Tras los meses de teletrabajo forzoso a los que nos abocó la pandemia, se está imponiendo progresivamente la modalidad híbrida. Y eso incluso en España, no muy habituada a trabajar a distancia. Es consecuencia directa de la valoración que tanto empleadores como empleados han hecho de los pasados meses. Una evaluación que revela que el aumento de la productividad y las mejoras en la conciliación vienen acompañados de retos.
El informe Teletrabajo en tiempos de COVID, un año después, de EADA Business School, pone cifras a este balance. Destaca que, aunque para el 68% de los encuestados la experiencia del teletrabajo ha sido muy positiva, un 53% considera que se ha debilitado seriamente la relación con los compañeros, y prácticamente la mitad se ha sentido aislado. Los nuevos espacios de trabajo híbrido compaginan ambos mundos y son capaces de sacar el máximo partido a las ventajas de los diferentes modelos al tiempo que reducen sus inconvenientes.
Al trabajo híbrido hay que añadir también la movilidad, una vez que se han recuperado los viajes y los eventos
Sin embargo, para poder desplegar una correcta estrategia híbrida es preciso disponer de la tecnología adecuada. El ordenador portátil se ha convertido, junto al teléfono móvil, en una herramienta imprescindible para cualquier trabajador que se acoja al modelo híbrido. Por este motivo, los diseños ultraligeros — como el Dynabook Portégé X30W, con menos de un kilogramo de peso y chasis de gran resistencia— están teniendo tan buena acogida. Pensemos que al espacio de trabajo híbrido hay que añadirle ahora también la movilidad, una vez que se han recuperado los viajes y la organización de eventos. Para estas situaciones resulta muy interesante, por ejemplo, contar con una pantalla táctil que mejore la usabilidad o permita tomar notas con un puntero, o gozar de la posibilidad de convertir el portátil en tablet girando la pantalla 360 grados.
La durabilidad y resistencia a cambios bruscos de temperaturas, a la humedad o a la vibración son condiciones sine qua non para los entornos de trabajo híbridos. Esto es especialmente cierto cuando el puesto implica traslados y, con ellos, riesgos de caída del equipo. En esta misma línea, poder olvidarnos del cargador también es esencial. Algunos de nuestros dispositivos ofrecen hasta 16 horas de autonomía y, en caso de apuro, carga rápida de hasta un 40% en tan solo media hora.
Modelos híbridos: preparados para la colaboración
Los equipos portátiles con los que dotar a la fuerza laboral han de combatir esa sensación de aislamiento, o de menor colaboración, que muchos han sentido durante los peores meses de la pandemia. Para ello, la potencia proporcionada por procesadores de última generación es esencial, de manera que el rendimiento en los entornos multitarea, con diversas aplicaciones ejecutándose simultáneamente, no se vea penalizado.
Las videoconferencias que se pueden mantener en estos equipos portátiles —dotados con una webcam principal de 720p y un sistema de audio con micrófonos duales, cancelación de ruido y sonido Dolby Atmos— contribuirán a fortalecer la colaboración entre compañeros.
La seguridad, clave
La oficina extendida puede entrañar riesgos de seguridad si no se toman las medidas oportunas. Soluciones como Dynabook Mobile Zero Client (DMZC) ofrecen la necesaria protección sin añadir complejidad ni reducir el rendimiento. Además, es una solución sin cliente, compatible con todas las principales VDI del mercado, desde Citrix a VMware.
A través de DMZC, la información corporativa se encuentra alojada en la nube hasta que el usuario inicia sesión en el entorno virtual
A través de DMZC, la información corporativa se encuentra alojada en la nube hasta que el usuario inicia sesión en el entorno virtual de la empresa. De esta manera, los dispositivos se conectan a la red corporativa con total garantía y es posible desconectarlos a distancia en caso de robo o extravío.
Además, el modelo híbrido y descentralizado ha añadido complejidad a unos departamentos de TI ya bastante colapsados. En este contexto, soluciones como Dynabook as a Service permiten proporcionar a los empleados el hardware, software y servicios que precisen, y desentenderse de las labores de mantenimiento. Incluso se pueden incorporar equipos a demanda. Este servicio facilita en gran medida el adecuado dimensionamiento del parque de portátiles; se resuelven así muchos de los retos asociados a la puesta en marcha del espacio de trabajo híbrido.