Interconectar cada uno de los activos que intervienen en todos los eslabones de la cadena de suministro es una de las múltiples posibilidades que el Internet de las Cosas (IoT) ofrece a la logística. El crecimiento exponencial de los objetos conectados y la integración de la tecnología analítica permitirá a las empresas obtener una visibilidad de sus operaciones hasta ahora inigualable.

La aplicación del IoT al sector de la logística conllevará una transformación sin precedentes. A pesar del gran avance tecnológico vivido en estas últimas décadas, nos encontramos tan solo al principio de esta revolución. Actualmente, menos del 1% de todos los objetos físicos que podrían estar conectados a Internet lo están. En cifras, esto significa que de los 1,5 billones de objetos en la Tierra que podrían beneficiarse de una dirección IP, apenas 15 000 millones se encuentran conectados a la Red.

Hoy, el consumidor medio de un país desarrollado ya se encuentra rodeado de todo tipo de objetos conectados y, según datos de Cisco, en 2020 lo estará aún más. Para entonces, los “ordenadores” (incluyendo PC, tabletas y teléfonos inteligentes) representarán solo el 17% de todas las conexiones a la Red, mientras que el 83% restante estará generado por el Internet de las Cosas.

A primera vista, podría parecer que estas cifras dibujan un índice de penetración bajo, pero lo cierto es que las implantaciones IoT se han disparado en los últimos años. Un estudio conjunto de Zebra Technologies y Forrester Research así lo pone de manifiesto, al señalar que los despliegues IoT se han incrementado un 333% desde 2012.

Logística 4.0

En medio de todas estas previsiones, el sector de la logística desempeñará un papel clave en esta revolución, para la que ya se encuentra preparado. El impulso tecnológico generado por la movilidad, las redes 5G, big data, cloud o la consumerización de las TI ha hecho que la tecnología de sensores madure y sea más accesible.

En la próxima década, IoT será una de las tecnologías más relevantes para la denominada logística 4.0, es decir, la traslación al entorno de la logística de la industria 4.0. Esto implica que mercancías, almacenes, vehículos, sistemas, infraestructuras, diferentes compañías y principales actores de la cadena de suministro estén interconectados, fusionando el mundo real y el digital. Se trata, en definitiva, de la digitalización del mundo logístico, que presentará enormes oportunidades de mejora y también algunos retos.

A la vertiente tecnológica se une la mayor necesidad de transparencia relacionada con el control de los elementos que conforman la cadena de suministro, por parte tanto de los clientes como de los proveedores logísticos: desde el seguimiento de los envíos con datos detallados y en tiempo real a la integridad de las mercancías, especialmente las sensibles.

Esta visibilidad transformará la forma en que los proveedores de servicios logísticos toman decisiones sobre, por ejemplo, la cantidad de bienes almacenados, monitorizados, enviados, servidos y entregados al cliente, así como sobre la salud operacional y las prácticas de seguridad.  Esta combinación de factores está promoviendo la adopción del IoT a un ritmo acelerado.

Los beneficios de IoT se extienden a través de toda la cadena de valor logística

Eficiencia operacional

Son millones los movimientos de mercancías rastreadas y almacenadas por una gran variedad de máquinas, vehículos y personas cada día. La combinación de logística e IoT resulta perfecta gracias a la posibilidad de conectar distintos activos a lo largo de la cadena de suministro y, posteriormente, analizar los datos generados para capturar nuevos conocimientos. Esto permite incrementar los niveles de eficiencia operacional, creando a su vez servicios personalizados, dinámicos y automatizados.

Los beneficios de la aplicación del IoT son claros y se extienden a través de toda la cadena de valor logística, incluyendo las operaciones de almacenaje, el transporte de mercancías, la seguridad, la experiencia del cliente y los modelos de negocio.

FIGURA 1. El IoT en las operaciones logísticas tendrá un impacto sustancial en toda la cadena de valor.

Casos de uso

En el almacén, IoT tiene variedad de usos y aplicaciones. Por citar algunos ejemplos, se podrán prevenir riesgos mediante sensores de peso y dimensiones en las estanterías, que pueden alertar de si el palé que se acaba de colocar en una ubicación no corresponde con el que, teóricamente, iba a albergar. O de si la colocación por parte del operario no ha sido correcta y ha de moverse, o de si corre peligro de caída.

El vision picking es otra aplicación interesante. Mediante el uso de gafas inteligentes los operarios pueden visualizar dónde debe ser colocado cada artículo en la carretilla, trabajando de forma más rápida y cometiendo menos errores. También los carros automatizados, que acompañan al trabajador para agilizar el procesamiento de pedidos. Este tipo de proyectos ya son realidad en algunos almacenes de DHL y están siendo probados en distintos sectores, como el industrial, el tecnológico y los de distribución, consumo y automoción.

En el entorno sanitario, uno de las más complejos en cuanto a logística, también se están llevando a cabo proyectos piloto interesantes para ejecutar las labores de picking (localización y recogida de producto) en el almacén, una actividad que requiere exactitud y meticulosidad, y que es clave en el correcto procesamiento de los pedidos. DHL ya trabaja en algunos de sus almacenes con robots de forma colaborativa, ayudando al personal a localizar y transportar con rapidez los artículos y evitando a los trabajadores las labores físicas más pesadas, como empujar carritos o manipular contenedores.

En cuanto al transporte de carga, el seguimiento y la trazabilidad harán que este sea más rápido, preciso, predictivo y seguro; por otra parte, el análisis de una flota conectada ayudará a predecir fallos en los activos y a planificar con antelación su mantenimiento.

Finalmente, la conexión entre el personal de distribución y el vehículo permitirá optimizar el viaje de retorno para mejorar la eficiencia y los servicios en la última milla en la distribución.

La innovación

Las posibilidades del Internet de las Cosas en la logística son prácticamente infinitas y, en muchos casos, supondrán un salto cualitativo, una oportunidad para aumentar el valor ofrecido al cliente.

El ritmo de innovación en los últimos años, particularmente con la proliferación de la tecnología de sensores, weareables y apps ya ha causado un gran cambio, pero se avecinan más. ¿Cómo será el mundo de la logística cuando no el 1% ni el 3%, sino el 30% de las cosas estén conectadas? Las oportunidades están ahí. Según cálculos de Cisco, el valor generado por el Internet de las Cosas relacionado con la logística durante la próxima década puede llegar a ser de 1,9 billones de dólares.

La adaptación a este nuevo entorno requerirá fuertes apuestas e inversiones por parte de los proveedores logísticos, y solo los que sean capaces de aprovechar todo el potencial del IoT podrán incrementar la productividad, rediseñar los procesos existentes y proporcionar nuevos servicios que supongan un reto a los modelos tradicionales de negocio.