Como viene siendo habitual, a principios de año Samsung presentó una nueva familia de terminales, renovando su propuesta de alta gama. Entre estos nuevos buques insignia de la multinacional coreana se encuentra este Galaxy S20 5G, el dispositivo de entrada dentro de estos flagship, pero también el más compacto y ligero, y con soporte 5G como elemento diferencial.

Es el dispositivo de entrada, pero también el más compacto y ligero, y con soporte 5G como elemento diferencial

Teniendo en cuenta el grado de evolución actual de los smartphones, este Galaxy S20 5G se encuentra en la zona alta en cuanto a equipamiento y funcionalidades, aunque se entrega encapsulado en un smartphone de menores dimensiones y peso (tan solo 163 gramos). Integra una pantalla dinámica AMOLED de 6,2” que propone una excelente calidad de imagen (hasta 1200 lúmenes), capaz de trabajar a una resolución WQXGA+ (3200×1440) y, sobre todo, a una frecuencia de refresco de 120 Hz. Al activar este modo se mejorará de forma ostensible la fluidez en el manejo de los dispositivos, algo que se percibe especialmente a la hora de realizar scroll de pantalla o en aplicaciones que hacen un uso intensivo del apartado gráfico, como los juegos de última generación. Eso sí, también se traduce en un mayor consumo de batería y en la necesidad de reducir la resolución hasta 2400x1080p.

En cuanto a su diseñó, sigue la tónica elegante y simplista del resto de dispositivos, con un acabado en cristal y aluminio, y efecto de curvatura 4D tanto en la pantalla como en la cubierta posterior. Además, los bordes y el hueco de la cámara se han reducido mucho para conseguir un nivel de aprovechamiento diferencial y una experiencia más inmersiva. Lógicamente, hablamos también de un dispositivo resistente al agua (protección IP68).

Los bordes y el hueco de la cámara se han reducido mucho para conseguir un nivel de aprovechamiento diferencial y una experiencia más inmersiva

Aparte del tamaño, una de las diferencias más notables con sus “hermanos” mayores es el equipamiento en cuanto a captura de la imagen. En el caso del Galaxy S20 5G se ha optado por un sistema con triple cámara, que combina dos sensores de 12 MP y un teleobjetivo de 64 MP, además un zoom óptico híbrido 3x que puede llegar hasta 30x a través de la tecnología Super Resolution Zoom. Desde luego, los resultados que se consiguen no defraudan las expectativas. Su calidad es muy elevada en todo tipo de condiciones, consiguiendo capturas con un excelente nivel de luminosidad y un elevado realismo en los colores. A esto hay que sumar algunas funciones realmente interesantes, como los diez modos de grabación que aporta (desde modo noche hasta enfoque dinámico o cámara superlenta) o la grabación de vídeo en 8K.

Otros elementos que debemos destacar es su sensor delantero de 10 MP, más que correcto para el uso que se da a esta cámara, que además sirve de soporte para la tecnología de desbloqueo facial, que mejora en cuanto a prestaciones a las anteriores versiones. Lo mismo ocurre con el sensor de huellas, muy rápido y efectivo.

Es necesario desatacar también la incorporación de la capa de seguridad de la mano de Samsung Knox

Por último, además de su excelente nivel de equipamiento hardware, que garantiza un rendimiento muy fluido al ejecutar todo tipo de aplicaciones, es necesario desatacar también la incorporación de la capa de seguridad Samsung Knox (imprescindible para todo aquel que la prueba), o su equipamiento de sonido en estéreo con tecnología Dolby Atmos.

  • Pantalla de gran calidad, con resolución de 120 Hz.
  • Sistema de cámaras y zoom 3x.
  • El modo noche es mejorable.