Análisis de Dynabook Portégé X30L. Hace ya más de cuatro años se anunció la adquisición de la unidad de PC y portátiles de Toshiba por parte de Sharp, lo que se debería traducir en un cambio de nombre y de estrategia comercial buscando mejoras en los procesos de logística y producción, el know how tecnológico de la propia Sharp en lo que respecta a las pantallas, o una mayor diversificación de su mercado objetivo.
Donde realmente destaca es precisamente en sus habilidades como herramienta de trabajo portátil
En cualquier caso, lo que está claro es que, aun con el paso del tiempo, Dynabook no ha perdido un ápice de su claro enfoque al mundo empresarial. Esto se puede ver en algunos de sus últimos lanzamientos (en cuanto a tecnologías y productos), y también en modelos como este Portégé X30L que hemos podido analizar.
Aunque no es un dispositivo de última generación (vio la luz en 2021) es todavía un portátil pleno de capacidades y con algunos detalles especialmente interesantes para todo tipo de públicos, especialmente en el ámbito empresarial.
El diseño sí importa
Lo primero que llama la atención de este Portégé X30L es su aspecto exterior, tremendamente compacto y con elegante color “azul místico” en la cubierta. Pero es cuando te decides a cogerlo cuando realmente percibes lo liviano de su diseño. Estamos hablando de un dispositivo de poco más de 900 gramos de peso, con un diseño ultraligero que ha sido posible gracias al uso del magnesio en la construcción de su chasis.
Pero, aunque la apariencia es de fragilidad —debido a su peso y también a cierta flexibilidad en la propia pantalla—, lo cierto es que se trata de un dispositivo robusto y resistente. Desde luego, ideal para el día a día en una amplia gama de contextos laborales.
Al abrir la tapa nos encontramos con un panel Full HD IGZO de Sharp de 13,3” de diagonal, que propone una resolución de 1920 х 1080p y una relación de forma 16:9: un contexto que permite trabajar con suficiente comodidad en todo tipo de aplicaciones. Además, con un nivel de brillo medio de 470 cd/m2 (nit) y tecnología IPS, esta pantalla proporciona una imagen muy alta calidad, con amplios ángulos de visión y un excelente comportamiento en la reproducción del color. También es de agradecer, especialmente en algunos escenarios de trabajo, la posibilidad de abrir la pantalla hasta 180º para instalarlo en un formato plano.
Portégé X30L: comodidad, autonomía y seguridad
En cuanto al teclado, ofrece un recorrido de teclas muy cómodo (aunque se podría mejorar el tamaño de las teclas de cursor), y cuenta con dos dispositivos de señalización (trackpoint integrado y touchpad), este último con un sensor de huellas dactilares en la esquina superior izquierda.
Integra un importante conjunto de funciones de seguridad, tanto del dispositivo como de la información almacenada
También hay que hacer notar la existencia de una cámara web HD integrada en la zona superior de la pantalla, que cuenta con reconocimiento facial IR y un obturador para asegurar la privacidad cuando no está en uso.
Además de esto, como viene siendo habitual en los dispositivos de Dynabook, el equipo integra un importante conjunto de funciones relacionadas con la seguridad, tanto del dispositivo como de la información almacenada. Al habitual conjunto de utilidades de gestión y configuración, o del uso de diversas contraseñas (de usuario o supervisor) hay que sumar también la típica ranura para el cable de seguridad, los elementos de autenticación antes mencionados, la BIOS propietaria de Dynabook o el soporte para el cifrado TPM 2.0.
Otro de los puntos claramente reseñable en este dispositivo es su autonomía. No olvidemos que estamos ante una auténtica herramienta de trabajo portátil y la batería no debería ser un dolor de cabeza constante para este tipo de usuarios. De este modo, el Portégé X30L ofrece más de 15 horas de autonomía en un contexto de uso, digamos, liviano.
En cualquier caso, en las pruebas de trabajo real realizadas (uso de herramientas ofimáticas, navegación web, correo electrónico y reproducción puntual de archivos multimedia) siempre hemos superado con holgura las 12h de funcionamiento.
Rendimiento y conectividad
Por último, pero no menos importante, este Portégé X30L está equipado con un más que correcto conjunto de hardware que garantiza un nivel de prestaciones muy interesante. En su interior encontramos un procesador Intel Core i7 de 11a generación, junto con 16 GB de memoria DDR4 y una unidad SSD de 512 GB de capacidad. A esto hay que sumar la gestión del apartado gráfico, a través de Intel Iris Xe.
Hay destacar las posibilidades que ofrece en el ámbito de la conectividad, muy enfocada a un contexto corporativo
Todo ello permite asegurar unos niveles de rendimiento más que adecuados para este tipo de público, manejando con fluidez todo tipo de aplicaciones empresariales en el ámbito ofimático y pudiendo enfrentarse también con soltura a contextos más relacionados con la imagen o el ocio digital.
Además, hay que unir también las posibilidades que ofrece en el ámbito de la conectividad, muy enfocada a un contexto corporativo. En este aspecto destacan los dos puertos Thunderbolt 4 USB-C, entradas USB 3.1 tipo A o el conector RJ-45 para LAN Ethernet. Esto se complementa con soporte WiFi 6 y Bluetooth 5.1 para comunicación inalámbrica.
En resumen
Aunque cuando nos planteamos la compra de un portátil se suele empezar por el procesador, la memoria o la capacidad de almacenamiento, en un contexto corporativo cobran también importancia aspectos como la portabilidad, la comodidad de uso, la autonomía o la seguridad.
Aunque el comportamiento de este Portégé X30L es más que adecuado en lo que respecta a las prestaciones y rendimiento en general, donde realmente destaca es precisamente en sus habilidades como herramienta de trabajo portátil.