
Mantener un mainframe muy seguro. Esta era una de las premisas de la TI en el sector bancario hace diez años. Los entornos legacy están evolucionando a marchas forzadas hacia un contexto más distribuido, pero el reto que hay detrás de esta transformación digital va mucho más allá. Sobre este complejo escenario hemos hablado con Francisco Yáñez, sales engineer de Hewlett Packard Enterprise especializado en este sector.
Con más de ocho años trabajando con empresas del sector bancario, Fracisco Yáñez ha vivido en primera persona la importante disrupción tecnológica y el modo, tal vez especialmente marcado, en el que está afectando a este sector. Esta economía digital ha traído consigo un cambio importante en la percepción que el usuario tiene de la banca y de los servicios asociados.
La irrupción de las fintech ha derivado en una concepción mucho más personalizada, dinámica y, sobre todo, digital (inserta en el día a día de las operaciones) de estos servicios financieros. De hecho, el usuario va a la oficina cada vez menos. La tecnología le permite realizar todo tipo de transacciones, incluso abrir una cuenta bancaria, sin estar presente físicamente en la oficina.
“Hasta ahora, estas fintech se veían como algo negativo, que podría quitar negocio a la banca. La realidad que se está viviendo en la actualidad es la contraria. Más bien se está consolidando un contexto de colaboración —a través de alianzas o adquisiciones— entre el entorno financiero más tradicional y estas empresas nativas digitales. Esta entrada de aire fresco está haciendo que la banca deba replantearse los modelos de negocio y qué parte de la cadena de valor quiere potenciar”.
Apificación
Con vistas al futuro, Francisco Yáñez describe un contexto en el que determinados bancos van a querer permanecer en la sombra y su principal modelo estará ligado a una banca oculta, invisible, que sirva como un back-end seguro y robusto para las fintech a través de API, pero sin interacción con el usuario final.
La regulación está apoyando mucho este modelo. De hecho, este año ha entrado en vigor, a nivel europeo, la Directiva de Servicios de Pago (PSD2 en inglés), que está empujando para que los bancos pongan los medios, a través de API, para poder compartir con terceros tanto los datos de sus usuarios como también el acceso a sus cuentas. Lógicamente, todo ello sometido a la más estricta seguridad y a la aprobación de los usuarios.
Por otra parte, podremos encontrar otros bancos que basarán su modelo de negocio en el conocimiento de los clientes. Precisamente, este es un valor añadido de la gran banca.
La regulación está empujando para que los bancos compartan los datos de los usuarios
Evolución hacia la nube
Estas entidades tienden a adoptar, de forma generalizada, el modelo cloud. En la modalidad de nube pública, este tipo de entidades valoran mucho el incremento de agilidad que proporciona, aunque también se enfrentan a una serie de retos ya conocidos. Entre ellos, según comenta Francisco Yáñez, uno especialmente llamativo: “Los grandes proveedores de cloud pública son las bigtechs, que se están convirtiendo precisamente en sus grandes competidores en el ámbito de servicios financieros, y esto puede afectar a su modelo de negocio”.
Pero la transformación real se está viviendo en los entornos de cloud privada e híbrida. Si la banca tiene que transformar sus modelos de negocio y adecuarse a la velocidad de las fintech para poder colaborar con ellas, la informática interna tiene que ser igual de ágil que la de las empresas nativas digitales. Desde luego, no van a abandonar los grandes entornos tradicionales, pero sí deben desarrollar su modelo de TI interna a partir de los nuevos modelos que están naciendo, y hacerlo a un ritmo muy rápido. Esto implica un reto muy importante: la necesidad de mantener la seguridad de las transacciones —y de todo su negocio tradicional— al tiempo que se abraza ese modelo en la nube.
Además, necesitan también llevar a cabo esta transición en un tiempo récord. Para ello, están demandando el conocimiento externo que llega de los principales partners tecnológicos. El objetivo es contar, cuanto antes, con las ventajas que ofrece la cloud pública, pero en su datacenter, de tal forma que puedan ejecutar las cargas de trabajo en el entorno más adecuado en función de sus necesidades (véase el cuadro).
“Desde luego, nosotros estamos percibiendo una aceleración muy importante en la evolución de la banca hacia cloud, muy superior a la que existe en otros sectores. Los plazos que Negocio está dando a su propia informática para ejecutar esos proyectos cloud se han reducido de forma dramática. Por ejemplo, hemos construido —en una referencia concreta— un modelo completo end-to-end en el último año, cuando los plazos normales para este tipo de proyectos se estimaban en torno a tres años. Hay que tener en cuenta que esto conlleva la aceleración de todo el stack, no solamente la infraestructura sino también de la capa de software y de los casos de uso que se están aplicando a esa infraestructura”.
Inteligencia artificial
Una de las tecnologías que más están llamando la atención en el sector bancario es la inteligencia artificial. Este tipo de entidades siempre han manejado grandes volúmenes de datos. Ya hace tiempo que empezaron a trabajar con big data y ahora están evolucionando hacia el uso de inteligencia artificial. De nuevo, todo gira en torno a la operación en un contexto digital, en contraposición al físico, y con el fin de facilitar ese KYC (know your customer) tan demandado.
Por una parte, el uso de este tipo de tecnologías se está orientando mucho a temas relacionados con la seguridad, a detectar anomalías o fraudes en tiempo real respecto a las transacciones o a los usuarios. “Se busca predecir cuál va a ser el comportamiento de un cliente durante los próximos días o meses, averiguar si puede tratarse de un usuario falso que se ha creado la cuenta para blanquear dinero… Tienes que ser capaz de detectar todo eso en tiempo real”.
Por otra parte, hay un gran foco en que esa inteligencia artificial ayude a mejorar la experiencia de los usuarios a través de la personalización de los servicios que les ofrece la banca. Todo ello, de nuevo, en tiempo real.
“En este ámbito, HPE ha anunciado recientemente la intención de adquirir Bluedata, que permite a las empresas desarrollar proyectos de machine learning e inteligencia artificial de manera muy ágil. Estamos incluyendo esta solución en nuestra propuesta de valor en torno a la inteligencia artificial. Ya teníamos el back-end de datos, contamos con varias soluciones que permiten ejecutar los clusters de computación para inteligencia artificial y ahora hemos añadido esa necesaria agilidad. Esto nos va a permitir implementar proyectos rápidamente, y que las empresas puedan poner toda esa información a disposición de sus científicos de datos en tiempos muy reducidos”.

Blockchain
Dos tendencias que están impactando mucho en este sector son blockchain y DLT (distributed ledger technology). “Aunque todavía estamos en un período de madurez, ya se lleva hablando más de un año sobre implementaciones y sencillos casos de uso respecto a estas tecnologías”.
Lo cierto es que el interés es creciente y, de nuevo, los proyectos están muy relacionados con el know your customer, en ámbitos como la posibilidad de compartir los datos de los clientes para que distintas empresas puedan tener acceso a ellos de manera segura.
“En cualquier caso, aunque todavía queda recorrido para ver a DLT y blockchain como tecnologías core en las transacciones bancarias, son evidentes las ventajas que tienen en ámbitos como la seguridad y la transparencia, que las tecnologías tradicionales no ofrecen”.
En el ámbito de DLT ya existen casos productivos de implementación en la banca. En el caso de HPE, están trabajando con R3 Corda, una de las primeras alianzas para crear un blockchain empresarial. De esta forma se responde a un reto muy importante relacionado con la necesidad de que estas tecnologías, además de seguras, sean también robustas y posean un elevado nivel de tolerancia a fallos, tal y como ocurre con la red actual de transacciones bancarias.
“Estamos trabajando con nuestras tecnologías de non stop con el objetivo de soportar las transacciones financieras del futuro, haciendo que la capa de infraestructura que sostiene la computación distribuida en blockchain sea tan robusta como la que tienen los sistemas bancarios tradicionales”.
Una de las tendencias claras en el sector bancario es el uso de inteligencia artificial
Oficina digital
En España, este tema es especialmente interesante, ya que ha sido uno de los principales países dentro de la denominada banca retail (con oficina). La actual tendencia hacia el usuario digital, que utiliza el móvil para todas las interacciones con la entidad, o incluso la voz a través de asistentes como Alexa o Siri, está derivando en una profunda transformación de las oficinas.
“La tendencia es convertirlas en centros de experiencia para los usuarios, entornos físicos de ‘guante blanco’ donde el usuario va a recibir una experiencia digital, e incluso interactiva, con el banco”.
En este escenario, la propuesta de HPE llega a través de las tecnologías edge computing. Este rango de soluciones permite desde realizar una gestión completa de toda la información recogida en las entidades, incluyendo la seguridad de los datos, hasta la posibilidad de generar ofertas que puedan aplicarse en tiempo real. De nuevo, la importancia de conocer al cliente.
“Por ejemplo, cuando un usuario entra en una oficina, los empleados dispondrán de toda la información necesaria para poder ofrecerle servicios totalmente personalizados en función de su identidad, su actividad financiera, etc. Todo ello en tiempo real y sin que el usuario tenga que hacer nada”.
Lógicamente, en este escenario hay un buen número de retos relacionados con la regulación, la seguridad de los datos, etc. Poder dar al usuario una experiencia digital, incluso en esas oficinas físicas, sería el último bastión de transformación digital en el sector bancario.