El euro digital es un proyecto del Banco Central Europeo (BCE) para crear una forma digital de efectivo que pueda ser utilizada por los ciudadanos y las empresas de la zona del euro para realizar pagos electrónicos de forma rápida, segura y gratuita. El euro digital no sustituiría al euro físico, sino que lo complementaría, ofreciendo una opción adicional para los consumidores que prefieren pagar de forma digital.
El Euro Digital pretende adaptar la moneda única europea a las necesidades y preferencias de una sociedad cada vez más digitalizada
Es un proyecto que pretende adaptar la moneda única europea a las necesidades y preferencias de una sociedad cada vez más digitalizada, ofreciendo una solución de pagos paneuropea, accesible, gratuita y segura.
El pasado 18 de octubre, el BCE decidió pasar a una fase de preparación del euro digital, que ha comenzado este 1 de noviembre de 2023, tras un período de investigación de dos años en la que se han analizado los beneficios y los riesgos de introducir una moneda digital de banco central en la zona del euro.
Algunas de las ventajas que propone el euro digital a los países de la zona del euro serían el refuerzo de la soberanía monetaria y la autonomía estratégica de Europa, al reducir la dependencia de proveedores de pagos privados no europeos; aumentar la resiliencia del sistema financiero, ofreciendo una alternativa segura y fiable ante posibles ciberataques o disrupciones técnicas; o incluso apoyar la transición ecológica, al reducir el uso de recursos materiales y energéticos asociados a la producción y distribución del efectivo.
Euro digital: una decisión visionaria
Una de las firmas que ha manifestado de forma pública su apoyo a esta medida ha sido la multinacional tecnológica G+D (Giesecke+Devrient), un grupo global de tecnología de seguridad en cuatro ámbitos principales: pagos, conectividad, identidades e infraestructuras digitales.
De hecho, califica como visionaria la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de arrancar la fase de preparación del euro digital, ya que considera que la moneda digital fortalecerá de manera sostenible la soberanía y la competitividad digitales de la UE, además de promover la eficiencia en las transacciones de pago.
Se prevé que esta fase de preparación, que comienza este 1 de noviembre y que ha sido aprobada por el Consejo de Gobierno del BCE, durará en torno a dos años, tiempo durante el que la CE también coordinará con los estados miembros y con el Parlamento Europeo (PE) su propuesta legislativa de junio 2023.
Con una moneda digital del banco central, la zona euro dispondría de una alternativa ante las ofertas privadas de pagos digitales y las criptomonedas altamente volátiles
“El euro digital será la respuesta adecuada a la demanda creciente de opciones de pago seguras y fiables; con una moneda digital del banco central, la zona euro dispondría de una alternativa ante las ofertas privadas de pagos digitales y las criptomonedas altamente volátiles, accesible a todos y, de esta forma, los ciudadanos tendrían aún más libertad de elección en los pagos a futuro”. Ralf Wintergerst, CEO del Grupo G+D.
Tech in Finance
Además, el pasado 20 de octubre se celebró en Málaga el congreso Tech in Finance, en el que la creación de monedas digitales por parte de los bancos centrales fue uno de los temas estrella.
En la mesa redonda dedicada a este tema, el exgobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, explicó que el proceso de creación del euro digital va a ser la reforma más importante del siglo XXI, a la altura de la revolución de las telecomunicaciones en el siglo XX y producirá una liberalización de las actividades financieras.
Una de las ventajas que traerá aparejado el euro digital es la desaparición de la política monetaria, en la medida en que los bancos no tendrán que alterar los tipos de interés para controlar la demanda, sino controlar la emisión de dinero. Todo ello llevará a suavizar las políticas macroeconómicas, haciendo menos necesarias las intervenciones de los bancos centrales.
También requirió a los reguladores la necesidad de realizar un esfuerzo pedagógico para que los ciudadanos entiendan bien el calado de esta reforma y las repercusiones en su vida cotidiana. En este sentido, Alex Saiz Verdaguer, CEO de MONEI, incidió en la importancia de que se trate de un proceso muy suave para no poner en peligro el actual sistema financiero.
A partir de la creación del euro digital, Juan Lobato, cofundador y co-CEO de Ebury, describió un escenario en el que, aparte de los bancos, existirán también los payment service provider. Es decir, se abrirá la puerta para que cualquier ciudadano o empresa que quiera dar servicios de pago, sin necesidad de disponer de mucho capital, pueda hacerlo dentro de las condiciones que marque la regulación.
