El IoT ha pasado de ser una tecnología de futuro a convertirse en el presente en muchas empresas, como es el caso de Urbaser. Son numerosos los beneficios que ofrece la obtención automática de información de activos; sin embargo, la gran cantidad de tecnologías involucradas convierte en un reto su puesta en producción.

Los avances tecnológicos en las distintas áreas digitales evolucionan a un ritmo frenético. Entre ellos, las denominadas tecnologías habilitadoras (key enabling technologies, KET) ayudan a las empresas a llevar a cabo cambios disruptivos en sus operaciones, ya sea en productos, procesos o servicios.

En el mundo de los servicios medioambientales, Urbaser, con sede en España y presencia internacional en más de treinta países, ha apostado por el IoT como tecnología habilitadora a la hora de impulsar sus servicios en el ámbito de las ciudades inteligentes y la industria 4.0. Sin embargo, para una empresa con nuestra trayectoria, varias líneas de negocio, tales como los servicios urbanos y el tratamiento de residuos, y gran cantidad de activos, la adopción de esta tecnología no es un paso ni simple ni rápido. En Urbaser esta tecnología es conocida bajo la marca SENSIoT – Smart Environmental Services with IoT y engloba el conjunto de soluciones diseñadas para aplicarse a distintas líneas de negocio y casos de uso.

Urbaser ha diseñado su propia plataforma cloud IoT (SENSIoT-Platform) basada en tecnología Microsoft Azure

Los proyectos de IoT son complejos por naturaleza, debido a la cantidad de campos especializados que intervienen en una solución extremo a extremo, desde que se capta el dato hasta que se explota: sistemas electrónicos embebidos, programación a bajo nivel, telecomunicaciones, computación en la nube, ciberseguridad, desarrollo de aplicaciones o procesamiento de datos. La aproximación de Urbaser para interiorizar esta tecnología se ha basado en dos pilares: confiar en empresas de hardware especializado para cada uno de los casos de uso donde es necesario extraer información, y crear una plataforma de datos cloud basada en tecnología flexible y sólida.

Obtención de información y retrofit

En cuanto al hardware, existe un amplio catálogo de dispositivos IoT en el mercado, listos para ser instalados, con variedad de integraciones con plataformas IoT y una instalación prácticamente plug-and-play. Por ejemplo, los nuevos contadores de agua inteligentes con conectividad Sigfox, LoRa-WAN y NB-IoT integrada. El reto proviene de aquellos dispositivos o activos que es necesario monitorizar, pero que no fueron pensados para estar interconectados: el llamado retrofit.

Este es un escenario muy común en entornos industriales, donde gran parte de la maquinaria, autómatas de control y sistemas SCADAS han sido diseñados para trabajar en una red de operaciones (OT) utilizando protocolos industriales especializados (en ocasiones, propietarios) y aislados de cualquier otra red exterior. La conocida como IIoT (IoT Industrial) se encarga de dotar a estos dispositivos de procesamiento y conectividad hacia la nube. Pero, para ello, es necesario contar con partners especializados en cada campo, que ayuden a realizar esta evolución de una manera fiable, sin afectar al uso tradicional de la maquinaria.

Una plataforma unificadora

Una vez obtenido el famoso dato en su origen, es hora de sacarle el máximo partido y explotarlo. Para ello, Urbaser ha diseñado su propia plataforma cloud IoT (SENSIoT-Platform) basada en tecnología Microsoft Azure, y que cuenta con una arquitectura propia para adaptarse a los casos de uso manejados por la compañía. Esta plataforma es el cerebro de las soluciones IoT, ya que sus funciones son la entrada masiva de información, la validación, el procesado y el almacenamiento.

IIoT (IoT Industrial) se encarga de dotar a estos dispositivos de procesamiento y conectividad hacia la nube

Debido a los múltiples casos de uso, el entorno de IoT de Urbaser es heterogéneo, con dispositivos que producen, diariamente, desde unos pocos kilobytes de información hasta decenas de megabytes, y con necesidades de posprocesamiento de información distintas. Esto sin mencionar los distintos estándares de telecomunicaciones (Sigfox, LoRa-WAN, NB-IoT, 3G/4G) y protocolos (MQTT, HTTPS) utilizados.

La necesidad de englobar todos estos escenarios fue el catalizador para el diseño de esta plataforma. Obviamente, el esfuerzo en arquitectura y desarrollo es mucho mayor que cuando se adquiere una de mercado, sin embargo, el resultado obtenido nos permite mejorarla sin depender de terceros. Adicionalmente, Microsoft Azure cuenta con un gran catálogo de servicios PaaS y SaaS en constante evolución, y relacionados con tecnologías como la IA, los servicios cognitivos o el blockchain entre otros. Además de no tener que desarrollar esta tecnología desde cero, la integración con el resto de los servicios facilita las labores de investigación y desarrollo en la aplicación de estas tecnologías.

Además, al igual que la industria 4.0 se caracteriza por la complejidad en las conexiones de sus dispositivos, el mundo de las ciudades inteligentes tiene un alto componente de intercambio de información entre sistemas, pertenecientes a las AAPP (las llamadas plataformas ciudad) y a las empresas de servicios privadas.

La integración con las plataformas ciudad ha sido un requisito fundamental durante el desarrollo de SENSIoT-Platform

Para Urbaser, la integración con las plataformas ciudad ha sido un requisito fundamental durante el desarrollo de SENSIoT-Platform, ya que permite el intercambio de información siguiendo las normas de semántica y protocolos de comunicación establecidos en cada caso. Como ejemplo, SENSIoT ha obtenido la certificación FIWARE-Ready Software Enabler, que reconoce la capacidad para compartir información con sistemas basados en middleware abierto FIWARE, promovido por la Unión Europea en el entorno de las ciudades inteligentes.

 Sin control no sirve de nada

Aunque todavía no ha llegado a su máximo exponente, el potencial del IoT está ampliamente aceptado. Tecnologías como las redes 5G darán paso al llamado IoT-masivo, donde el número de conexiones de datos se multiplicará hasta límites nunca imaginados.

Pero, como decía el eslogan de una conocida marca de neumáticos: “La potencia sin control no sirve de nada”. Una afirmación similar se podría aplicar a los proyectos IoT, donde los mecanismos de control y la ciberseguridad deben ser una máxima para todos los agentes involucrados, y tenidos en cuenta desde el nacimiento del proyecto.

El potencial del IoT se basa en la capacidad para captar información de manera automática, sin supervisión humana, y en su explotación para la toma de decisiones en tiempo real o de forma analítica mediante técnicas avanzadas. Por tanto, los mecanismos de supervisión en tiempo real, que permitan la detección de anomalías y que garanticen la calidad de la información, son indispensables para asegurar la integridad y la calidad de los datos obtenidos.

Asimismo, la ciberseguridad tiene un papel cada vez más importante, ya que ataques maliciosos a ciertas infraestructuras conectadas por IoT pueden tener consecuencias desastrosas. Máquinas y redes que no fueron concebidos para estar conectados hacia el exterior, y dispositivos IoT distribuidos en entornos remotos y no controlados, son solo algunos de los factores de riesgo que se han de tener en cuenta.