Nos encontramos ante el mayor momento de cambio de la historia. Debido al nuevo entorno que denominamos ultra-VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo), la necesidad de adaptarse para no quedarse atrás es, sencillamente, vital. La cuestión clave estriba en qué es necesario para que una empresa se transforme, ajustándose así al nuevo escenario. La respuesta es tan simple como compleja: el cambio de mentalidad de las personas que trabajan en ella.
De este escenario surge el concepto mindset management o gestión de mentalidades, que hace referencia al vínculo que se genera entre la empresa y las personas que están ligadas profesionalmente a ella, y que ayuda a aumentar el compromiso, la inclusión, el bienestar, la creatividad y la innovación disruptiva en todos los niveles de la organización.
Es importante dejar de lado la jerarquía y comenzar a enfatizar el término “redarquía”. A causa del marco en el que nos estamos desarrollando, resulta cada vez más recomendable optar por una inteligencia colaborativa, de igual a igual, en la que primen las interacciones múltiples entre distintas áreas. De esta forma, se puede fomentar el talento, la motivación y, en consecuencia, la productividad y el bienestar laboral.
Pixar braintrust
Bajo el liderazgo de Ed Catmull, ya retirado, los estudios de animación Pixar han ido creciendo y desmintiendo mitos hasta llegar a producir películas realmente exitosas, que fueron reconocidas con numerosos premios.
El mayor logro de Pixar fue el giro que logró dar a través de sus metodologías de trabajo
La innovadora tecnología que desarrollaron rompió barreras y abrió paso al uso de una mayor calidad en el ámbito de la animación. Pero quedarse anclado en lo superficial, viendo solo la tecnología como canal de éxito, sería un error. El mayor logro de Pixar fue el giro que logró dar a través de sus metodologías de trabajo. Las continuas reuniones que se mantenían dieron lugar a una técnica llamada Pixar Braintrust. Para fomentar la creatividad y el sentimiento de pertenencia, entendieron que todos y cada uno de los trabajadores formaban un gran equipo y que, por tanto, todos debían aportar, tanto ideas como críticas constructivas. De hecho, vieron que la toma de decisiones mejoraba cuando se apoyaba en las opiniones e ideas de todos los empleados.
Mentalidad de crecimiento
El éxito futuro de cualquier empresa depende de la transformación de toda su gente. Carol Dweck, profesora de psicología en la Universidad de Stanford, destaca la importancia de una mentalidad de crecimiento y desarrollo frente a una mentalidad fija.
Las empresas con mentalidad de crecimiento contaban con trabajadores más motivados, con una cultura más innovadora y arriesgada
Dweck llevó a cabo una investigación en varias empresas de la Fortune 1000. En su estudio, analizó cómo influye en la empresa el nivel de felicidad, el trabajo en equipo, la innovación y la conducta de los trabajadores. Detectó que las empresas con mentalidad de crecimiento contaban con trabajadores más motivados, con una cultura más innovadora y arriesgada, que confían más en sus empresas y que tienen un mayor sentido de responsabilidad. La buena noticia es, como la propia Carol Dweck indica, que la mentalidad de éxito puede aprenderse y enseñarse.
Mindset management y neuromangement
Finalmente, cabe destacar cómo el mindset management se apoya en el neuromanagement. Esta es la disciplina que estudia los procesos neurológicos implicados en la toma de decisiones para determinar qué mecanismos cerebrales, tanto racionales como emocionales, intervienen en la gestión de una compañía. De este modo, sabemos, por ejemplo, cómo la plasticidad cerebral facilita a las personas el continuo aprendizaje, así como la capacidad de evolucionar para afrontar riesgos y aprovechar oportunidades.
En definitiva, en la actualidad, los trabajadores con talento no están ligados a una determinada empresa simplemente por un salario: necesitan un liderazgo que tenga en cuenta sus emociones y necesidades personales. Esto es algo que solo puede proporcionarles un buen líder, que sepa gestionar de forma adecuada el comportamiento de las personas y entender el proceso de toma de decisiones.