El imparable crecimiento del número de dispositivos IoT va de la mano de una constante evolución en las tecnologías celulares, es decir, en la forma en la que esos dispositivos se conectan a Internet o a redes privadas. Fruto de esta evolución, se han estandarizado dos funcionalidades que prometen establecer un antes y un después en la conectividad IoT: la capacidad multi-IMSI y el aprovisionamiento remoto de SIM.

Beni Álvarez

En un mundo en el que el número de dispositivos conectados crece cada año de manera exponencial, los actores del mercado de IoT deben prestar cada vez más atención a la escalabilidad de sus despliegues a nivel global. Además, deben también contar con planes de contingencia que permitan asegurar sus proyectos ante cualquier eventualidad. Según Statista, en 2025 habrá casi 20.000 millones de dispositivos conectados en el mundo, cifra que ascenderá hasta los 30.000 millones en 2030. Las redes globales de IoT están experimentando un crecimiento imparable, y buena parte de estas “cosas” dependen de la conectividad celular para enviar y recibir datos.

Los fabricantes de este tipo de equipos, así como los integradores de soluciones especializadas, dedican una cantidad muy elevada de recursos y conocimiento a diseñar y poner en producción aplicaciones que sean útiles e innovadoras; descuidar un factor tan importante (y que puede ser tan cambiante) como la conectividad IoT podría poner en peligro a medio y largo plazo la viabilidad del proyecto, y hacer estériles todos esos esfuerzos de desarrollo. Por el contrario, elegir la conectividad más adecuada abre la puerta a la viabilidad y la escalabilidad de los despliegues IoT globales para fabricantes e integradores.

Conectividad IoT

Navegar por un ecosistema tan complejo como el de la conectividad IoT presenta numerosos desafíos que van más allá de la dimensión de la telecomunicación. Además, las complicaciones se acentúan aún más en el caso de despliegues globales. La conectividad celular en proyectos internacionales está inherentemente ligada a retos tecnológicos (definidos por las tecnologías de red de acceso disponibles en cada país), comerciales (marcados a menudo por los acuerdos globales de roaming entre operadores), o legales, sujetos a regulaciones asimétricas en diferentes regiones en lo referente a telecomunicaciones y ciberseguridad.

La capacidad multi-IMSI aporta flexibilidad; y el aprovisionamiento remoto de SIM (RSP) es un seguro para el futuro

Conviene que las decisiones sobre conectividad se tomen en fases tempranas del proyecto, especialmente cuando se trata de despliegues globales en los que los dispositivos han de desplazarse por distintos territorios y atravesar fronteras. En este punto puede resultar esencial añadir una capa de flexibilidad y versatilidad a la conectividad, gracias a las funcionalidades multi-IMSI y de aprovisionamiento remoto de SIM (remote SIM provisioning o RSP).

Multi-IMSI y aprovisionamiento remoto

Cuando hablamos de estos dos conceptos es importante tener claro que, aunque ambos se basan en la tecnología eUICC (universal integrated circuit card; es decir, la tradicional tarjeta SIM), no son exactamente lo mismo y hay que entender cómo pueden convertirse en pieza clave de un despliegue global de dispositivos IoT. De forma resumida, la capacidad multi-IMSI aporta flexibilidad y el aprovisionamiento remoto de SIM (RSP): un seguro para el futuro. Pero vayamos por partes.

Por un lado, la funcionalidad multi-IMSI es la capacidad de un perfil SIM para albergar diferentes IMSI (international mobile subscriber identity o identidad del abonado) y cambiar entre ellas a distancia o mediante reglas de negocio predefinidas. Cuando una SIM intenta conectarse a la red en una ubicación no soportada por el IMSI activo, recibirá un rechazo por parte de la red y tratará de conectarse entonces a un IMSI válido para esa localización. Esto resulta especialmente interesante, por ejemplo, en la gestión de flotas internacionales, ya que, al cruzar fronteras, los dispositivos realizarán este cambio de forma automática (y rápida) sin interrumpir el flujo de datos. Por ejemplo, esto permite que un mismo dispositivo de seguimiento GPS instalado en un camión pueda viajar desde Canadá hasta Argentina enviando y recibiendo datos con normalidad.

Navegar por un ecosistema como el de la conectividad IoT presenta numerosos desafíos que van más allá de la dimensión de la telecomunicación

A estas ventajas hay que añadir la posibilidad de configurar un applet en la SIM para que efectúe un failover a una red de respaldo en caso de caída de la red principal, añadiendo así una capa extra de resiliencia al proyecto con una solución de alta disponibilidad.

Por otra parte, el aprovisionamiento remoto de SIM (RSP) es la capacidad de una tarjeta SIM para descargar nuevos perfiles over-the-air: todo un seguro para el futuro. Esta actualización puede ser manual o efectuarse mediante reglas.

No podemos conocer con certeza qué cambios sufrirá el ecosistema de conectividad celular en unos años, pero de igual forma que contratamos un seguro de hogar para precavernos contra posibles incidencias, podemos instalar en nuestros dispositivos tarjetas SIM (eSIM o iSIM) con capacidad de aprovisionamiento remoto. Nos proporcionarán un margen de reacción para el caso de que, por ejemplo, haya modificaciones en las condiciones de roaming permanente que pongan en peligro la viabilidad del proyecto, varíe de forma trascendente el mapa de tecnologías de acceso (actualmente estamos viviendo el apagón de las redes 2G y 3G), o se produzcan cambios regulatorios que puedan afectar al despliegue de dispositivos conectados.

El factor de forma

Las capacidades multi-IMSI y RSP se pueden encontrar tanto en eSIM como en iSIM, pero aquí entramos en un ámbito diferente: el de los factores de forma. La diferencia fundamental entre ambos formatos es que la eSIM puede adoptar el formato de SIM tradicional (con todos sus factores de forma) o soldable (MFF2), mientras que la iSIM toma la forma de un chip directamente integrado en el módulo de comunicación. Como ventajas de este último formato cabe destacar que ofrece una mayor seguridad y, además, facilita el diseño de dispositivos más compactos, lo que puede resultar muy útil a fabricantes de equipos.

Conectividad IoTLas tarjetas SIM de Conexa, la red móvil de Wireless Logic diseñada específicamente para IoT, disponen de ambas capacidades, lo que permite a fabricantes e integradores disponer de una solución que les ayude tanto a simplificar los despliegues globales, ya que pueden contar con SKU o referencias únicas para productos con múltiples destinos internacionales, como a adaptarse a las futuras regulaciones o cambios del ecosistema IoT, y a ganar independencia de los operadores.

Los fabricantes e integradores destinan recursos económicos y materiales, y también el talento de las personas, al diseño, desarrollo y puesta en funcionamiento de sus dispositivos y aplicaciones IoT. Tomar una decisión adecuada en torno a la conectividad celular desde las fases embrionarias de su proyecto puede ayudarles a aportar escalabilidad a sus despliegues, al tiempo que ganan tranquilidad y se evitan muchos quebraderos de cabeza futuros.