El viaje a la nube es imparable y, para hacerlo, cada vez son más las empresas que están adoptando un enfoque multicloud. Mover cargas de trabajo a la nube permite transformar OPEX en CAPEX y también es un poderoso habilitador de innovación, pero en cada paso hay que equilibrar riesgo y valor, asegurando en todo momento la seguridad y el gobierno.
Con el anuncio de la apertura de una región cloud en España, Oracle se suma a otros gigantes como Microsoft, Amazon, IBM y Google, que también proyectan poner en marcha centros similares en nuestro país. Este movimiento es señal del creciente interés por este tipo de modelos.
Según un estudio del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), en 2021 el 32% de las organizaciones ha utilizado servicios en la nube, con un crecimiento de cuatro puntos respecto a 2020; y para 2022, de acuerdo con IDC Research España, la nube seguirá ganando peso con un aumento de la inversión del 30,3%, solo en infraestructura como servicio (IaaS).
Por otra parte, las apuestas locales de los grandes proveedores también ponen de relieve el carácter vital de aspectos como la reducción de la latencia, el coste de las comunicaciones o la mejora de la seguridad.
Disfrutar de las ventajas del cloud con garantías implica contar con planes y herramientas solventes y rigurosos
Asistimos a la expansión creciente del cloud, un modelo óptimo para cualquier empresa con independencia de su tamaño, siempre que previamente se conozcan las ventajas, pero también las implicaciones, que conlleva mover cargas al cloud o al multicloud. No existe un modelo válido para todas las compañías. Las necesidades y los requerimientos de cada empresa son diferentes.
Además, en cuestión de costes, el ahorro no debe calcularse servicio a servicio, cloud a cloud, sino en su conjunto, incluyendo además los costes menos tangibles, como la necesidad de cualificar al personal o el aumento del tiempo dedicado a la gestión a causa de la mayor complejidad de la arquitectura.
Planes y herramientas
Muchas empresas han apostado por una estrategia cloud first buscando ventajas como el mejor control de los costes, la agilidad y las posibilidades de innovación; pero disfrutar con garantías de esos beneficios implica contar con planes y herramientas solventes y rigurosos para administrar la ubicación de datos, la privacidad y la seguridad en la nube; algo que no siempre ocurre.
En el informe GGI Voice of Our Clients, resultado de las entrevistas que realizamos anualmente a los principales responsables de negocio y de TI de nuestros clientes, el 76% de los ejecutivos afirma que su organización ya está utilizando la nube para almacenar y/o procesar datos; pero ante la pregunta de si cuentan con los mecanismos necesarios para ubicar dónde se almacenan los activos de datos clave en la nube, cerca de un tercio reconoce no contar con ellos o simplemente desconocerlo.
Un tercio de las empresas no cuenta con los mecanismos para ubicar dónde se almacenan los activos de datos clave en la nube
Esta situación implica un alto riesgo que puede evitarse siempre que el viaje cloud esté planificado y en evaluación continua. Como el viaje que es, antes de dar el primer paso es indispensable efectuar un assessment para conocer la madurez de la organización, sus experiencias previas, su estructura CAPEX/OPEX, las clouds públicas que quiere utilizar y cuáles considera vetadas, los condicionantes legales y culturales, así como la capacitación de sus empleados.
Al mismo tiempo hay que identificar servicios, es decir, la capacidad para empaquetar aplicaciones e infraestructuras que deben viajar a la nube juntas, o decidir si se separan por dependencias, interconexiones y posibles latencias.
Elección del cloud
Una vez identificados los servicios, se debe determinar el cloud más adecuado para cada uno de ellos, puesto que las distintas nubes públicas tienen ventajas y desventajas. Por ejemplo, para una empresa con infraestructura Oracle, posiblemente la opción por defecto sería el cloud de Oracle; mientras que si su infraestructura es mayoritariamente Microsoft, decantarse por Azure tendría más sentido. Pero es posible también tener servicios desplegados en ambos, con las aplicaciones de Microsoft en Azure y las bases de datos en Oracle, una opción que resulta sencilla gracias al acuerdo que existe entre ambos proveedores.
Los modelos híbridos o multicloud ofrecen más elasticidad, flexibilidad y facilidades en el aprovisionamiento, además de demandar una evaluación y actualización continuas. Una vez en camino, es capital evaluar la conveniencia de consolidar y reducir, para no operar con demasiados proveedores, aunque en cuanto a coste puro —de créditos cloud— pueda resultar más caro.
Una vez en camino, es capital evaluar la conveniencia de consolidar y reducir, para no operar con demasiados proveedores
Es fundamental definir la estrategia para los sistemas heredados o legacy, es decir, hay que determinar si permanecen on‑premise o se llevan a arquitecturas en la nube. En muchos casos, el éxito puede encontrarse en el equilibrio entre mantener las arquitecturas tradicionales en casa y dar cabida, a través de cloud, a otras más modernas (Agile, contenerización, apificación). También es importante conocer en detalle las necesidades de carga a lo largo del año, especialmente en las empresas que operan en sectores en los que la estacionalidad es inherente a la naturaleza del negocio (como, por ejemplo, el turismo).
Integración, seguridad…
Otros aspectos básicos en este camino hacia la nube son los referidos a las integraciones y la seguridad. En el primer ámbito, es necesario determinar la conveniencia de utilizar plataformas monolíticas de integración —federadas en algunos casos—, API, microservicios o una combinación de todos ellos. En cuanto a la seguridad, en la nube el modelo ya no es perimetral, sino que está más distribuido, por lo que es necesario avanzar en soluciones de vigilancia y detección; mientras que el modelo on‑premise es un castillo fortificado, la nube es un casino, donde los controles, la vigilancia y la detección están por todas partes.
También conviene tener presente el conjunto de servicios —relacionados con la innovación y la aplicación de las últimas tendencias tecnológicas— que ofrece cada uno de los proveedores cloud. El servicio de Amazon para transformar audio en texto es solo un ejemplo de las muchas posibilidades disponibles en campos diversos: desde el big data, la inteligencia artificial o el reconocimiento del lenguaje natural hasta el análisis de imágenes, blockchain o incluso una API para trabajar con genomas y datos biométricos.
El éxito se encuentra en ser capaz de convertir esa mayor complejidad de los entornos multicloud en una oportunidad
En cualquier escenario, sean cuales sean las razones tras el viaje a la nube, lo que es innegable es que, en comparación con los entornos on‑premise, el cloud, y específicamente el multicloud, genera una mayor complejidad. El éxito se encuentra en ser capaz de convertir esa circunstancia en una oportunidad.
Para ello es importante contar con los profesionales adecuados, con el conocimiento tecnológico y la experiencia en el negocio necesarios para acompañar a las empresas en este viaje, beneficiándose de las capacidades de la nube sin perder de vista sus obligaciones en materia de protección de datos, privacidad y regulación. En CGI acompañamos a nuestros clientes desde la fase de análisis y evaluación de las estrategias de implementación, durante la adopción y las migraciones, en la modernización de los procesos de desarrollo, así como en la gestión y protección de entornos híbridos con múltiples nubes.