
Digitalizar una organización tiene más que ver con la agilidad, la conversión de las inversiones fijas en costes variables y la radical capacidad de adaptarse a la demanda, que con tener un comercio electrónico o una app para móviles. Digitalizar es aplicar masivamente tecnología a la cadena de valor y eso pasa por cambiar el paradigma de TI hacia entornos híbridos multinube orquestados.
Inditex es ya la mayor empresa de moda del mundo, está entre los 40 mayores retailers globales y cerró el año pasado como la número 78 con mayor capitalización. Todo esto son logros conseguidos en relativamente pocos años, pasando por delante de otras compañías con mucho más historial y, en su momento, muchísimos más recursos. ¿Cuál es el secreto? Obviamente un éxito de ese calibre reside en varios aciertos sostenidos, pero uno de los principales es que se trata de una empresa absolutamente digitalizada.
Muchas personas tienden a pensar que “lo digital” es propio de startups o de empresas que migran hacia modelos de go-to-market basados en el comercio electrónico; que digitalizarse no es algo que va con su empresa porque su foco no es vender por Internet.
Pero la realidad es otra. Inditex es una empresa ganadora porque cada vez está más digitalizada, y nada de eso tiene que ver con que tenga una tienda online sino con que su modelo de competitividad es absolutamente diferencial e imbatible, y está posibilitado por la digitalización: es capaz de servir nuevo género dos veces por semana a sus tiendas, adaptado de forma continua al tipo de demanda de cada una de ellas, recogiendo y ajustando sus modelos a las tendencias de forma milimétrica y constante. Además, puede balancear stocks entre los centros de forma que el índice de repetición de visita y compra de sus clientes es netamente superior al de cualquier competidor, porque saben que encontrarán en su tienda preferida un surtido continuamente renovado y adaptado a sus gustos concretos.
Capacidad de adaptación
Esta radical adaptación de la oferta a la demanda es posible digitalizando por completo todo su proceso de creación y entrega de valor: desde la producción hasta la venta. Todo está constantemente conectado y gestionado de forma flexible y precisa. Cuentan con las tiendas más digitalizadas de todo el retail mundial, así como con una producción que en algunos aspectos es más cara (¡aunque, en general, sus marcas son de precio medio o bajo), pero más reorientable en muy corto plazo.
Muy pronto, sus tiendas tendrán todos los probadores digitalizados de forma que, además de muchas ventajas para el cliente, generarán para Inditex información precisa de una parte del proceso de compra que hoy es opaco para todos sus competidores: por ejemplo, ¿qué se prueban pero no eligen sus clientes, y por qué razones? Atacando ese big data, pueden mejorar aún de forma más radical su capacidad de adaptar su oferta a la demanda, que hasta ahora solo pueden “mover” basándose en lo que sí termina en compra.
Agilidad y eficiencia
De esta forma, digitalizar implica meter tecnología —de forma masiva— en todos los procesos empresariales, hasta que pasen tres cosas:
- Que se transformen en algo diferente.
- Que se conviertan en más ágiles.
- Que ganen en eficiencia competitiva.
Eso significa también que el paradigma de TI que usen debe ser totalmente diferente al precedente. ¿Cuál era este? El resultado de hacer planificaciones plurianuales de grandes inversiones en activos tecnológicos fijos. Un paradigma demasiado rígido en todos los aspectos, cuyo más claro exponente es el datacenter on-premise, en propiedad, basado en servidores virtualizados conectados por elementos físicos de red y seguridad. La forma antigua de pensar y planificar las tecnologías de la información es, simplemente, letal para la competitividad: en un mundo empresarial tendente a los planteamientos ágiles y Lean, fruto de la digitalización, cualquier rigidez y CAPEX es una barrera potencial.
Ahí es donde tiene un papel determinante la nube como concepto, y la multinube híbrida como su plasmación más poderosa, ágil y flexible. La idea es bien simple: usamos y pagamos la electricidad, pero no poseemos la central eléctrica, así que tenemos costes variables según nuestro nivel de uso y no comprometemos capacidad de inversión en ello. Añádele a eso la posibilidad de acceder a varias centrales eléctricas en función del tipo de energía que en cada proceso o momento te interese más, y de cambiar cargas de unas a otras para tener siempre la mezcla exacta que más te interesa. Pues eso tan ventajoso, y tan imprescindible en una economía crecientemente digitalizada, es lo que representa la multinube híbrida para la competitividad de la empresa. Se trata de poder ejecutar cada carga de trabajo, en cada momento, allí donde más interesa, pagando una cantidad variable que reduce la inversión fija y adapta la curva de costes a la de ingresos. Imbatible por cualquier competidor que siga anclado en el paradigma antiguo del datacenter tradicional.
Orquestar recursos
Pero todo esto trae consigo una serie de nuevos retos. Uno de los principales es que hay que ser capaz de orquestar una suma tan heterogénea y cambiante de recursos as a service, entre los que habrá nubes privadas —incluso on-premise— y nubes públicas de varios proveedores, además de recursos legacy. Todo ello para añadir complejidad a la foto, con una disponibilidad de 365 × 24 × 7 y con un decreciente TCO. No en vano, todos los analistas mundiales, desde Gartner a IDC, repiten que alrededor de tres cuartas partes de las cargas de trabajo se van a la nube, pero que solo una cuarta parte de ellas se queda exclusivamente en la pública, mientras que el resto se gestionará desde multinubes híbridas que mezclarán varias nubes, privadas y públicas.
Exactamente eso es lo que proporcionamos en Walhalla desde nuestra tecnología propia de orquestación para este tipo de entornos tecnológicos. Ayudamos a construir y gestionar —de forma poderosa, flexible y con costes de operación contenidos— los entornos de multinube híbrida sin caer en contextos propietarios que limitarían la capacidad competitiva de estas empresas para ser ágiles y eficientes.