El 76% de las compañías del sector financiero español están dando una importancia creciente a la gestión de la identidad digital. Según Ignacio Cobisa, analista de IDC y autor del estudio La identidad digital de los clientes. Claves para gestionar todo su ciclo de vida, este sector ha alcanzado la madurez digital y está ejerciendo tracción sobre el resto de los mercados en cuanto a la identidad digital del cliente se refiere. De hecho, el informe también refleja que el 43% de las organizaciones ha incrementado su presupuesto en seguridad a raíz de la pandemia.
Este mercado crece de manera sostenida, impulsado por los segmentos de autenticación avanzada y gestión de identidades en entornos B2C
La evolución de la identidad digital de los clientes es una realidad. Las empresas se preocupan cada vez más por saber con quién interactúan. Según el estudio, patrocinado por Mitek, a nivel global, este mercado crece año a año de manera sostenida, impulsado principalmente por los segmentos de autenticación avanzada y gestión de identidades en entornos B2C. Según la tipología, los despliegues en cloud crecerán al 19% hasta 2025, mientras que los proyectos on-premise lo harán al 3%.
Según ha señalado Mariona Campmany, Digital Identity and Innovation Lead de Mitek, “La verificación de la identidad digital es imprescindible en los tiempos que vivimos, donde el negocio de la banca online ha alcanzado una clara relevancia que requiere mayor seguridad, fiabilidad y experiencia del cliente, factores que mejoran con una correcta implementación de nuestras soluciones”.
Restos de la identidad digital
Otro de los aspectos que destaca este estudio es el nivel de importancia que se le atribuye a todo lo relacionado con el cumplimiento normativo, especialmente en la fase de onboarding. Pero los retos para las entidades financieras van más allá de las imposiciones normativas y la potencial mejora de la experiencia de cliente. El informe destaca también otros relacionados con la integración de tecnologías, dispositivos y canales, donde el reconocimiento biométrico tiene un amplio recorrido, o la búsqueda de una mayor eficiencia del sistema ante la oportunidad que supone la automatización de procesos.
En cuanto a los riesgos a los que se enfrentan las entidades financieras a la hora de gestionar las identidades digitales de sus usuarios, destacan la posibilidad de robos de identidades, y el consecuente impacto en la reputación. El 80% de las instituciones declaran tener un grado medio/alto en cuanto a la preocupación por la suplantación de la identidad digital, una preocupación que ha aumentado en el 70% de las organizaciones en el último año.
El 80% de las instituciones declaran tener un grado medio/alto en cuanto a la preocupación por la suplantación de la identidad digital
Además, el informe desvela una especial preocupación con la denominada suplantación consentida o spoofing, es decir, la cesión de usuarios y contraseñas por parte de clientes a terceros para realizar transacciones, que se produce especialmente entre los clientes de mayor edad.
Reconocimiento biométrico
Otro de los ámbitos en los que incidido el informe está relacionad con las soluciones que se emplean para la identificación digital. El usuario y contraseña, junto al doble factor de autenticación a través del móvil, es el estándar actual en el sector financiero, principalmente avalado por la normativa vigente. En cualquier caso, el citado estudio revela que el reconocimiento biométrico se está extendiendo en las instituciones financieras: un 65% de los encuestados lo considera la solución preferida por los clientes y un 70% lo enmarca como el método más seguro. Sin embargo, los encuestados destacan ciertas limitaciones, como la necesidad de que esté disponible en el dispositivo a través del cual el cliente se conecta y, en este sentido, aún falta cierta madurez tecnológica.
La biometría permite llevar la personalización y la autenticación a las aplicaciones y dispositivos habilitados por voz o una imagen facial en tan solo segundos
En este sentido, según valora Mariona Campmany, “la biometría tiene la capacidad única de llevar la personalización y la autenticación a las aplicaciones y dispositivos habilitados por voz o una imagen facial en tan solo segundos, convirtiéndose en un ajuste natural y completamente sin fricción para los usuarios”.
Además, una vez se ha realizado el onboarding, los usuarios pueden emplear su identidad digital para un número creciente de interacciones con su entidad financiera. Es más, en ciertas operaciones reguladas por la normativa —como la firma de operaciones, la contratación o la modificación de claves sensibles— la identidad digital es necesaria.