La pandemia ha acelerado la necesidad de adaptarse al comercio digital. Los negocios deben asumirlo cuanto antes para no quedarse atrás ni perder oportunidades en el mercado. Abrazar el cambio implica emplear nuevas herramientas que ayuden a gestionar inventarios desde el origen hasta la venta, a la vez que aumentan la eficiencia.

Emanuele Soncin

En 2020 cambió el juego. Se movieron las piezas del tablero y ahora es preciso adaptarse a un nuevo escenario. La supervivencia del comercio pasa por la omnicanalidad. El impacto de la COVID-19 ha despejado cualquier tipo de duda y acelerado la adaptación de los compradores al e-commerce. Para comprobarlo basta recurrir a los datos: las ventas online en España crecieron un 34% en 2020 según el estudio realizado por Astound Commerce. 

A escala mundial, solo Malasia y Finlandia crecieron más que España, por lo que nos encontramos ante un mercado cada vez más consolidado y muy por encima de la media. Para el presente año, la previsión es que se alcancen los 45 000 millones de euros, es decir, otro incremento del 24%. El gasto en comercio electrónico rondará una media de 900 euros por persona, especialmente en los sectores de moda y alimentación. 

Y es que, durante la paralización de toda la actividad en el país, numerosos negocios consiguieron mantener sus ventas gracias al comercio digital. Muchas de las empresas que no contaban con esa tecnología han perecido. Esta revolución digital ha impactado con virulencia y la única reacción posible es la darwiniana: adaptarse al medio para sobrevivir. Las tiendas físicas, fundamentalmente en sectores como el de la moda, se comienzan a configurar como lugares de experiencia de marca, donde el cliente espera novedades, que le sorprendan… Es la oportunidad para establecer una relación sensorial con el cliente. Enamorarlo.

Experiencia en la tienda

Ese proceso de enamoramiento implica velar por una excelente experiencia en la tienda, que incluye facilitar las compras y agilizar los métodos de pago. Por ejemplo, la tecnología RFID permite leer simultáneamente todos los productos que se vayan a abonar en la caja, con el fin de minimizar las colas. Además, los minoristas más punteros ofrecen, por un lado, el cobro automático sin contacto (con RFID), y, por otro, soluciones interactivas (por ejemplo, los probadores inteligentes) para atraer al cliente, mejorar su satisfacción y aumentar las ventas.

Por otra parte, el comercio online se convierte en la plataforma idónea para facilitarle al cliente su compra, con un servicio adaptado a sus necesidades, sencillo y rápido. Es la ocasión idónea para que el cliente pueda estar en contacto con nosotros y comprar nuestros productos sin moverse del sofá o mientras toma café en un restaurante. Las redes sociales ayudarán a generar engagement y la tienda online cerrará un círculo que no debe dejar de girar.

La única opción

Todo está conectado y de ahí surge el valor de la omnicanalidad, imprescindible para abarcar todo el mercado y conquistar los corazones de los clientes. Porque el reto de las marcas en el siglo xxi ya no es solamente producir y vender con una buena relación calidad-precio-servicio. En un mercado sobresaturado, hemos de enamorar a los clientes, ser una love brand. El cliente no solo exige buenos productos o servicios, sino también que lo hagamos bien.

Todo está conectado y de ahí surge el valor de la omnicanalidad, imprescindible para conquistar a los clientes

El avance tecnológico solo puede afrontarse con innovación. La velocidad de los entornos VUCA (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos, por sus siglas en inglés) en los que vivimos nos obliga a actualizarnos constantemente. Cada paso rezagado significa pérdida de ingresos. 

Afrontar escenarios complejos

Por ello existen plataformas como HALO, en constante actualización y que cubren al completo toda la cadena del retail, desde el origen hasta la compra del cliente. HALO aúna ventajas para esos dos nuevos escenarios que ahora conviven: el digital y el físico.

HALO permite gestionar la reposición de la mercancía desde el entorno multicanal, lo que supone aumentar drásticamente la precisión del inventario, la disponibilidad de la mercancía en los lineales y la eficiencia en toda la cadena de suministro, con el consiguiente impulso en las ventas y la mejora de la experiencia de compra del cliente, sea cual sea el canal que elija. 

Estas herramientas solucionan uno de los principales quebraderos de cabeza para los retailers, pues un 56% confiesa que la gestión del inventario omnicanal le supone un problema, según un estudio de Forrester y la Federación Nacional Estadounidense de Minoristas. Con la tecnología RFID, la precisión del inventario se puede elevar del 65%-75% al 93%-99%, según GS1 y el ECR Community Shrinkage and On-shelf Availability Group.

El IoT (Internet de las Cosas) comienza a adquirir un papel relevante que se convertirá en protagonista en un futuro no muy lejano. Algunas de las mejoras más recientes que aporta son funciones que fomentan extraordianriamente la omnicanalidad: permite agregar y enumerar los productos que hay que seleccionar, agrupa artículos individuales y acelera los procedimientos del comercio electrónico. 

Aplicar las nuevas tecnologías y utilizar datos para gestionar inventarios son las únicas soluciones viables para agilizar la omnicanalidad y aumentar la eficiencia. Gracias a ellas, además de un incremento en la fiabilidad del stock, veremos cómo crecen los ingresos y se reducen los costes. 

Conclusión

En pocas palabras, la abrupta aceleración de la transformación digital obliga al comercio a adaptarse a las nuevas necesidades del mercado y exigencias de los clientes, quienes cada vez albergan mayores expectativas y están ávidos por vivir experiencias con sus marcas favoritas, pero cuya fidelidad exige que les garanticemos un servicio de calidad óptima. 

Por tanto, este nuevo escenario, extremadamente complejo, requiere la ayuda de dispositivos que aumenten la eficiencia y redunden en los beneficios, ahorrando costes y aumentando las ventas. Un mundo cada vez más tecnológico, irremediablemente, precisa de soluciones a la altura. El único camino alternativo a adaptarse al cambio conduce a un destino poco atractivo: la desaparición.

Digitalización en el comercio omnicanal

  • Mejores capacidades de reposición que facilitan, agilizan y optimizan la recogida de mercancía y el abastecimiento de la tienda. Esto ahorra tiempo a los retailers, mejora la atención al cliente y aumenta los ingresos.
  • Mejores capacidades de recepción en la tienda y una mayor información sobre la llegada de mercancía. Esto permite aumentar las ventas garantizando que los productos estén disponibles más rápidamente.
  • Mejores funciones para el omnicanal gracias a unas capacidades ampliadas de pick&pack. Los minoristas pueden hacer un uso más eficiente de sus tiendas físicas para gestionar las compras a través del omnicanal.
  • Mejora continua del etiquetado RFID con nuevas funciones, lo cual hace posible la implementación de procedimientos más fáciles que aumentan la eficiencia de los empleados.
  • Mejores capacidades de elaboración de informes que brindan una visión general del rendimiento de la empresa mediante métricas de los KPI. 
  • Más opciones para dispositivos RFID, de modo que esta plataforma de software resulte compatible con una mayor variedad de dispositivos.
  • Más opciones de conteo del inventario gracias a una nueva API estándar que simplifica las conexiones con diferentes sensores fijos, robots y drones. Gracias a ello, el conteo de las existencias resulta más preciso y eficiente.