro de agua, en los centros de colocation proporcionan todos los servicios que necesitan las máquinas del cliente que conforman el CPD:

Energía eléctrica: los dos centros de los que dispone Interxion en Madrid disponen ambos de dos acometidas eléctricas, de diferentes suministradores, para minimizar los impactos que pueden causar averías temporales en uno de ellos.

Para garantizar el suministro en el caso de cortes fortuitos, se dispone de 2N de sistemas de alimentación ininterrumpida, y, para interrupciones prologadas, de N+1 generadores eléctricos propios. Estos generadores disponen de depósitos de combustible en el propio edificio, además de un acuerdo especial con suministradores de primer nivel que garantiza el combustible en 24 horas.

Esto permite una disponibilidad de potencia del 99,999%, tanto en corriente alterna como en continua. Además, es posible solicitar potencias especiales para aplicaciones más exigentes.

Refrigeración: todos los equipos de los clientes funcionan en entornos controlados y monitorizados 24/7. Los SLA de temperatura y humedad siguen las recomendaciones ASHRAE (American Society of Heating, Refrigerating, and Air-Conditioning Engineers). Con el fin de mejorar la eficiencia energética del sistema, se utiliza la técnica de contención de los “pasillos fríos”, en lugar de los típicos “pasillos calientes”.

Conectividad: en los centros de datos de Madrid hay más de 50 operadores de telecomunicaciones disponibles, así como los principales de servicios cloud (Amazon Web Service, Microsoft Azure, etc.). El centro se encarga de realizar las conexiones del cliente con el proveedor.

Seguridad: los centros de datos emplean un sistema de cinco capas de seguridad física, basadas en el principio de “edificios dentro de edificios”. Las características principales son las siguientes:

  • El propio edificio. Todas las zonas comunes del edificio están bajo videovigilancia y hay una presencia constante de guardias de seguridad, además de alarmas para cada zona específica.
  • Identificación de acceso. Nadie puede entrar a las partes técnicas sin una identificación válida (DNI o similar) y sin disponer de tarjeta de acceso o superar un lector biométrico de huellas dactilares. Para acceder a las salas técnicas se requiere nueva identificación y, de nuevo, para acceder a la infraestructura.
  • Lista blanca. No es posible acceder a las salas técnicas si el nombre de la persona no se encuentra en una lista blanca que define el cliente. Aun contando con identificación válida, no se permite el acceso fuera del horario definido por el cliente.
  • Seguridad individual: en el caso de que en una misma sala haya diferentes clientes, cada uno dispone de su propia cerradura de combinación para acceder a su(s) servidor(es).
  • Procesos de seguridad propios. Cada cliente puede diseñar sus propios procedimientos de seguridad para que se apliquen, adicionalmente a los generales, a sus zonas privadas.
  • Servicio in situ. Aunque los diferentes centros de datos de los clientes se gestionan de forma remota, se ofrece un servicio de nivel 1, equivalente a un servicio de “ojos y manos”, que incluye el cambio de un cable, de un disco duro on-site, etc., con el fin de minimizar los desplazamientos que deba hacer el cliente para acciones de poca relevancia.

Los centros de datos emplean un sistema de cinco capas de seguridad física

Un espacio neutral

El modelo de centros de datos de colocation que propone Interxion se precia de ser completamente neutral y agnóstico con respecto a todos los proveedores, ya sean estos eléctricos, de redes o de cloud.

En otras palabras, un proveedor de centros de datos realmente neutral es aquel que es independiente de las compañías que usan sus servicios de
colocation y no compite con ellas en forma alguna, ni ofrece servicios en pack, como parte de colocation. Los clientes son libres de contratar directamente con los proveedores que ellos elijan en cada caso.

Al no competir, atrae un gran número de proveedores al centro de datos para ofrecer sus servicios, con lo que el cliente final tiene un enorme abanico para elegir y seguro que encontrará aquel con el que ya trabaja o quiere trabajar.

Esto se aplica a proveedores de telecomunicaciones fijas y móviles, ISP, CDN (content distribution networks), operadores de cloud, de SaaS, de hosting gestionado, integradores, etc. Básicamente, lo que permite es un sencillo multisourcing de los distintos servicios que la empresa quiera contratar a los proveedores.

El hecho de que los proveedores ya tengan sus conexiones en el centro de datos facilita enormemente todo lo relacionado con la conectividad, algo que resulta bastante más difícil en los centros de datos que se instalan en las propias oficinas de los clientes. La variedad permite elegir varios a la vez para disponer de redundancia o, simplemente, para escoger el que mejor precio ofrezca. Además, conforme cambian las necesidades, se puede pasar de un proveedor a otro con una interrupción mínima, ya que todas las conexiones están presentes y disponibles.

Esta filosofía se propaga también al hardware utilizado en la infraestructura del centro de datos. No solo es posible que los clientes traigan sus máquinas de cualquier fabricante para conectarlas, sino que el hardware del propio centro de datos, ya sea de refrigeración, seguridad, redes y conectividad o alimentación eléctrica puede ser de múltiples proveedores, en función de cuál ofrezca los dispositivos más fiables y seguros en cada momento.

Una de las grandes ventajas es que permite conexiones de baja latencia y alta velocidad

Conexiones cruzadas

Al disponer de múltiples proveedores en un mismo punto, se produce un fenómeno de sinergia en el que compañías del mismo sector, que necesitan estar conectadas entre sí, pueden alojarse una cerca de la otra y así permitir conexiones de baja latencia y alta velocidad sin siquiera salir del centro de datos. Este es otro de los puntos que reduce los costes.

Además, se forman lo que Interxion llama hubs o “comunidades de interés” en sus centros de datos. El CPD actúa como una especie de
marketplace para que las compañías se encuentren unas a otras y realicen transacciones más sencillas entre ellas. Como estas relaciones comerciales entre ellas, o entre las empresas y los proveedores de servicios, son completamente independientes del operador del centro de datos, la transparencia y sencillez a la hora de cambiar de uno a otro están garantizadas.