En muy pocos años, y debido a la evolución tecnológica y a la propia competitividad del mercado, el datacenter ha sufrido una gran transformación. Para reaccionar a la naturaleza cambiante de los negocios la apuesta clara deberían ser los sistemas hiperconvergentes y tecnologías como las que ofrece HPE SimpliVity. Hablamos de simplicidad, ahorro (con los costes de una nube pública, pero sin deslocalizar datos) y, muy especialmente, de funcionalidad marcada por la alta disponibilidad.

Si un CIO echara la mirada una década atrás se sorprendería de lo rápido que ha evolucionado la infraestructura de los CPD (centros de procesamiento de datos). La llegada de los servicios cloud y la rápida expansión de las aplicaciones bajo demanda han puesto contra las cuerdas a muchas organizaciones, a las que esta metamorfosis ha cogido a contrapié.

En la actualidad, las empresas requieren sencillez, combatir la complejidad de un entorno cada vez más cambiante con sistemas preconfigurados con una administración centralizada, simplificando al máximo su gestión.

En este contexto es donde aparecen los sistemas hiperconvergentes, esto es, la posibilidad de integrar en un único dispositivo de hardware toda la infraestructura de computación, almacenamiento y virtualización. Todo ello, además, administrado desde una única herramienta de gestión. En definitiva, la simplicidad como máxima, con una facilidad de gestión tan evidente que evita la necesidad de tener administradores especializados para las diferentes capas (almacenamiento para la cabina, para la red SAN, para la computación…).

Este tipo de sistemas ha alcanzado rápidamente un cierto nivel de madurez. Según el último estudio de ActualTech Media, la adopción de los sistemas hiperconvergentes se ha acelera un 54% de incremento con respecto al anterior año. Además, el 32% de las compañías que no lo han hecho aún, prevén adoptarlos en el próximo año.

Fabricantes como HPE no han sido ajenos a esta realidad, marcada por una presión excesiva hacia las áreas de TI: las aplicaciones crecen cinco veces más rápido de lo que las infraestructuras pueden ofrecer, al tiempo que la gestión termina por consumir el 80% del tiempo y de los presupuestos. Por este motivo, la multinacional reforzó su apuesta por la hiperconvergencia con la adquisición de la decana de este tipo de sistemas, SimpliVity, cuya tecnología ya se encuentra integrada con la línea de servidores ProLiant.

Escalabilidad ilimitada y gestión centralizada de toda la infraestructura

Crecimiento horizontal

Más allá de permitir que los diferentes componentes de la infraestructura trabajen entre sí de manera óptima (sistemas convergentes), la hiperconvergencia trae consigo la integración de las capacidades de cómputo, conectividad, almacenamiento y gestión en un único dispositivo que, además, cuenta con un diseño modular que a medio y largo plazo permite ir creciendo horizontalmente: tan solo es cuestión de seguir incorporando nuevos módulos.

Gracias al software de red que integra el hardware, la detección de los nuevos nodos es automática, añadiéndolos al clúster sin necesidad de que el administrador de sistemas intervenga. Si nuestro CPD precisa de mayor capacidad de computación o de almacenamiento, bastará con incorporar un módulo más, tan sencillo como eso. Lo mismo sucede en el caso de implementar nuevos escritorios o de realizar copias de seguridad, restaurar o clonar una máquina virtual: con los sistemas HPE SimpliVity es posible realizar estas operaciones con menos de tres clics.

Además de reducir extraordinariamente la complejidad en las tareas de gestión, estos sistemas traen consigo una serie de ventajas como la optimización del espacio, una reducción del ancho de banda y del consumo energético y de refrigeración, con los consiguientes beneficios en cuanto al respeto por el medioambiente. Hablamos, en realidad, de centros de datos virtualizados en sistemas compactos, que cuentan con una puesta en marcha simplificada respecto a los CPD tradicionales: sus funcionalidades preconfiguradas le permiten ponerse en marcha en menos de 15 minutos.

Además, el soporte también es centralizada, que permite descargar significativamente al personal de los departamentos de TI, que pueden destinar sus recursos a otras labores en las que realmente aporten valor añadido a las necesidades del negocio. En este sentido, HPE SimpliVity propone más puntos de recuperación, así como una protección de las máquinas mejorada.

El factor diferencial

A pesar del nivel de madurez de estos sistemas, es evidente que existen diferencias sensibles en las propuestas de los diferentes fabricantes. Este es el caso de HPE SimpliVity, que pone al alcance de las organizaciones una gestión más eficiente de los datos siempre en funcionamiento. A diferencia de otras soluciones que lo hacen en post-proceso, la de HPE es capaz de comprimir y deduplicar el dato en la recepción del mismo, optimizando su gestión desde el inicio. De esta manera es posible obtener ahorros de capacidad cifrados hasta en un 90%.

En esta misma línea de servicios datos, otra de las diferenciaciones de HPE SimpliVity viene de en el ámbito de la protección y recuperación de la información, que han sido significativamente mejoradas: por ejemplo, pueden restaurar hasta 1TB de máquinas virtuales en menos de 60 segundos. Por otra parte, en todo lo que tiene que ver con contingencia en caso de desastres, es posible gestionar políticas de backup y alta disponibilidad sin necesidad utilizar herramientas de otros fabricantes. Además, tanto la resiliencia y la copia de seguridad integrada como la replicación pueden llevarse a cabo aprovechando con eficiencia el ancho de banda. De este modo se garantizan los mayores niveles de integridad de datos y disponibilidad.

En cuanto a la gestión, HPE SimpliVity la concibe como una funcionalidad centralizada y federada, lo que permite administrar todas las operaciones a través de su consola de hipervisor. Esta aproximación posibilita la actualización rápida de políticas en todo el entorno a través de VCenter o System Center, sin que haya que licenciar ninguna otra herramienta de gestión propietaria.

Grandes y medianas empresas

En cuanto al tamaño de las empresas que apuestan por este tipo de tecnología, si bien es cierto que en un principio eran las grandes cuentas las que miraban hacia ella, el estudio de ActualTech Media pone de manifiesto cómo la mediana empresa está ganando terreno, rendida a los beneficios inmediatos que trae consigo esta propuesta.

Entre los atractivos que las medianas empresas ven en esta tecnología destaca la facilidad a la hora de ajustar los costes de proyectos de consolidación de infraestructuras o, incluso, de crecimiento y modernización de estas. La hiperconvergencia no solo reduce estos costes, sino que además permite predecir con gran precisión el tiempo de ejecución de un proyecto de esta naturaleza.

Para las organizaciones más grandes cada vez cobran más peso los entornos ROBO (remote office/branch office). Gracias a los sistemas hiperconvergentes, las oficinas, que pueden estar muy dispersas, pueden recurrir a la virtualización para grandes volúmenes de cargas de trabajo. Del mismo modo, y a escala departamental, las líneas de negocio también encuentran en esta tecnología un modo de tener acceso a grandes capacidades de almacenamiento y computación sin que por ello su rendimiento se vea menguado.

Infraestructura hiperconvergente para principiantes

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