En 2020 empresas de todos los tamaños y sectores concentraron sus esfuerzos en tratar de garantizar la continuidad de su actividad en un escenario imprevisto y complicadísimo.

La crisis sanitaria se ha traducido en un año de escasas novedades tecnológicas, pero sí de aceleración de tendencias que estaban en marcha a un ritmo sin precedentes.

En paralelo, muchos gestores empresariales han tenido la oportunidad de reevaluar las necesidades reales de sus empresas y es lícito pensar que durante este año las empresas reforzarán su inversión en tecnologías inteligentes y capaces de revolucionar su forma de trabajar, pero de una forma mucho más práctica y ajustada a esas necesidades.

Realidad asistida

En este sentido, el entorno de trabajo deslocalizado creado por la pandemia ha impulsado tecnologías como la realidad asistida y ha demostrado el potencial de los dispositivos, como los wearables, destinados a facilitar la colaboración entre equipos remotos y la asistencia a distancia. En concreto, las soluciones de movilidad basadas en edge computing, apoyadas en la velocidad y potencial de transmisión de datos de las redes 5G, serán la palanca para la generalización de la tecnología de realidad asistida aplicada a puestos de trabajo de campo, como los servicios de mantenimiento o de gestión logística, y del Internet de las Cosas (IoT), o a aquellos ligados a la atención médica.

En 2021 contaremos con el conocimiento y la experiencia de un año que no entraba en nuestras previsiones

Este es el caso de las gafas inteligentes, que se convertirán en la corriente tecnológica principal en los puestos de trabajo de campo al permitir la comunicación remota interactiva, la recuperación de documentos, así como al proporcionar instrucciones dentro del flujo de trabajo y capturar datos en tiempo real. Tanto es así que el 81% de los responsables de tecnología de las empresas de nuestro país ya es conocedor de las ventajas de estos dispositivos, según un estudio realizado por nuestra compañía entre más de mil directivos de tecnología de grandes y medianas empresas de Europa.

Telesanidad

En lo que se refiere al sector sanitario, la saturación hospitalaria generada por la covid-19 ha evidenciado que el diagnóstico y tratamiento de ciertas enfermedades crónicas a distancia es una solución competitiva y factible para aliviar esa saturación, por lo que podemos pensar que en 2021 se producirá el pistoletazo de salida definitivo de la telemedicina. En este sentido, la aplicación del IoT a la atención sanitaria atraerá el interés de las empresas, especialmente por el aumento de la demanda por parte de los usuarios de soluciones para la monitorización de la salud y para compartir datos con su médico a distancia. De hecho, la consultora Markets and Markets prevé que este mercado crezca a un ritmo interanual del 21% en todo el mundo, hasta alcanzar los 188 000 millones de dólares en 2025.

Automatización

Por último, cabe señalar el incremento de la automatización y la robótica en los sectores industrial, logístico o alimentario, por su contribución a garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad, tales como la distancia interpersonal, impuestas en la lucha contra la pandemia. Además, ayudará a garantizar la productividad frente a picos elevados de demanda.

El mercado del IoT en la atención sanitaria crecerá a un ritmo interanual del 21% en todo el mundo

A este respecto, en 2021, las empresas dedicarán más recursos a la mejora de la calidad de los procesos mediante una mejor planificación y prueba de sus sistemas de automatización.

En definitiva, en 2020 hemos visto a muchas empresas haciendo lo imposible de la noche a la mañana y tomando, en cuestión de días, decisiones en materia de transformación digital que hubieran llevado meses o años en otras circunstancias. Durante este tiempo tan extraordinario han aprendido a adaptarse y a progresar más rápidamente de lo esperado, para satisfacer las necesidades de sus equipos de trabajo deslocalizados y mantener así su productividad.

Por tanto, en 2021 las empresas seguirán desplegando nuevas tecnologías y soluciones a un ritmo igual de acelerado, pero con el incalculable conocimiento que nos deja la experiencia de un año que no entraba en nuestras previsiones.