Durante las jornadas del 15 al 17 de junio, el Bilbao Exhibition Center (BEC) fue la sede del congreso de innovación alimentaria Food 4 Future – Expo FoodTech 2021, un evento que ha dado cita a más de cinco mil profesionales de la industria para poner sobre la mesa los grandes retos del sector de la alimentación y las bebidas.
El agroalimentario es un sector resiliente que ha demostrado su gran fortaleza en 2020 a pesar del envite provocado por la pandemia. Una industria robusta que se está preguntando cómo abordar su transformación digital, aprovechando los avances tecnológicos para afrontar el gran desafío: alimentar a más consumidores y hacerlo de forma más saludable, segura y sostenible.
El gran desafío: alimentar a más consumidores y hacerlo de forma más saludable, segura y sostenible
En este punto aparecen las propuestas de las foodtech, iniciativas que aprovechan avances como el Internet de las Cosas (IoT), el big data o la inteligencia artificial (IA) para transformar el sector alimentario en todas sus etapas, desde los propios ingredientes hasta la forma en la que se distribuyen. Food For Future 2021 ha servido de altavoz a una nutrida selección de estas empresas, que aportan soluciones creativas a desafíos actuales como la escasez de recursos, los cambiantes patrones de consumo, los retos demográficos o las consecuencias del cambio climático.
Alimentación alternativa
Como no podía ser de otro modo, una de las líneas de debate se ha centrado en los propios alimentos, con el destacado protagonismo de las fuentes de proteína. Según la ONU, en 2050 la población mundial alcanzará los 9500 millones de habitantes, por lo que la demanda de este macronutriente aumentará exponencialmente. Como solución, las foodtech apuestan por fuentes alternativas como insectos, microalgas, fuentes vegetales o carne cultivada en laboratorio con el objetivo de minimizar el gasto energético que genera la industria cárnica. Se trata de alternativas viables, de fácil obtención y con buen perfil nutricional, pero que sitúan a la industria frente a un nuevo desafío: cómo convencer a los consumidores para afrontar el cambio.

Hasta ahora, el estatismo de las fábricas ha sido una de las rémoras de la producción de alimentos. Como alternativa, Food For Future nos acerca a un modelo de fábrica que permite optimizar la cadena de suministros situando la producción cerca de la materia prima y del consumidor. Esto permite aumentar su eficiencia a través de la robótica o la automatización de flujos de trabajo, y recopilar grandes volúmenes de datos que, una vez procesados, permiten resolver problemas y mejorar la toma de decisiones.
La fábrica del futuro
Una de las propuestas de esta edición de Food For Future 2021 que nos acerca a la fábrica del futuro es la de Blendhub con un modelo de producción multilocalizado donde el big data es uno de los principales ingredientes. La idea de Henrik Stamm Kristensen, CEO y Founder de Blendhub, es la fabricación de mezclas en polvo, que se pueden realizar en plantas de tamaño reducido que pueden instalarse en cualquier parte del mundo en tiempo récord, cerca de las materias primas y los consumidores finales. De este modo se garantiza la replicación de las fórmulas, el packaging y los procesos de calidad. Un modelo de infraestructura as a service que rebaja el coste del producto final entre un 20% y un 50%, reduce el transporte y optimiza la logística, con el consecuente descenso del impacto medioambiental.
Respecto a la incorporación de la robótica, los datos internos de Asociación Española de Robótica y Automatización, cotejados con los de la International Federation of Robotics (IFR), de la que AER es representante oficial en España, indican que esta carrera hacia la fábrica del futuro podría haber dado el pistoletazo de salida en nuestro país durante un 2020 marcado por la COVID-19: por vez primera, dos de cada diez robots fueron instalados en la industria de alimentación y de bebidas.
Esta carrera hacia la fábrica del futuro podría haber dado el pistoletazo de salida en nuestro país
Robots de servicio que, en lugar de ser una amenaza para los operarios, les ayudan a ser más eficientes, liberándolos de tareas repetitivas. Entornos colaborativos en los que, según la AER, una persona aporta “destreza, flexibilidad y la capacidad de resolver problemas” mientras que un robot ofrece “fuerza, resistencia y precisión en la realización de la tarea en cuestión”. Entre los retos están la viabilidad de fabricar y comercializar soluciones concretas, máquinas para automatizar tareas muy específicas propias del del sector agroalimentario o la necesidad de introducir flexibilidad en los procesos de automatización, de modo que los mismos operarios puedan realizar cambios sin necesidad de alterar todo el proceso.
Enfoques data-driven
Respecto a los datos y su creciente valor en el nuevo paradigma industrial, parece haber consenso: las empresas del sector deben seguir evolucionando hacia enfoques data-driven para ganar en productividad y eficiencia. Una visión que es aplicable a las diferentes áreas de la industria, como, por ejemplo, a las explotaciones agrícolas. Esta es la propuesta del smart farming, que busca la optimización de los procesos agroalimentarios en granjas inteligentes, donde la recopilación de grandes cantidades de datos, su análisis empleando técnicas de big data y la toma de decisiones con la información extraída guía todo el proceso productivo.
El volumen de datos producido por estas explotaciones y fábricas inteligentes se multiplica con un número creciente de sensores y dispositivos IoT, que también irá en aumento con la implantación definitiva del 5G. Esta escalada plantea retos en cuanto al procesamiento de los datos, que hasta ahora se producía en la nube, generando problemas de ancho de banda o de latencia. Problemas que la filosofía edge computing pretende solventar permitiendo que los datos se procesen en su propio origen —a nivel de máquina— o muy cerca de éste, aportando autonomía a los propios dispositivos. Una forma de integrar la tecnología de la información en la fábrica que, en esta edición de Food 4 Future, ha estado abanderada por Siemens y su plataforma de IIoT Industrial Edge.
Conectar con el consumidor
Por último, Food 4 Future también ha reflexionado sobre los canales de distribución y los nuevos patrones de compra de los consumidores. Un comercio digital que, acelerado por la pandemia, gana adeptos a un ritmo vertiginoso. Pero también hablamos de un consumidor más autónomo y difícil de fidelizar, que invierte más tiempo en descubrir nuevos productos y marcas por sí mismo. Un comercio electrónico en el que los marketplaces capaces de conectar al consumidor con el productor parecen el modelo a seguir, pero donde queda mucho trabajo para evitar los errores propios de la frágil experiencia de consumo digital y contribuir a vivencias más significativas.
Los marketplaces, capaces de conectar al consumidor con el productor, parecen el modelo a seguir
Esta es la propuesta del Adrian Cheok, profesor en iUniversity de Tokio, que lleva años trabajando en la digitalización de los sentidos: “Tenemos que seguir trabajando en el desarrollo de tecnología y dispositivos que sean capaces de crear una nueva forma de comunicación sensorial en el entorno digital, haciendo que podamos oler o enviar besos a través de dispositivos móviles”.