Hay una frase atribuida a Heráclito, no por manida menos cierta, que afirma que lo único que permanece constante es el cambio. Como nos recuerda Ricardo Malhado (IDC España) en su artículo, esto está en la historia de la economía. Lo realmente nuevo, lo que tiene a muchos desconcertados, es la velocidad y la escala a la que está sucediendo.

La gran diferencia con otras épocas y otras revoluciones es que esta disrupción la vemos y la palpamos prácticamente año a año, uno detrás de otro. No se trata de una nueva generación que llega con ideas nuevas, ideas que poco a poco se van acomodando con las prácticas tradicionales hasta llegar a desbancarlas. Se trata de cambios relevantes (que te dejan fuera del mercado) y constantes (suceden cada poco tiempo).

Empresas de reciente creación han sabido aprovechar estas tendencias y tecnologías emergentes y, en muy poco tiempo, han ido copando ciertos mercados. Citando de nuevo a Ricardo Malhado, son capaces de llegar más veces y de un modo más personalizado a los clientes; de vender experiencias, productos y servicios digitales; y de cambiar y escalar a una velocidad (todavía) inaccesible a la mayoría de las compañías que constituyen el tejido empresarial.

El cambio está en la historia. La novedad es la velicidad y la escala a la que ocurre

Uno de los aspectos clave para responder a este nuevo panorama llega a través de la agilidad y la flexibilidad, llega con todo aquello que ayude a la empresa a responder de forma dinámica a estos constantes cambios. Ahí ponemos el foco en la sección de A Fondo de este número; hablamos de cloud, de contenedores, de automatizar procesos e integrar inteligencia artificial, de infraestructuras capaces de soportar la actual (y la futura) demanda de capacidad de proceso y análisis en tiempo real…

Como muestra de este panorama cambiante, te invito a leer la entrevista que hemos mantenido con Niall Murphy, CEO y cofundador de EVRYTHNG, una plataforma que está proponiendo cambios muy importantes en ámbitos como la logística y el marketing, añadiendo una identidad digital —a través de IoT— a todo tipo de productos de consumo.