Fruto de la reciente alerta sanitaria por COVID-19, las empresas españolas se están volcando en la implantación de políticas de smart work y en el despliegue de sistemas y soluciones de infraestructura hiperconvergente (HCI) para una gestión operativa mucho más simplificada. Esta es la principal conclusión extraída del informe Impacto de la COVID-19 sobre el Despliegue de Infraestructuras y Aplicaciones, elaborado por IDC Research España de la mano de Nutanix.

El estudio confirma que la TI ágil es la respuesta a un panorama empresarial que cambia constantemente. Aunque la inversión en este ámbito se verá reducida en su conjunto, el gasto en sistemas hiperconvergentes en España alcanzará los 69 millones de euros a finales de 2020 y llegará a los 103 millones de euros en 2023 con una tasa de crecimiento anual compuesto del 14,5%. Este potencial de crecimiento es especialmente importante en las entidades financieras y en las de comercio minorista.

Este tipo de infraestructura permite una implementación e integración más rápida de nuevas aplicaciones, así como del aprovisionamiento de infraestructura con un menor coste en los entornos cloud. Además, ayuda a adaptarse con mayor agilidad a los retos derivados de la “remotización” del empleado.