En un entorno de constante evolución, son muchos los casos en los que dentro del departamento de sistemas se afrontan proyectos SAP que requerirían validaciones y pruebas de aceptación complejas. En estos casos, la implantación de herramientas avanzadas como Worksoft permiten afrontar con garantías una automatización que puede ser crucial.

Cada vez es más habitual la necesidad de adaptar los procesos implementados en los sistemas IT de una organización, teniendo en cuenta. además, que en este nuevo mundo digital la disparidad de plataformas y aplicaciones alrededor de SAP está creciendo de forma continuada.

Si nos situamos en este escenario descubrimos que la aproximación habitual dentro de los proyectos IT a las etapas de pruebas ya no es la más adecuada. Ya no podemos enfocar los procesos de testing como una fase en la que se asegura que el software, como tal, funciona perfectamente y se adecúa a lo que se había solicitado. Lo que ahora se necesita es afrontar la validación de los nuevos procesos de negocio implementados. Es imprescindible asegurar que el negocio opera adecuadamente tras los cambios en sus sistemas y que todo sigue funcionando sin contratiempos.

A lo largo de nuestra experiencia en numerosos clientes SAP, hemos identificado algo común en proyectos que empiezan a ser habituales, como el despliegue de nuevas instalaciones correspondientes a “roll-outs” internacionales o procesos de reorganizaciones internas en grandes grupos que afectan a los sistemas, además de las mergers & Spinoffs. En todos ellos se están encontrando con un cuello de botella al carecer de procesos automatizados en las fases de pruebas. Esto mismo ocurre en los procesos de upgrades de versión, dado que ahora ya es difícil encontrar una organización en la que no se tengan aplicativos específicos desarrollados en Java, PHP o .NET, portales o hasta soluciones en cloud —como un CRM en la nube— ya integrados en tiempo real.

Automatización

Cuando hablamos de incorporar herramientas de automatización de pruebas estamos hablando de sustituir las, hasta ahora, tareas manuales en las que se han simplificado al máximo los casos de prueba y donde ya no es fácil realizar una correcta documentación. Además, se han reducido al mínimo los plazos disponibles para llevarlas a cabo, pues los tiempos para la puesta en marcha del nuevo sistema son cada vez más ajustados.

No queremos entrar en la discusión de si estas pruebas funcionales deben ser realizadas por equipos de consultores SAP (que son quienes conocen bien las posibilidades de parametrización de la herramienta), por testers profesionales (que aportan una metodología específica propia para estas tareas), por usuarios de negocio (que son quienes saben lo que requieren) o por el equipo de IT (que es el que está modificando el aplicativo).

La alternativa que defendemos es la de incorporar soluciones automatizadas, que permitan realizar la comprobación de más de 100.000 pasos en diferentes procesos de negocio, a través de máquinas virtuales, en cuestión de horas. El resultado es que estos test se puedan realizar con periodicidad mensual, semanal o diaria. Incluso, si es necesario, es posible hacerlo bajo demanda.

La idea es extender el universo de las pruebas con el objetivo de cubrir todo lo considerado de interés con una definición de pruebas realmente end to end que incluya sitios web (como portales para clientes), soluciones móviles, cloud y aplicaciones empresariales personalizadas.

De este modo, un usuario de negocio puede —de verdad— definir cuál es el proceso que se debe seguir para validar sus requerimientos funcionales, independientemente del soporte tecnológico y con su visión de negocio, sin que tenga que comprender una serie de scripts tecnificados.

Para apoyar la colaboración entre los usuarios de negocio y las áreas de IT en esta fase de los proyectos, un acercamiento que en el fondo redunda en una fase de testing de mejor calidad, trabajamos con la plataforma de Worksoft. La solución proporciona un entorno fácil de usar, natural para usuarios SAP, y que no requiere programación o scripting.

FIGURA 1. Plataforma Worksoft.

Beneficios

Contar con un sistema de testing automatizable plantea una serie de ventajas, ya que facilita la posibilidad de hacer pruebas integrales multiplataforma, lideradas de verdad por el usuario de negocio, y además permite llevarlas a cabo en un marco de tiempo mínimo. Además de esto, se pueden obtener toda una serie de beneficios adicionales, como por ejemplo:

  • El hecho de abordar los sets de pruebas de forma automatizada mejora su fiabilidad al eliminar el factor humano.
  • Replicar las pruebas de forma sencilla en diferentes entornos no solo reduce el coste de las mismas, sino que también garantiza que los resultados son confiables. Una vez definido un buen conjunto de pruebas para un área de negocio, este se puede replicar en cualquier momento con la seguridad de que se está validando lo que realmente se necesita.
  • Teniendo en cuenta que la detección se realiza en las fases más tempranas, se eliminan errores que, en muchas ocasiones, solo se detectan en las capas de Integración. Esto permite evitar paradas en los sistemas derivadas de esos fallos.
  • Se mitigan riesgos al poder recoger más casos. Y no solo teniendo en cuenta el menor tiempo de ejecución, sino también porque se pueden definir las pruebas de forma sencilla y el tiempo de diseño del plan de testing se optimiza.
  • Estas pruebas se pueden realizar de forma atomizada, es decir, si se quiere validar ante un parche localizado el impacto en el sistema, se pueden reutilizar pruebas individuales sin necesidad de reescribirlas en la herramienta.

Tal y como la ASUG comentaba en el Test influence council member survey de 2008,  más del 86% de los clientes estaban preocupados por los riesgos derivados de la falta de pruebas exhaustivas.

Ahora se puede dar respuesta a esa preocupación a través de herramientas como Worksoft. En nuestra experiencia, esta solución está favoreciendo una aproximación más adecuada a esta necesidad de asegurar los sistemas a través de las diversas —y necesarias— evoluciones que tienen que efectuar, sin que ello repercuta en la respuesta al negocio y sin que afecte a la operación.