El éxito actual depende de cómo las empresas aprovechan la cantidad ingente de datos circundantes y del modo en el que se relacionan con su entorno. La interconexión es la clave para conseguir ambos objetivos en un mundo en el que cada día aparecen nuevas tecnologías. Sin el desarrollo de plataformas globales de data centers no podríamos sacar todo el partido de las ventajas que ofrece la interconexión.

Tendencias como el 5G, el IoT o la inteligencia artificial ya no suenan a ciencia ficción y están siendo adoptadas por empresas, Administraciones y ciudadanos de todo el mundo. Las ciudades inteligentes, o smart cities, se apoyan en usos creativos de la tecnología para idear nue­vos proyectos relacionados con la gestión de la movilidad, el cuidado del medio ambiente o el de­sarrollo de políticas de eficiencia energética. En el hogar conectado disfrutamos de las ventajas de la do­mótica y de la nueva generación de servicios de entre­tenimiento, con productos tales como las plataformas de streaming de contenido. Estamos viviendo en un mundo cada vez más digitalizado y tecnológico.

Pero es importante asimilar que estas tenden­cias tecnológicas cuentan con una misma materia prima: los datos, procedentes de fuentes tan dispares como productos, ser­vicios, compañías, ciudades o usuarios. Las innovaciones dependen de la capacidad para asimilar la información, y de su correcto uso y mani­pulación, en el buen sentido de la palabra. Por esta razón, una de las vías de desarrollo más importantes está en dar respuesta a varios retos relacionados con la extracción, almacenamiento, análi­sis y transferencia de información.

La interconexión

El aumento exponencial de datos es el mayor reto al que nos enfrentamos. Según un estudio de Dell titulado Global Data Protection Index, los datos que manejan las organizaciones han crecido un 569% durante el período 2016-2018 y, como figura en el informe Digital Universe, IDC estima que la cantidad de información almacenada en los sistemas de TI se duplica cada dos años. Con estas cifras sobre la mesa, ¿cómo podremos manejar una cantidad desbordante de información con los actuales modelos de conectividad?

El actual modelo, sistemas centralizados y dependientes del Internet público, no es suficiente para dar respuesta a la oleada de datos. Como consecuencia, algunas empresas ya están adoptando un modelo de conectividad privada, segura y ultrarrápida con sus partners, clientes y empleados: la interconexión. A través de ella pueden escalar sus negocios a cualquier parte del mundo y de manera sencilla, mientras eluden completamente el Internet público para mitigar múltiples problemas de disponibilidad o latencias, así como para eliminar riesgos de ciberseguridad y privacidad.

El éxito de este cambio de paradigma, la interconexión, dependerá de su grado de adopción. Según la segunda edición del Índice de Interconexión Global, un estudio publicado por Equinix que analiza el intercambio de tráfico global, la tasa de crecimiento de la interconexión (48%) prácticamente doblará a la del Internet público (26%) en 2021: el ancho de banda crecerá a más de 8200 terabits por segundo (Tbps). Con estos datos, la interco­nexión será el modelo de conectividad e intercambio de datos predominante en las próximas décadas.

La interconexión permite eludir problemas de disponibilidad o latencias, y eliminar riesgos de ciberseguridad y privacidad

Plataformas globales

Para poder desarrollar todo el potencial de la interconexión, las plataformas globales de data centers son esenciales. En el actual contexto digital, marcado por nuevas formas de hacer negocios, el data center de última generación se ha convertido en un elemento esencial para el desarrollo tecnológico. Han pasado de ser infraestructuras estáticas, que se limitaban al almacenamiento de datos, a convertirse en auténticos centros de conectividad entre empresas, proveedores de contenidos, servicios cloud y compañías de servicios de red.

Ciudadanos y consumidores dependemos de los data centers a diario. Las apps del smartphone, las plataformas de entretenimiento, los sistemas de almacenamiento de datos en la nube, los servicios digitales para realizar trámites con la Administración… Estos servicios, que suelen ser personalizados ba­sados en datos, ofrecen valor a sus usuarios en milisegundos y dependen de un mayor nivel de interconexión directa, escalable y confiable que no se puede entregar a través de Internet. Este tipo de conexiones rápidas y seguras tienen lugar de manera exclusiva dentro de los data centers.

Data centers interconectados

En la actualidad, la interconexión ofrece la oportunidad de unir, de manera virtual y física, a organizaciones y proveedores de diferentes países y continentes de manera casi instantánea. Para acceder a esta ventaja, de nada sirve contar con un data center de vanguardia si este está aislado. Las plataformas globales de data centers, como la que ha desarrollado Equinix con sus más de 200 data centers International Business Exchange (IBX) en 52 mercados metropolitanos, permiten a empresas, Administraciones y usuarios acceder a redes de interconexión que inciden en todo el planeta.

En estas plataformas internacionales de data centers se están formando complejos ecosistemas de negocio en los que organizaciones de todo tipo acceden a miles de proveedores de servicios cloud en hiperescala, telecomunicaciones y contenidos mientras se comunican con otras compañías, socios y empleados. Todo esto desde cualquier lugar, en cualquier momento, sin interrupciones y a través de comunicaciones totalmente seguras. Por poner un ejemplo, si una empresa quiere apostar por un modelo de interconexión y nube híbrida, en el que su información fluctúa entre la seguridad y confiabilidad de un data center y la flexibilidad de las nubes públicas de Amazon Web Services, Google Cloud y Microsoft Azure, solo tiene una alternativa: una plataforma global de data centers.

La importancia de contar con una red distribuida de centros en todo el mundo también está relacionada con las actuales tendencias tecnológicas. El avance de las smart cities, de los vehículos autónomos y de los dispositivos conectados depende de que los centros de recepción, análisis y transferencia de los datos generados estén cerca de las fuentes de información y operen en el edge.

En Equinix conocemos el potencial de la interconexión: elimina fronteras, facilita escalar negocios internacionalmente y permite la adopción de las tecnologías del presente y del futuro. La transformación es el único camino que deben tomar organizaciones para ofrecer sus mejores servicios y soluciones y aprovechar la información circundante, pero sin un intercambio fluido de datos no puede haber un desarrollo eficaz.