
El traslado de la población rural hacia las ciudades es un hecho desde hace décadas. Esto es algo que afecta, sobre todo, a los países en fase de industrialización. Y este incremento de los ciudadanos afecta al tráfico de forma severa, convirtiéndose en uno de los mayores quebraderos de cabeza para los gestores de las ciudades, así como para las fuerzas de seguridad.
La mera aglomeración de coches en las calles no es el único problema. La contaminación del aire debido a los gases de escape es la otra cara de la moneda. Por este motivo, no solo se incentivan los coches eléctricos en el centro de las ciudades y se imponen tarifas especiales para circular por ellos (como, por ejemplo, en Londres), sino que también se buscan soluciones para mejorar la fluidez del tráfico y aumentar la efectividad del transporte público, a fin de que sea una alternativa viable y más atractiva para los usuarios, y que estos decidan dejar el coche en casa.
En el ámbito de las tecnologías de ciudades inteligentes existen ya varias alternativas orientadas a solucionar o, al menos, a paliar los problemas que genera el tráfico en los núcleos urbanos de cierto tamaño. La iniciativa Smart Transportation de Huawei se centra en tres aspectos básicos: mejor utilización de la infraestructura existente, reducción en el número de vehículos y un cambio en la mezcla de vehículos que circulan por las calles. Esta solución consta de una serie de sistemas inteligentes individuales, integrados entre sí, para la gestión de la información del tráfico, el control de vehículos, la gestión de emergencias, los peajes o la operación de vehículos comerciales.
Desde el punto de vista tecnológico, se trata de una plataforma digital basada en ICT que transporta servicios de datos, de voz y de vídeo, para unificarlos en el centro de control, desde donde se pueden emprender las acciones necesarias. Estas capacidades de comunicación son de especial interés cuando los servicios de emergencia y las fuerzas del orden han de coordinar acciones en el caso de accidentes de tráfico, ya que todos reciben la información necesaria en tiempo real y pueden realizar acciones más eficientes.
Transporte público
Debido a que la implementación de las tecnologías para smart city en los vehículos privados es mucho más complicada (aunque Huawei ya está trabajando con numerosos fabricantes de automóviles en este sentido), el primer paso es su utilización y prueba en los vehículos de transporte público. Una de las iniciativas, por ejemplo, son unos sensores inteligentes que miden constantemente los recursos del vehículo y su utilización, para reducir las emisiones de carbono al mínimo. Esto, además, alarga la vida de los vehículos, lo cual es un punto positivo adicional para los ayuntamientos que han de mantenerlos.
Luego está la redistribución del tráfico basada en los patrones de conducción habituales, horas del día, circunstancias atmosféricas y aglomeraciones, otro sistema que contribuye a una mejor circulación. No solo tiene como consecuencia que se reduzca el número de atascos y, por tanto, mejore la calidad del aire, sino que también aminora el desgaste de las calles que normalmente concentran más tráfico. Finalmente, hay un aspecto de seguridad: cuanto más fluido es el tráfico y más calmados los conductores, menos accidentes hay.
Estos sistemas son modulares y pueden aplicarse en cualquier combinación
Aparcamiento automático o asistido
En principio puede parecer que el aparcamiento no tiene mucho que ver con la fluidez del tráfico, pero no es así. ¿Cuánto tiempo puede perder un conductor buscando algún lugar en el que aparcar? En un momento dado, en una gran ciudad, puede haber miles de coches intentando aparcar sin éxito. Eso significa un gran número de vehículos dando vueltas sin parar por la misma zona, entorpeciendo el tráfico porque circulan despacio en busca de un sitio, se paran una y otra vez de forma infructuosa cuando parece que alguien va a salir y dejar libre un sitio, etc.
Ni siquiera si decidimos dejar el coche en un parking nos aseguramos tener éxito a la primera, porque en el centro es frecuente que no haya plazas libres en muchas franjas horarias. Y si hay un evento extraordinario, la cosa se complica aún más. El resultado son miles de coches consumiendo recursos innecesariamente, conductores gastando tiempo y vehículos en las calles que deberían estar aparcados.
La solución que plantea Huawei es un sistema de aparcamiento asistido que recibe información de múltiples fuentes:
- Los propios parkings, con su nivel de ocupación y un mapa exacto en tiempo real de qué plazas están libres en cada momento.
- Las cámaras de vigilancia, que pueden determinar qué plazas están libres en una calle determinada y de qué tipo son (normales, azules, verdes, etc.).
- Las cámaras de tráfico, que conocen la situación de la circulación y que pueden dirigir a los vehículos por el camino más eficiente hasta su plaza
- Los propios coches, que disponen de un sistema con geolocalización desde donde el conductor avisa de su intención de aparcar.
Con todos estos datos, el sistema averigua la posición del vehículo y propone al conductor una de las plazas libres que hay en los alrededores, en función del criterio que este haya elegido (plaza de calle, gratuita, de parking, etc.). El sistema incluso se puede conectar con el GPS del coche para dirigirlo por el camino más corto hasta su destino. De hecho, la información que recibe el conductor puede ser tan precisa como “plaza 25C, planta 2, parking XYZ en la calle ABC, número 1”.
La implementación de este tipo de sistemas es compleja, ya que involucra el dispositivo en el coche, además de la conexión de todos los espacios de aparcamiento relevantes. Pero sus ventajas son innegables y ya hay algunos proyectos piloto en marcha para evaluar sus beneficios reales.
Con un tráfico más fluido y conductores más calmados, menos accidentes
Peajes automatizados
En las ciudades en las que hay accesos restringidos al centro de la ciudad, túneles o puentes con peaje, los atascos en las barreras de peaje son algo frecuente. Con la ayuda de sistemas automatizados que reconozcan las matrículas de los coches, la dirección en la que viajan y que realicen el cargo del peaje automáticamente en la cuenta de conductor, se reducen las colas de espera y se mejora la circulación en las zonas de peaje.
Todos los sistemas mencionados son modulares y pueden aplicarse en prácticamente cualquier combinación. No obstante, una ciudad grande termina por necesitarlos todos, ya que se complementan y potencian entre sí. No obstante, aun solo empleando uno de ellos se pueden ver resultados positivos de forma prácticamente inmediata tras su implementación.