La tecnología redibuja el aspecto de la industria. ¿Cómo será el futuro? Todo conectado. Internet y las redes de alta disponibilidad, y crecientes velocidades, facilitan la interconexión entre todos los elementos de la cadena de valor empresarial. Permiten la interacción entre máquinas en tiempo real, llevando los procesos de producción a un nuevo estadio. Denominada industria 4.0, esta transformación es imparable en el sector industrial, especialmente en la rama del metal, y ha convertido al Internet Industrial de las Cosas (IIoT) en uno de sus pilares.

En la era de la transformación digital actual, los factores clave del éxito seguirán siendo la capacidad de identificar las áreas de mejora y la determinación para emprender las acciones derivadas de ese análisis.

La expresión inteligencia de fabricación hace referencia a un tipo de sistemas de software que se utiliza para reunir los datos de fabricación de una empresa procedentes de distintas fuentes para elaborar informes, realizar análisis y proporcionar gráficos, así como para transferir datos entre sistemas dentro de la empresa y de la planta. Al combinar los datos de distintas fuentes, es posible crear una nueva estructura o contexto que ayudará a los usuarios a encontrar lo que necesitan independientemente de cuál sea su procedencia.

El objetivo es lograr fábricas más inteligentes que permitan afrontar los retos y demandas que se avecinan. Este escenario es posible gracias a la aplicación de una serie de tecnologías que promueven la conectividad avanzada, la integración horizontal y vertical de sistemas, así como la gestión de datos en planta. El objetivo: convertir grandes cantidades de datos de fabricación en conocimientos reales, que faciliten los procesos de toma de decisión e impulsen los resultados empresariales basándose en estas conclusiones.

Se trata de información y datos de gran utilidad. En el ámbito de las empresas del metal, esto les ayudará a alcanzar sus objetivos de productividad, eficiencia y competitividad. Todo queda bajo el paraguas del concepto industria 4.0, donde fábricas, máquinas, plantas de producción, grupos, clientes y proveedores están interconectados gracias a IIoT, para dotar de inteligencia a las plantas industriales y  convertirlas en smart factories.

Los nuevos combustibles

Para la industria del metal, se trata de un concepto que aún está en fase embrionaria y de diseño en distintos foros, pero que terminará por imponerse. Aunque las principales necesidades y aplicaciones están más o menos claras, aún se investiga sobre los límites y sobre cómo deben aplicarse estas ideas a los distintos sectores.

Desde algunos ámbitos ya se están aportando soluciones. Una de las conclusiones a las que se ha llegado es que la inteligencia de fabricación debería incluir la detección, con el fin de obtener los datos de todos los sistemas y las máquinas utilizados en el proceso de fabricación. El objetivo es tener un control absoluto sobre el proceso de adquisición, procesamiento y análisis de los datos. Esto se logra a través de la integración y la conexión de procesos, y aporta mayor flexibilidad, fiabilidad y eficiencia, ya que hace posible estimar y enviar alertas cuando se produzca algún error. De igual forma, también ayuda a solucionar posibles incidencias en las máquinas antes de que se produzcan daños. Todo esto ahorra costes e incrementa los niveles de productividad y competitividad.

Otras posturas afirman que la productividad es básica para el éxito de la fabricación en todos los sectores y tienden a ignorar el carácter específico de las industrias independientemente de sus diferencias.

Lo que es evidente es que el conocimiento del sector y la experiencia revelan la necesidad de aprovechar al máximo todos los datos generados por los sistemas de CAD/CAM/MES/ERP, y también por los sistemas de colaboración en las fábricas del metal, teniendo en cuenta las características especiales de esta industria.

Las fábricas generan miles de datos cada día y es posible obtener un gran provecho de ellos. La captura y transmisión a los sistemas para su análisis ya no es un problema, y esto redunda en una mayor eficacia operativa y una mejor gestión y producción industriales, favoreciendo el crecimiento y la competitividad. La inteligencia de fabricación comprende sistemas de software que procesan los datos de las operaciones para convertirlos en valor, con el objetivo de mejorar la productividad y la eficiencia, y que se traduzca en ventajas competitivas.

En la industria 4.0 ya no sirve distinguir entre flujos de materiales y de información

Inteligencia de fabricación

En la actualidad, ya se está dando forma a este futuro mediante el desarrollo de plataformas que hacen posible estos escenarios, con los que se pretende afrontar las necesidades y expectativas suscitadas por el nuevo paradigma que plantea la industria 4.0.

Varias son las ventajas competitivas que se obtienen al utilizar estos sistemas de inteligencia de fabricación, entre las que destacan:

  • Detectar nuestras buenas prácticas. Qué es lo que hacemos bien en nuestra fábrica.
  • Analizar las causas originales de cualquier rechazo, baja calidad, etc. En qué podríamos mejorar.
  • Identificar patrones ocultos que pudieran dar lugar a innovación, desorganización y evolución. Qué es lo que no sabemos sobre nuestra fábrica.
  • Prestar servicios avanzados en base a los datos disponibles (presupuestos, intervalos de producción, logística, etc.).
  • Integrar a nuestros proveedores en la cadena de suministro, permitiéndoles obtener más información sobre cómo podrían prestarnos un mejor servicio.

Estas ideas ya están presentes en la industria (principalmente en la automovilística y la aeronáutica). Pero ahora existe la oportunidad de aplicar tecnologías recientes (big data, cloud, mecanismos de integración avanzados, herramientas analíticas y de business intelligence) para poder procesar de forma automática y en tiempo real muchos más datos procedentes de distintos sistemas y fuentes. Esto permitirá que los usuarios de los sistemas de inteligencia de fabricación obtengan información precisa en el momento en que lo necesiten, sin tener que esperar prolongados procedimientos de análisis.

Oportunidades

El número de empresas que se van sumando a este concepto de la fábrica inteligente está creciendo, pero aún hay quien se resisten a dar el salto, argumentando razones como la inversión ya realizada, etc. Esto no hace más que retrasar lo inevitable.

El informe de Industry 4.0. How to navigate digitization of the manufacturing sector (2015), de McKinsey, desvela que las empresas esperan que la industria 4.0 aumente sus ingresos en un 23% y la productividad en un 26%, muchos —aproximadamente el 80%— se están preparando para los cambios en su modelo de negocio. Sin embargo, la interconexión en Internet y la integración de un número cada vez mayor de personas, procesos, datos, cosas, máquinas y plantas de fabricación será más importante en los próximos años. Se presentan innumerables oportunidades para multitud de sectores industriales.

En este proceso de transformación digital, la inteligencia de fabricación será la forma de trabajar de todas las industrias en el futuro. Esto abrirá un mundo de posibilidades al sector, que mejorará de forma radical su productividad y eficiencia. En la industria 4.0 ya no sirve distinguir entre flujos de materiales y de información, pues ambos estarán profundamente vinculados hasta el punto de producirse una fusión entre procesos y dispositivos.