Muchos de los procesos de intervención con nuestros clientes conllevan crear una comunidad de personas para impulsar la transformación en las áreas de negocio, recibir su feedback y detectar obstáculos y oportunidades de mejora en el proceso de cambio. Desde TWY es muy habitual que formemos y acompañemos en la adquisición de habilidades a los futuros agentes de cambio internos de las compañías (Agile coaches), que terminan por convertirse en las personas clave de la transformación y en los enlaces con la estrategia y las áreas de negocio.

Pero resulta que hasta que no hemos pasado por este período de confinamiento no hemos sabido valorar aquellas conversaciones en la máquina del café, en las que nos quejábamos y arreglábamos el mundo. No es la primera vez que nuestros clientes, y los agentes de cambio a quienes estamos formando y acompañando, nos trasladan la misma inquietud: “Si voy a ser un rol transversal que ayude a la organización con el cambio, ¿cómo puedo hacer equipo y ganarme su confianza si no me puedo ni tomar un café? ¿Cómo puedo influir en las reuniones?”.

Hasta que no ha llegado el confinamiento no hemos sabido valorar aquellas conversaciones en la máquina del café

Además, con la nueva regulación del teletrabajo, estas cuestiones se van a seguir planteando. Seguimos necesitando esos espacios informales de conversación, aparentemente improductivos desde los criterios de efectividad empresarial, pero que tantas veces nos han ayudado a conocer a la gente en otras facetas y a sentirnos escuchados. Las conversaciones de pasillo o esas miradas cómplices a la salida de una reunión también tenían un objetivo social e, incluso, catártico.

Ahora toca generar estos mismos espacios, pero cambiando los “cómo”. Nada más. El reto está en ayudar a estos agentes de transformación para seguir generando unos espacios informales de conversación que, aunque no lo parezca, pueden ser muy productivos. Pensemos un poco. Cuando has tenido un problema gordo en un proyecto, seguramente no te ha salvado un documento de toma de requerimientos o empeñarte en que habías enviado un email dejando las cosas claras. Lo que te salva es la confianza que tienes con tu cliente, con tus compañeros… La confianza es una de las principales herramientas de productividad personal. Cuando confías, delegas; se reduce el miedo al error… Y la confianza se genera también en conversaciones y actividades de relación, y no solo con un propósito de tarea.

La confianza es una de las principales herramientas de productividad personal

Invierte en relación y luego, cuando tengas que trabajar en equipo o exista un problema, créeme que todo irá más rodado. Puedes seguir tomando los cafés online. Nosotros, en TWY, tenemos un canal informal de cafetería y en ocasiones, cuando terminamos una reunión formal, nos pasamos al canal de cafetería para, simplemente, hablar de cosas que no sean de trabajo. Es más, muchas veces coincidimos en el desayuno.

Por ejemplo, durante el confinamiento, muchas compañías han optado por ofrecer píldoras online de temas muy diversos que no están relacionados con la actividad laboral, como clases de yoga, zumba, etc. También tenemos ejemplos como el cover de Viva la vida (Coldplay), desarrollado a través de los talentos musicales de los empleados de Liferay España durante la cuarentena. ¿Qué mejor actividad para sacarnos de la rutina, crear equipo y conocerse mejor?

En TWY, además, utilizamos varias herramientas para organizarnos alrededor del trabajo y mantener la conexión entre nosotros y con nuestros clientes. Muchas de ellas nos han servido estos meses de confinamiento para rediseñar toda nuestra oferta formativa en formato online. Además, la mayoría tienen una versión gratuita que ofrece bastantes posibilidades.

En resumen, las cosas han cambiado, pero seguimos necesitando el contacto personal y generar más confianza, si cabe, en los equipos. ¡Encontremos la manera!