Según Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra, “en España, ya no es necesario mirar hacia fuera para encontrar ejemplos de éxito empresarial basados en la aplicación de las nuevas tecnologías. Podemos sentirnos orgullosos de habernos colocado a la altura de los países punteros a la hora de extraer el máximo partido de la digitalización en numerosos sectores de actividad, y de que nuestra economía haya dejado de depender exclusivamente de los factores tradicionales para añadir la aportación de las nuevas tecnologías al crecimiento del valor añadido”.

Esta es una de las conclusiones que pueden extraerse del Informe sobre Madurez Digital 2018 elaborado por Minsait, una compañía de Indra, del que se desprende que la digitalización actúa como motor de crecimiento de la economía española y, a partir de 2015 se ha convertido en responsable de hasta un 30% de su crecimiento.

De hecho, según este mismo informe, España ha perdido algunos años en los que la digitalización podría haber contribuido a mejorar el valor añadido de su economía. De haber mantenido el ritmo de crecimiento de la UE-15, el valor acumulado de los efectos de la digitalización en España entre 1996 y 2017 ascendería a 310.364 millones de euros (equivalente al 30,7% del PIB), frente a los 57.841 millones (el 5,7% del PIB) realmente alcanzados.

Además de datos históricos, el informe apunta también cuál puede ser el camino a seguir para que la digitalización consolide su papel a la hora de generar riqueza en un país por medio de la aportación de crecimiento al PIB y la creación de nuevos empleos. En este sentido, apunta que la economía española será capaz de obtener los máximos beneficios de la digitalización en la medida en que el capital tradicional sea reemplazado por el tecnológico, y el capital humano siga optimizándose y se mantenga  la inversión en I+D”. Además, señala la importancia de que, a diferencia de lo que sucedió en los años previos a la crisis, los sectores más productivos tienden a aumentar su peso en el conjunto de la economía, en detrimento de las ramas menos eficientes.

Grandes empresas

En el informe también se analiza el grado de evolución de las grandes empresas en ese camino hacia la digitalización, poniendo el foco en cuatro habilitadores:

  • Visión y estrategia. El 45% ya ha concretado el programa que debe guiar su transformación, definiendo objetivos, responsables, hitos y métricas. Sin embargo, sólo el 14% de las grandes corporaciones apuesta por impulsar la innovación y abrir espacio para la disrupción.
  • Organización. La dirección lidera el cambio con el ejemplo diario en el 74% de las grandes corporaciones, y en el 54% ya se han definido claramente los roles de liderazgo. El 41% dedica recursos (humanos y económicos) expresamente a la transformación.
  • Talento. Las empresas comprenden que la transformación cultural es crítica para el cambio. El 24% afirma que ya ha asimilado el cambio cultural y el 38% ya cuenta con los mecanismos de incentivos, formación y comunicación necesarios para integrar el cambio en la organización. Además, el 35% declara contar con niveles altos de apoyo al emprendimiento interno, fomento de la cultura colaborativa y sustitución de estructuras verticales por horizontales.
  • Sistemas. El 66% considera que sus sistemas core no están suficientemente preparados para integrarse en la transformación digital.

Retos y recomendaciones

Según este informe, el talón de Aquiles de la digitalización se encuentra en la innovación y creación de nuevos modelos de negocio: se descuida la búsqueda de nuevas fuentes de crecimiento e incluso la disrupción de los mercados. Para dar respuesta a este reto, las empresas deben aprovechar las ventajas de la tecnología para aumentar la oferta basada en productos conectados, la contextualización y la personalización.

Entre las recomendaciones que propone este informe para seguir avanzando en la transformación se encuentran:

  • Ajustar la capacidad de ejecución a la volatilidad de la demanda y la rapidez de los avances tecnológicos.
  • Explorar alianzas estratégicas y abrirse a otros players; contemplar a los nativos digitales como una referencia con la que es posible explorar acuerdos de colaboración.
  • Explotar el potencial del dato y seguir apostando por las tecnologías digitales.
  • Lograr las construidas “hacia afuera” con las internas de las organizaciones, poniendo un especial énfasis en la transformación profunda del
  • Y aumentar el nivel de ambición. No limitarse a digitalizar el negocio actual, sino aspirar a crear negocios futuros cimentados sobre la base de las nuevas tecnologías. Atreverse a apostar por modelos de negocio disruptivos.

Informe sobre Madurez Digital 2018

Este informe se ha realizado en base a un análisis teórico sobre el impacto macroeconómico de la digitalización, junto a investigadores de la Universidad Carlos III, que aporta una visión global sobre los efectos de la digitalización en la economía española durante los últimos 25 años. Además, se han realizado entrevistas con altos directivos de 70 corporaciones.