Datos, información, conocimiento…, ¿valor? Ahí está el quid de la cuestión. Datos hay muchos, muchísimos, y cada vez va a haber más, pero… ¿las empresas saben aprovecharlos?, ¿obtienen fruto de ellos?, ¿hay un premio al final de todos estos esfuerzos? Desde luego, la tendencia es positiva, pero para conseguir el éxito en los proyectos relacionados con los datos hay que ir mucho más allá de la simple acumulación.
Como bien nos recuerda Raúl Bartolomé, Managing Director de Insight&Data en Capgemini, para lanzar proyectos de esta clase —y que funcionen—, es muy importante tener en cuenta varios aspectos. Entre estos, por ejemplo, está el ser capaces de establecer una adecuada cultura de los datos transversal a toda la organización; también, que los procesos alineen los intereses —y las habilidades— de las áreas de Negocio y de Tecnología. Además, hay que contar con lo necesario (tecnología y capacidades humanas) para que el modelo sea escalable, es decir, que proporcione los resultados que se buscan con la frecuencia que Negocio requiere.
Todavía hay mucho camino que recorrer en este sentido, especialmente en todo lo relativo a la cultura organizacional
Todavía hay mucho camino que recorrer en este sentido, especialmente en todo lo relativo a la cultura organizacional, al adecuado tratamiento de los datos y a su uso efectivo. En cualquier caso, cuando se consigue, los beneficios se transforman rápidamente en una ventaja competitiva para la organización. Algo que se traduce en parámetros tan palpables como el aumento de los ingresos, la optimización de los procesos operativos (con la consiguiente reducción de gastos y mejora de la productividad) y el incremento de la satisfacción del cliente.
Ecosistemas de datos
Sin embargo, lo más importante de este proceso es que te prepara para el siguiente paso. Permite a las empresas dotarse de las herramientas y tecnologías necesarias para entrar a formar parte de los denominados ecosistemas de datos. Se trata de que grandes organizaciones puedan intercambiar datos, siempre en entornos que garanticen la seguridad y confidencialidad de la información (especialmente la relativa al usuario final) atendiendo a las regulaciones vigentes. En esencia, el fin último es compartir y administrar los datos para convertirlos en algo más que un activo y elevarlos a la categoría de producto.
Según el estudio Data Sharing Masters, publicado recientemente por Capgemini, los ecosistemas de datos tienen el potencial para generar importantes beneficios económicos. El informe incluso estima que pueden alcanzar el 9% de los ingresos anuales de una empresa en los próximos cinco años. En este sentido, los sectores más avanzados, o con mayor proyección, son telco, banca y seguros, y retail.
Es evidente que el camino está trazado. Hay múltiples iniciativas, privadas y públicas, que inciden en esta tendencia y que van a ver la luz durante los próximos años. Otro carro al que hay que subirse. Feliz verano.