Estrategia unificada de SASE. En la era digital actual, las empresas se enfrentan a un dilema constante: por un lado, el deseo de adoptar nuevas tecnologías que ayuden a impulsar la eficiencia y la competitividad, por otro, impedir que estas innovaciones se traduzcan en nuevos riesgos de ciberseguridad. Para los responsables de TI, encontrar el equilibrio entre innovación y seguridad es un desafío esencial.

La integración de la tecnología adecuada promete un sinfín de oportunidades, pero también puede abrir la puerta a nuevos riesgos. ¿Qué opinan los responsables de TI al respecto? ¿Asumen estos desafíos o prefieren un enfoque más consistente y convencional? Para conocer más y mejor la situación, HPE Aruba Networking, de la mano de Capio Research, ha recabado la opinión de más de 1200 directivos de TI en 21 países, con el objetivo de arrojar luz sobre esta teórica dicotomía entre innovación tecnológica y seguridad empresarial.

Una estrategia unificada de SASE permite crear una red capaz de respaldar la innovación de manera segura

Es evidente que la transformación digital se ha convertido en un auténtico motor de cambio para las organizaciones: según el 91% de los encuestados, es fundamental para desbloquear nuevas fuentes de ingresos. La adopción de tecnologías como el 5G, la inteligencia artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT) se considera esencial para mantener la competitividad, y apreciamos que un 85%, 84% y 77% de los encuestados, respectivamente, emplean ya estas tecnologías o planean hacerlo.

Sin embargo, el entusiasmo por la innovación se ve muchas veces frenado por preocupaciones relacionadas con la ciberseguridad, que afectan negativamente a la disposición a invertir en estas tecnologías para el 71 % de los encuestados. Es más, el 94 % de ellos considera que las tecnologías emergentes representan un riesgo, o incluso ya han experimentado violaciones de seguridad en el pasado.

Para abordar el equilibrio adecuado entre innovación y seguridad, las empresas deben considerar una serie de factores:

  • Adoptar un enfoque proactivo hacia la ciberseguridad, implementando políticas y prácticas sólidas, y formando y capacitando a los empleados sobre las mejores prácticas en este ámbito.
  • Considerar la ciberseguridad como un pilar fundamental de la estrategia tecnológica, y concebirla como un componente integral de la transformación digital.
  • Evaluar cuidadosamente las soluciones tecnológicas que implementan, sin perder de vista la seguridad intrínseca como un elemento clave.
  • Mantenerse al día de las últimas amenazas y tendencias en ciberseguridad, pues la educación continua y la conciencia son claves para identificar y mitigar posibles riesgos.

Con todo, si hay algo que los responsables de TI de los 21 países donde se ha hecho la consulta tienen muy presente es la importancia de la flexibilidad y la capacidad de adaptación. El 85% de los encuestados cree que su organización necesita niveles significativos de transformación para tener éxito. Esto significa que las empresas deben estar dispuestas a ajustar sus estrategias y adoptar soluciones tecnológicas que les permitan mantenerse ágiles en un entorno empresarial en constante evolución.

La transformación digital se ha convertido en un auténtico motor de cambio para las organizaciones

Afortunadamente, a medida que avanzamos en la era digital, también lo hacen las soluciones de seguridad. Por ejemplo, el 66% de los encuestados cree que la red puede respaldar la efectividad de la ciberseguridad, y un 77% proyecta invertir en SASE (secure access service edge), una solución que combina conectividad y seguridad en la nube.

Estrategia SASE

Una estrategia unificada de SASE, como la que ofrece HPE Aruba Networking, permite unir todas las tecnologías de red dispersas —como SSE (Seguridad del Extremo a la Nube) y SD-WAN (Red de Área Amplia Definida por Software)— y crear una red capaz de respaldar la innovación de manera segura. En el actual contexto de trabajo híbrido, una red que incluya principios de zero trust cimenta las inversiones en SASE, SSE y NAC (control de acceso a la red).

En un mundo empresarial en constante cambio, la capacidad de adaptarse y evolucionar de manera segura se convierte en un activo invaluable.