
La financiación colectiva de proyectos empresariales, también conocida como crowdlending, se mantiene en la senda del crecimiento en Europa y España no es ajena a este fenómeno de la economía alternativa: en 2016 se situó en el cuarto lugar por volumen prestado, solo por detrás de los Países Bajos, Francia y Finlandia, con un crecimiento interanual del 104% de 2015 a 2016. A través de la tecnología, las plataformas de crowdlending como Lendix, transforman la manera en la que las empresas obtienen préstamos. En España, a través de un banco, una empresa tarda siete semanas —de media— en obtener financiación; en Lendix puede conseguirlo en una semana, sin desplazamientos y con un servicio personalizado.
En el contexto de Europa, las pymes recibieron en 2016 un total de 350 millones de euros en préstamos por parte del colectivo de inversores particulares e institucionales, a cambio de una rentabilidad bastante atractiva. Esta cifra representó un crecimiento del 65% en relación con el año anterior, según el informe La industria de las finanzas alternativas en Europa, publicado por Cambridge Centre for Alternative Finance (CCAF). Estas empresas pidieron de media unos 111 000 euros al colectivo de inversores, una cifra que ha aumentado considerablemente en 2017 y se prevé que mantendrá ese nivel de crecimiento en 2018. En España, la media del volumen de financiación subió hasta los 370 000 euros en 2017 y en el primer semestre de 2018 llegó a los 470 000 euros, un 26% más con relación al año anterior.
La financiación colectiva
de proyectos empresariales
crece en Europa y en España
Limitar los riesgos
Este nuevo tipo de financiación abre la posibilidad al préstamo transfronterizo —Lendix opera en España, Italia y Francia— con inversores financiando proyectos empresariales de diferentes países. Por ejemplo, a través de nuestra plataforma se han financiado 395 proyectos franceses, 41 españoles y 46 italianos, con la participación de 9362 inversores franceses, 501 españoles, 322 italianos y 1082 europeos.
De esta manera, el dinero fluye en el territorio europeo de forma independiente del país, en igualdad de condiciones y sin ningún coste. El objetivo es construir lo que se denomina la Europa del Ahorro. Además, esta capacidad de apoyar a empresas ubicadas en otros países repercute en la diversificación de la cartera, clave para reducir la dependencia económica o la sobreponderación de un solo país; así se limitan los riesgos.
Además de usar el criterio geográfico a la hora de diversificar, también se puede usar el sectorial, por nivel de riesgo de la inversión, según los intereses o la duración del préstamo. En el estudio realizado por Lendix, La Radiografía del crowdlending en España, se identifica además a las empresas de los sectores ocio, industria y Horeca (hoteles, restaurantes y cafés) como las que solicitan mayor volumen de dinero a la comunidad de inversores, con una media de 700 000 euros, 525 000 euros y 500 000 euros, respectivamente, seguidos por otros sectores, como transporte, alimentación o construcción.
Lo cierto es que desde que el crowdlending se ha convertido en una alternativa de financiación para todo tipo de compañías o entidades, las posibilidades de crecimiento para las mismas se han incrementado. Las empresas demandan más calidad en sus servicios y la transformación digital del sector financiero se ha puesto al servicio de las personas y de la realidad de las necesidades de financiación de los empresarios. A través de este tipo de prácticas, todo tipo de organizaciones pueden contar con un flujo de dinero que viene de un colectivo de inversores ubicados en cualquier país europeo y que están interesados en el desarrollo de las empresas y de la economía real.