
La transformación digital está obligando a las empresas a evolucionar desde arquitecturas TI tradicionales a las denominadas Open TI de nueva generación que sean capaces de proporcionar una infraestructura robusta para afrontar los retos de la era digital, un proceso que, en el entorno actual, exige aprovechar sinergias de negocio para racionalizar costes.
En el actual contexto digital, las organizaciones han de adaptarse de forma continua. El cambio es la única constante. Los distintos sectores se están reconfigurando con la irrupción de nuevos actores y la desaparición de los jugadores tradicionales, lo que está habilitando toda una serie de oportunidades y nuevos modelos de negocio disruptivos que, en muchos casos, llegan a través de la búsqueda de sinergias con terceros, que pueden derivar también en oportunidades de negocio para otras áreas de la organización.
Este nuevo escenario está obligando a las organizaciones a evolucionar desde la TI tradicional hacia una nueva TI, que debe superar una serie de retos:
- Nuevo ecosistema de TI para competir en el mundo digital. Se debe dotar a la organización de una arquitectura digital que, a través de la tecnología, permita transformar el negocio actual, crear la visión de lo que puede ser en el futuro y pilotar nuevos modelos disruptivos.
- Múltiples dispositivos y un consumo ágil de servicios. La adopción masiva de nuevos dispositivos (smartphones, tabletas…) ha aumentado el nivel de conexión de los consumidores y su acceso a la información, requiriendo un enfoque omnicanal y una arquitectura ágil para un eficiente consumo de servicios de negocio (microservicios) y para satisfacer de las expectativas del cliente.
- Nuevas fuentes de datos y la necesidad de almacenar y procesar grandes volúmenes de información. Un nuevo tratamiento de la información que, a través de un enfoque data hub, presenta una plataforma integradora de los datos y los procesos de la organización. Distintos sabores del dato (operacional/informacional, estructurado/desestructurado) conviven y se orquestan permitiendo la implantación de nuevos servicios.
- El dato como activo principal con la personalización de servicios derivada de un mayor conocimiento del cliente. Nuevas capacidades analíticas que permitan entender al cliente y su comportamiento, incrementando la eficiencia comercial y utilizando la inteligencia social para mejorar la segmentación de los potenciales clientes y los procesos de captación, retención y fidelización.
- Agilidad para la creación de nuevos productos y servicios. Los nuevos marcos metodológicos y operativos basados en metodologías ágiles y un enfoque DevOps ofrecen nuevas capacidades y oportunidades para pilotar nuevas soluciones y productos con una mejora significativa tanto del time-to-market como de la innovación.
- Nuevas capacidades de integración para la colaboración con nuevos actores. El nuevo ecosistema API proporciona una arquitectura de integración ágil, ofreciendo a la organización una rápida adaptación al cambio y la presentación del negocio en forma de servicio, accesible al público de un modo seguro y por parte de nuevos actores.
- Nuevos modelos de sourcing y prestación de servicios. Adopción de un modelo en la nube como evolución en la prestación de servicios TI, proporcionando una mejora en la provisión de servicios y un mejor time-to-market, así como una optimización de costes y el incremento en el cumplimiento del SLA.
Esta transformación digital ha de tener en cuenta los sistemas legacy existentes
Modelo de evolución
Sin embargo, esta transformación digital ha de tener en cuenta los sistemas legacy existentes. De esta forma, es necesario disponer de un modelo de evolución que facilite el proceso de implantación y gobierno de la nueva TI, aprovechando las sinergias de negocio y alineando las prioridades en este aspecto con el avance de la nueva TI. De esta forma, es posible transformar la TI racionalizando los costes y la tecnología pasa de ser una palanca más para convertirse en la base que permite generar nuevos negocios.
En la figura 1 aparece representado este modelo, que define el roadmap de evolución tecnológica partiendo de modelos de referencia sectoriales y que sirve de guía a la hora de definir el plan de transformación:
- El primer paso es la definición estratégica. Aportando recomendaciones iniciales basadas en experiencia, mejores prácticas, estándares y tendencias del sector de actividad, se define el modelo de referencia. El conocimiento sectorial es clave para la definición del modelo TO-BE objetivo y la definición del roadmap de evolución.
- A continuación se realiza un análisis y diagnóstico de la situación actual de la arquitectura TI, así como de los procesos, la metodología y el modelo de gobierno de la organización.
- Por último, se define un modelo objetivo y un plan de transformación que permitan adaptar el modelo inicial a partir del gap detectado, con la situación actual de los ámbitos de análisis. Normalmente, este modelo objetivo estará entre el inicial y el modelo de referencia, ya que puede resultar complicado para la organización llegar a ese modelo ideal debido a la necesidad de mantener algunos de los sistemas legacy.
Hacia el ti bimodal
Para facilitar la transformación hacia el modelo objetivo, mediante el análisis del plan estratégico global de TI y teniendo en cuenta las necesidades de negocio, es importante identificar aquellos proyectos que irán requiriendo las distintas piezas de las arquitecturas que se han previsto dentro del modelo. Estas piezas se incluirán dentro del ámbito del proyecto, de modo que estarán disponibles para su reutilización en proyectos futuros. Esto permite la evolución hacia la NextGen TI de forma paulatina, racionalizando los costes y alineándolos con las necesidades del negocio.
Durante la ejecución de los proyectos, y quizá después de la implantación de la NextGen IT, los sistemas legacy seguirán conviviendo con las nuevas tecnologías escalables, flexibles, seguras, abiertas y ágiles (apificación, microservicios, cloud, DevOps…). De este modo, la organización dispondrá de una TI bimodal, que combina la TI tradicional y la de nueva generación.
Por todo ello es necesario contemplar un modelo de evolución donde las dos TI (tradicional y NextGen) conviven, y definir el plan de transformación que permita, a partir de las necesidades de negocio, ir desarrollando las piezas de la nueva IT dentro de los proyectos y teniendo en cuenta el modelo objetivo durante todo el proceso.