Este año 2018, Check Point celebra su 25 aniversario en contexto de, según sus predicciones, constante crecimiento de las ciber amenazas existentes, liderado especialmente por “malware inteligente con capacidades de movimiento lateral”. De hecho, durante este 2018 se ha vivido un aumento evidente en el volumen de incidencias, un porcentaje que seguirá creciendo durante el próximo año.

La evolución de los ciberataques y de la ciberseguridad en los últimos 25 años ha sido rápida y sigue acelerándose. El desarrollo de nuevas formas de protección contra esas amenazas ha sido un desafío constante. Una cosa es segura, la próxima generación de ataques será aún más inteligente que la que estamos viendo ahora”. Mario García, director general de Check Point para España y Portugal.

Durante 2018, sin duda, el protagonista ha sido el ransomware, que no solo es una fuente de dinero fácil para los delincuentes, sino también puede utilizarse como un camuflaje para ocultar propósitos más destructivos. Por ejemplo, aunque la protección a este tipo de incidentes está evolucionando, están emergiendo ataques dirigidos muy avanzados y patrocinados por países, y es probable que en 2019 sigan aumentando.

Hay que tener en cuenta que algunos informes cifran el negocio del cibercrimen (con estimaciones conservativas) en más de 1.5 billones de dólares. Si se considerase como un país, esta actividad constituiría la decimotercera (13ª) economía mundial, al nivel de, por ejemplo, Rusia. “Si observamos el nivel de industrialización y beneficios que mueve la industria del cibercrimen, podemos esperar que la progresión siga en aumento en cuanto a la complejidad y número de ataques”. Eusebio Nieva, director técnico de Check Point para España y Portugal.

En cuanto a las tendencias, se espera un aumento de los ataques a IoT, no sólo como objetivos directos, sino también como el principal punto de entrada debido a que estos dispositivos, a menudo, son menos seguros que las redes, los endpoints o los centros de datos locales.

Otro punto de interés son los entornos cloud. Durante 2018, más del 50% de los incidentes gestionados por el equipo de respuesta de Check Point estaban relacionados con el cloud, y más de la mitad de ellos se referían a la adquisición de aplicaciones SaaS o servidores alojados. Además, con el creciente uso de los servicios de uso compartido de archivos en la nube, las fugas de datos seguirán siendo una gran preocupación para las organizaciones.