Las empresas están bajo una presión constante para acelerar la velocidad de la innovación y la agilidad de TI. El objetivo es dar una mejor respuesta al cliente, al tiempo que se mantienen aspectos cruciales como son la seguridad y la escalabilidad.
En este escenario, el desarrollo de tipo low-code ha surgido como una oportunidad para transformarse más rápidamente. Sin embargo, la clave del éxito no solo se basa en la velocidad de entrega, sino también en tener la potencia suficiente para crear aplicaciones complejas que den respuesta a las necesidades empresariales de misión crítica.
De hecho, según un estudio desarrollado por Forrester Consulting para Appian, el 84 % de las empresas ya han adoptado una plataforma o herramienta de desarrollo low-code con el objetivo de mejorar sus capacidades de TI, innovar en productos y servicios, y encontrar ese nivel de agilidad que permita impulsar una mayor velocidad de comercialización.
Principales conclusiones
Además de este alto porcentaje de compañías (84 %) que ya están apostando por el low-code, el citado informe de Forrester deja también algunas interesantes conclusiones.
Por ejemplo, que estas plataformas ofrecen una respuesta adecuada a empresas con un mayor nivel de exigencias, como pueden ser una menor tolerancia al tiempo de inactividad y la pérdida de datos, o con requisitos más estrictos en materia de auditoria y certificación de seguridad independiente.
Por otra parte, este tipo de soluciones permiten construir una lógica de negocios compleja y poder aprovechar estas plataformas en diversas áreas de negocio, en sustitución de las soluciones de código personalizado.
El estudio también describe seis requisitos empresariales que las empresas deben tener en cuenta al evaluar una plataforma low-code, con el objetivo de crear y entregar aplicaciones críticas más rápido y a escala, además de obtener una comprensión más profunda de los resultados comerciales de la transformación digital.