El estudio de Orizon refleja que la banca de nuestro país no tiene capacidad para evaluar qué impacto tiene en el negocio la inversión en nuevas infraestructuras tecnológicas: “la banca no considera que la tecnología sea un valor diferencial ni un elemento competitivo dentro del mercado, más allá de su coste económico”.

A partir del análisis de cinco grandes bancos españoles, Orizon ha desarrollado un estudio respecto al nivel de rendimiento de sus infraestructuras tecnológicas. Según este análisis, la banca española tiene problemas de disponibilidad de alguna de sus operativas básicas la mitad de los días del año, con una especial incidencia al inicio y final de mes, periodos en los que las operaciones pueden multiplicarse hasta por tres. Cabe recordar que, actualmente, una entidad bancaria ejecuta en torno a 2.000 millones de transacciones diarias.

Además, este informe revela un elevado nivel de incidencias (en torno al 20%) a la hora de elaborar los informes internos, tanto de riesgo, como comerciales, un porcentaje muy preocupante si se tiene en cuenta que estos informes definen diariamente la estrategia de las entidades para, por ejemplo, vender productos, fidelizar clientes y analizar riesgos.

La banca soporta unos sobrecostes de sus infraestructuras de un 10% y de hasta el 15% en el caso del mantenimiento de aplicaciones

De hecho, según este informe, el principal problema al que se enfrenta la banca española es la baja calidad de su software desde el punto de vista conceptual, más aún si se tiene en cuenta que, a lo largo del año, una entidad lo modifica en un 50%, aproximadamente. Como consecuencia, la banca soporta unos sobrecostes de sus infraestructuras tecnológicas de un 10% y de hasta el 15% en el caso del mantenimiento de aplicaciones.

Esta situación sería claramente subsanable ya que, en opinión de Orizon, el 70% de estas problemáticas tecnológicas de la banca siguen patrones claros, repetitivos y, por tanto, previsibles.

Otro de los puntos que recalca el informe son los excesivos tiempos de respuesta de los sistemas, hasta en un 50% de las ocasiones, fruto del incumplimiento de los contratos de servicios por parte de proveedores, lo que generar un impacto sobre ciertas operaciones del negocio, tales como cumplimiento normativo o consolidación de transacciones que no son ejecutadas a tiempo.

El apremio que llegan con la digitalización

El proceso acelerado de digitalización que ha llevado a cabo el sector bancario en los últimos años, en paralelo a la creciente presión normativa (Basilea, PSD2 Mifid II), gha agudizado todas estas problemáticas. Según este informe, la digitalización bancaria ha alcanzado cotas cercanas al 100%, duplicando los costes en arquitecturas tecnológicas como consecuencia del incremento de la complejidad de los sistemas de información y del código software.

Este mismo proceso, apunta el estudio, ha provocado que el número de transacciones necesarias para generar un euro de margen bruto se haya multiplicado por tres en la última década, mientras que el coste unitario por transacción ha descendido un 50%. Esto ha provocado que los costes en infraestructuras y mantenimiento de las aplicaciones se haya incrementado en casi un 20%.

Evaluar el impacto de TI

Según Ángel Pineda, CEO y fundador de Orizon, “la banca española no dispone de un enfoque metodológico hacia la medición de la eficiencia tecnológica, ya que las herramientas usadas tradicionalmente a tal fin son incapaces de analizar la complejidad actual de los sistemas”.

El incumplimiento de los contratos de servicio por parte de los proveedores ocasiona tiempos de respuesta excesivos hasta en un 50% de las ocasiones

De hecho, el estudio apunta que los bancos españoles son, tradicionalmente y por restricciones normativas, fuertemente conservadores en innovación tecnológica. Al analizar la estructura de las inversiones realizadas en tecnología durante los últimos diez años, y a pesar de su aparente crecimiento, el mayor porcentaje se dedica al mantenimiento de las infraestructuras existentes y, además, en una progresión creciente. Si en 2008, la inversión en innovación supuso el 49,3% de los costes y el 50,7% se dedicó a mantenimiento, actualmente esta proporción es del 40% y 60%, respectivamente.

Entrevista completa con Ángel Pineda

Recientemente tuvimos una interesante conversación con Ángel Pineda, CEO y fundador de Orizon, en la que nos develaba muchos de estos detalles en torno al estado en el que actualmente se encuentran la mayoría de las infraestructuras tecnológicas -y los modelos de desarrollo- de los que dependen los grandes bancos españoles. En esta entrevista, Ángel nos dejó algunos datos realmente llamativos.

«Por dar algunas cifras, una empresa con un presupuesto anual de 500 millones de euros (entre desarrollo, infraestructura, etcétera) tiene un sobrecoste de entre un 10% o un 15 % en el mantenimiento de aplicaciones, y otro 15% en la infraestructura«.