La transición energética, uno de los pilares de la lucha contra el cambio climático a escala global, ha ganado en urgencia para la Unión Europea (UE) a raíz de las consecuencias que está teniendo en materia de energía la invasión rusa de Ucrania. En este viaje, tecnologías como IoT, big data, analítica e inteligencia artificial son y continuarán siendo aliados clave.
Inmersos en la crisis energética desencadenada por la invasión rusa de Ucrania, el momento es crítico para continuar la lucha contra el cambio climático y avanzar en la transición energética; un desafío en el que las nuevas tecnologías —en especial IoT, big data, analítica e inteligencia artificial (IA)— son protagonistas.
En CGI contamos con un conocimiento amplio y profundo de las tendencias, retos y prioridades de las compañías y organismos que operan en el sector de la energía y las utilities (ver Cuadro), y que están cada vez más concienciados del valor de la sostenibilidad. La transición energética requiere nuevas inversiones y modelos de negocio que permitan hacer frente a la creciente competencia y a la presión de los stakeholders para descarbonizar, digitalizar e incrementar la producción sostenible.
Combinando drones e IA es posible reducir de semanas a días las inspecciones obligatorias de las plantas fotovoltaicas
En este sentido, nuestro informe CGI Voice of Our Clients para el sector Energía & Utilities muestra que, junto a la mejora de la experiencia del cliente y la digitalización, el 70% de los líderes digitales de estos sectores considera la sostenibilidad ambiental como un elemento clave para crear valor futuro para los clientes, porcentaje muy superior a la media de todos los sectores (51%). A su vez, cabe destacar que los datos y el análisis predictivo continúan estando entre las principales áreas de inversión en innovación para los próximos tres años.
Energías limpias
La transición energética tiene un carácter urgente. Con el precio de los carburantes cada vez más elevado, y el gas en una encrucijada, el desarrollo y uso óptimo de las energías renovables, que ya era prioridad para la UE, resulta crucial.
Se debe acelerar en el camino iniciado hace más de un lustro. En línea con el Acuerdo de París, alcanzado en 2015 y ratificado por Europa y España en 2016 y 2017 respectivamente, la UE presentó en 2016 la propuesta “Energía limpia para todos los europeos”.
También conocida como “paquete de invierno”, esta propuesta, a través de diversos reglamentos y directivas, ha sentado el marco normativo para lograr una serie de objetivos en 2030: reducir un 40% respecto a 1990 las emisiones de gases de efecto invernadero, que las renovables alcancen una representación del 32% sobre el consumo total de energía, mejorar un 32,5% la eficiencia energética y lograr un 15% de interconexión eléctrica de los Estados miembros.
El European Green Deal, o Pacto Verde Europeo, presentado a finales de 2019 también incide en el impulso a la transición energética con el desarrollo de energías limpias y contempla conseguir una UE climáticamente neutra en 2050.
En respuesta a la demanda de la UE, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico envió a la Comisión Europea (CE) el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), que establece los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, desarrollo de renovables y de eficiencia energética.
En 2030, la penetración de energías renovables en el consumo de energía final debería ser de al menos un 42%
En esa misma línea, en mayo de 2021 se aprobó la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que marca como objetivos reducir en 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero del conjunto de la economía española en, al menos, un 23% respecto a 1990. Para ello se pretende que la penetración de energías renovables en el consumo de energía final sea de al menos un 42%, y que el sistema eléctrico tenga un 74% de generación a partir de estas energías.
Inspección inteligente de plantas fotovoltaicas
En este escenario, la energía solar fotovoltaica sigue creciendo. Los datos del operador del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (REE), renombrado Redeia, muestran que la fotovoltaica ya ha alcanzado una potencia instalada en España de 16.041 MW que podría llegar a 17 GW a finales de 2022. Se ha duplicado la potencia instalada en los últimos cuatro años y podría superar a finales de año a la hidroeléctrica (17.094 MW) como tercera mayor fuente de electricidad por capacidad instalada. En las dos primeras plazas están la eólica y las plantas de ciclo combinado, con 28.054 MW y 26.250 MW respectivamente.
En GCI acompañamos a las empresas de este sector en este avance, y en otros como el del hidrógeno, en un estadio de desarrollo más temprano. En el caso de las grandes plantas fotovoltaicas, con una media 1,5 millones de paneles y en torno a 500 MW de capacidad, proporcionamos sistemas avanzados de mantenimiento, incluyendo herramientas para monitorizar y garantizar el rendimiento correcto de cada panel. Para ello hemos desarrollado un sistema innovador que reduce tiempos y costes de mantenimiento, además de sumar inteligencia para ayudar a la toma de decisiones.
Los sistemas mantenimiento incluyen herramientas para monitorizar y garantizar el rendimiento correcto de cada panel
Esta solución combina drones e IA para reducir de semanas a días las inspecciones obligatorias de las plantas y sigue evolucionando para incorporar capacidades de predicción y determinar, entre otros, el impacto económico en la producción de distintos fallos o averías.
Gracias a la IA (redes neuronales) embarcada en los drones es posible detectar patrones de problemas, fallos o anomalías en un vuelo de verificación y, en ese caso, tomar el control para descender a baja altura y tomar fotografías (RGB + IR) del panel afectado para, en función de cada situación, adoptar la decisión óptima. Este vuelo inteligente parte de un primer vuelo de auditoría que se lleva a cabo cuando la planta entra en servicio con el objetivo de elaborar un mapa georreferenciado de los paneles, a partir del cual la inspección puede realizarse de forma autónoma.
La solución proporciona también un dashboard que muestra información detallada de las inspecciones realizadas
El análisis se efectúa en tiempo real y al terminar el vuelo las empresas responsables del mantenimiento de las plantas disponen de un informe detallado en el que se identifica el tipo de avería, fallo o incidencia de cada panel. La solución proporciona también un dashboard que muestra información detallada de las inspecciones realizadas, tanto del conjunto de plantas como individualizada de cada una de ellas, en los últimos años por nuestros profesionales.