La transformación digital está provocando cambios disruptivos sin precedentes. En el entorno de la función de compras se empieza a poner en valor esta evolución, que se materializará en una gestión más eficiente, basada en la colaboración entre clientes y proveedores, más transparencia y una función más estratégica e innovadora que administrativa.
Es indudable que la transformación digital está provocando cambios disruptivos en los modelos de negocio, en los procesos, en las relaciones, en las interacciones, en las comunicaciones… Y, aunque existen diversas definiciones de este concepto, podríamos resumirlas en una sola diciendo que se trata de una serie de cambios en los sistemas, en los procesos y en los modelos de negocio basados en la tecnología para aportar valor a clientes y empleados, y para poder competir de una manera más eficiente en la nueva economía digital. Y esto es algo que afecta a todas las áreas que conforman la organización.
Ahora bien, ¿cómo se debe realizar la transformación digital de la función de compras y cómo hacerlo de una manera segura? Según los datos de un estudio realizado en 2010, con altos ejecutivos del entorno de compras de grandes organizaciones, sobre las tendencias en el horizonte 2020, parece seguro que la función de compras, tal y como hoy la conocemos, dejará de existir muy pronto. Y lo hará en beneficio de una función cada vez más integrada en las unidades de negocio, más especializada y mucho menos administrativa.
La función de compras, tal y como hoy la conocemos, dejará de existir muy pronto
La nueva función de compras
Lo que nos depara el futuro —no muy lejano— es el desarrollo de una nueva gestión del suministro, basada en el crecimiento del outsourcing que permita poner el foco en las funciones que sean de verdad estratégicas para la empresa y que aporten un claro valor diferencial al negocio.
Se habla de una mayor innovación orientada a identificar proveedores que puedan ser candidatos a fusionarse, para ganar peso y optar a operaciones de referencia, y de una mejora en la gestión del riesgo para optimizar el cash flow.
La función de compras del futuro —un futuro muy cercano— implicará un cambio en el perfil de los compradores, que aportarán un mayor conocimiento especializado, global y sectorial, que les permitirá ir descubriendo nuevas ideas y establecer relaciones más globales.
La innovación vendrá de la mano del proveedor. Asistiremos a procesos en los que fluirá la información instantánea y la nueva función de compras estará habilitada de una mayor capacidad de análisis que incidirá en la toma de decisiones.
Todo el mundo ha asumido que en un mundo como el actual, cada vez más globalizado, más interconectado y en el que la información fluye por distintos canales en tiempo real, es necesario impulsar no solo el trabajo colaborativo, sino también los entornos de cooperación en los que el win to win sea la máxima.
El mundo de la economía digital hará también que los proveedores asuman un nivel de responsabilidad mayor que el que tienen hasta el momento. Las herramientas de business networks les ayudarán a informar en tiempo real, haciendo que los procesos no solo sean más transparentes, sino también más eficientes y seguros. Estamos convencidos de que habrá que poner el foco también en el control de los riesgos.
Los entornos virtuales, la movilidad, la automatización y todos estos ítems derivados del mundo digital liberarán al departamento de compras de las tareas administrativas para que pueda dedicarse a otras funciones de más valor, como puede ser la gestión y el control del riesgo de los distintos proveedores.
En consonancia con esto, en el informe publicado por Oxford Economics sobre las prioridades de inversión que se llevarán a cabo en el área de compras, las dos cuestiones que encabezan la lista son reclutar talento y capacitar a los profesionales. En esta lista también se incluyen otras cuestiones como la tecnología, el outsourcing y los programas de innovación con los proveedores.
El uso del business networks impacta positivamente en el bottom line de las empresas
Business networks
Las business networks facilitan la conexión entre personas, sistemas y procesos, y empresas, y su objetivo es simplificar el comercio. En estos momentos, ya empiezan a entenderse como herramientas capaces de impulsar también la innovación colaborativa en la economía en red.
Las business networks han transformado las áreas de compra y la cadena de suministro, introduciendo escenarios más colaborativos con los proveedores en un entorno de globalización propio de la era digital.
Sin duda, el uso de business networks impacta positivamente en el bottom line de las organizaciones. De hecho, las empresas que las utilizan tienen un 50% más de probabilidades de incrementar las ventas, aumentar los márgenes, mejorar su cuota de mercado y convertirse en líderes. Todo esto según establece McKinsey & Company, en las conclusiones de su estudio The rise of the networked enterprise, Web 2.0 finds it’s payday.
El comercio moderno, y la gestión que se deriva del mismo, apuesta por el uso de herramientas tecnológicas que ayuden a las organizaciones a descubrir nuevos socios, nuevo talento y nuevas oportunidades de negocio; a conectar con sus proveedores en cualquier sitio, a cualquier hora y a través de cualquier dispositivo y/o ERP; a colaborar y a mejorar la toma de decisiones gracias a la analítica de datos y a la información de terceros —financiera y de riesgos— que sea capaz de proporcionar.
Conclusión
En definitiva, la evolución digital del área de compras pasa, inevitablemente, por la utilización de herramientas de gestión, que incluyan aplicaciones en la nube y un amplio marketplace de negocios para que las empresas puedan encontrar, conectar y colaborar con una red mundial de proveedores. A través de ellas será posible reducir costes, minimizar los riesgos, aumentar los beneficios, optimizar el cash flow e incrementar las ventas.
Y estamos hablando de propósitos que siempre están en el punto de mira de cualquier organización, tanto si hablamos de la economía digital como de la analógica, a la que poco a poco vamos dejando atrás.