A lo largo de los últimos años ha tomado cuerpo la tendencia que sitúa al trabajador en el centro de la empresa. Los empleados son el motor de las compañías, y las organizaciones han comenzado a valorar la satisfacción laboral —y la felicidad— como un punto esencial para mejorar la productividad.
Slik es una compañía que mide, analiza y gestiona la experiencia del empleado en tiempo real. Según nuestros datos, el 73% de los empleados está satisfecho con el ambiente de trabajo, y una parte fundamental para ello es la cultura organizacional. Cuando esta existe, es clara, está bien transmitida desde la dirección y es aceptada por parte de los empleados, las relaciones humanas y el desarrollo de las tareas irán en la misma línea y encontraremos equipos más comprometidos y eficientes.
Tras analizar los factores que determinan la satisfacción laboral a partir de la cultura de la empresa, hemos comprobado que ocho de cada diez empleados consideran que sus líderes conocen los valores de la organización y actúan de forma coherente con ellos.
El clima que genera esta relación puede marcar la diferencia: contar con unas bases definidas impulsa una visión y objetivos comunes, que se traducirán a su vez en metodologías de trabajo concretas y fácilmente asimilables para los empleados.
Las empresas cada vez se preocupan más por mantener a sus empleados felices, ya que esto se traduce en el éxito de la compañía
Para lograr que esa cultura fluya desde los altos cargos hasta el resto del equipo es necesaria una buena estrategia de comunicación interna, que debe ser bidireccional para que todos tengan la oportunidad de aportar. De esta forma se construye una sensación de confianza y se impulsa la mejora continua desde todos los departamentos. La relación entre comunicación interna y cultura organizacional es directa y las entidades que sepan transmitir sus valores de forma comprensible, creativa y útil contarán con el apoyo de unos trabajadores más satisfechos.
Sin embargo, si volvemos a los datos que recabamos, vemos que la satisfacción con la cultura disminuye significativamente en el grupo de empleados con entre cinco y nueve años de antigüedad. Estos señalan que cuanto más tiempo llevan en la empresa, menos sienten que la comunicación interna sea efectiva y que exista una retroalimentación que les permita mejorar.
Además, con los años disminuye la sensación de conocimiento para generar el cambio, la satisfacción en el acompañamiento y la flexibilidad para realizarlo, y un 30% tiene la sensación de que sus líderes no le acompañaron en su desarrollo profesional.
La relación entre comunicación interna y cultura organizacional es directa
La gestión de los recursos humanos hay que abordarla con inteligencia, conocimiento y versatilidad. Cuando hablamos de trabajadores lo hacemos de personas, con sus inquietudes y ambiciones, y es fundamental potenciar y cuidar esa comunicación que permita conocer de primera mano al talento con el que contamos. Solo así se podrán encontrar las herramientas de motivación adecuadas.
Gestión del desempeño
En cuanto a los aspectos que componen la satisfacción de los empleados con la gestión del desempeño, un 50% depende de la combinación entre el liderazgo de la compañía, el trabajo en equipo y los recursos que les ofrece la organización para realizar sus tareas. Si tenemos en cuenta estas variables —que, aunque no son las únicas relevantes, sí tienen un gran peso—, nos situaremos en un buen punto de partida para trabajar en el bienestar del profesional.
Esto es así no solo por la necesidad de cuidar al equipo, sino porque ese bienestar repercutirá de forma directa en la productividad de la empresa. Si se valora y fomenta el talento, y se le dan las herramientas de crecimiento adecuadas, conseguiremos equipos tan competentes como competitivos.
Si se valora y fomenta el talento conseguiremos equipos tan competentes como competitivos
Para continuar avanzando en la dirección correcta, la clave está en potenciar estos factores que conforman la satisfacción. Cada empresa es completamente diferente y, aunque existan aspectos comunes, la solución para cada compañía o cada departamento de recursos humanos radica en descubrir cuáles son esos KPI que se han de tener en cuenta a la hora de generar un ambiente positivo para el equipo.
El papel de la tecnología y la felicidad
Cuando no existían soluciones digitales, analizar la percepción de los empleados no era una tarea sencilla: demasiado papeleo, un extenso análisis y pocos recursos para llevarlo a cabo.
Esto, unido a que la satisfacción laboral no era una de las prioridades de las empresas en aquellos momentos, provocaba que los directivos no pudiesen acceder a una idea clara de las necesidades de sus trabajadores y de su grado de bienestar. Así, encontrábamos un gran número de plantillas desilusionadas que se limitaban a realizar su trabajo y regresar a casa tras la jornada laboral.
Mantener a sus empleados felices se traduce directamente en el éxito de la compañía
Hoy la situación es otra. Las empresas cada vez se preocupan más por la gestión del talento y por mantener a sus empleados felices, ya que esto se traduce directamente en el éxito de la compañía. A la vez que esta inquietud ha crecido, el avance de las herramientas tecnológicas ha permitido que sea mucho más sencillo conocer de primera mano las necesidades de los empleados, analizar los datos obtenidos y tomar decisiones en consecuencia.
Esta digitalización supone un ahorro de tiempo y costes que permite automatizar procesos e invertir los esfuerzos en lo verdaderamente importante: las políticas de satisfacción laboral. Gracias a distintas plataformas o aplicaciones, es sencillo recopilar datos tanto para la empresa como para el empleado. Con un simple cuestionario online, el departamento de recursos humanos puede conocer multitud de variables sobre la percepción de sus trabajadores, y estos, a su vez, no perderán demasiado tiempo y sentirán que su opinión es realmente relevante.
A través de estos sencillos pasos es como hoy podemos localizar cuáles son los KPI relevantes en cada empresa, conocer las necesidades laborales que tiene la plantilla para establecer unos objetivos de satisfacción y trabajarlos a partir de datos y estadísticas
Lo individual dentro de lo colectivo
Hay que destacar que este trabajo de recopilación de datos debe ser continuo, puesto que los intereses e inquietudes pueden variar a lo largo del tiempo. El más claro ejemplo de ello lo encontramos en la pandemia que estamos viviendo desde 2020 y que marca un antes y un después en el mundo laboral.
Anteriormente, el teletrabajo se presentaba como una solución puntual, mientras que desde la llegada de la COVID-19 esta metodología se ha aceptado y extendido como un modelo más. En este período hemos descubierto que las necesidades son distintas para cada sector y que, dentro de cada área, las personas también son distintas.
Es fundamental que el trabajador se sienta cuidado, respetado y tenido en cuenta como individuo
De esta forma, es fundamental que el trabajador se sienta cuidado, respetado y tenido en cuenta como individuo, además de como parte de la plantilla. Ante esta situación excepcional, hemos visto casos de personas que deseaban la vuelta a las oficinas, pero también otros muchos que abogaban por implantar modelos híbridos o de teletrabajo completo.
En esta tesitura, resulta imprescindible realizar una medición constante y, a partir de ella, analizar las necesidades individuales y colectivas de la plantilla para alcanzar soluciones que permitan mantener buenos niveles de satisfacción y una convivencia agradable.