Ninguna entidad puede estar ajena a esta transformación digital
Licenciado en físicas, con especialidad en informática, por la Universidad Complutense de Madrid. Hace 17 años se incorporó a Compaq, que poco después se fusionó con Hewlett Packard y, desde entonces, ha trabajado en áreas relacionadas con sistemas y servicios para empresas. Durante los últimos años ha sido vicepresidente de las sedes empresariales que ahora constituyen el núcleo de la nueva Hewlett Packard Enterprise (HPE).
¿Cómo ha evolucionado HPE con respecto a la anterior situación?
El anuncio de la división de HP en dos compañías se realizó hace poco más de un año, y lo que era una estrategia y una promesa, se ha ido convirtiendo en realidad. El objetivo era incrementar el foco en las soluciones para la empresa y ese objetivo se ha ido realizando. Además, desde la creación de HPE hemos incorporado más de cien nuevos productos y versiones en estas áreas empresariales, lo que da un ejemplo de la innovación que estamos desarrollando.
Por otra parte, a nivel económico, nuestro compromiso era crecer en moneda local y los primeros resultados muestran incrementos en el entorno del 4%. Y en España vamos en sintonía con estos resultados mundiales. Esto demuestra que ese aumento de foco anunciado, junto con la fortaleza financiera, nos permite crecer en los diferentes mercados y en todos los países donde estamos operando.
Y esta es la gran apuesta de HPE: ser capaces de proporcionar las soluciones que acompañan a los clientes en esa transformación digital, tanto en el área de productos (hardware y software) como de servicios (tecnológicos, de procesos, financieros…).
Muchas organizaciones no están preparadas para la inmediatez del entorno digital
¿Hablas de más de cien productos nuevos?
Efectivamente, hablamos de un centenar de productos y versiones actualizadas en áreas como redes, almacenamiento, servidores, infraestructura, software, verticales… Hablamos de aplicar innovación en contextos como:
- Composable infrastructure, con soluciones como Synergy, que permite una escalabilidad sin límites y la puesta en producción de las nuevas —y las antiguas— aplicaciones en segundos.
- IoT, por ejemplo con servidores diseñados para captar y procesar los datos en el borde, no dentro del datacenter, ayudando a la gestión de esa ingente cantidad de información.
- Red, con estrategias como mobile first y las nuevas soluciones que permiten identificar a los usuarios en un entorno de seguridad, pero también abierto a redes de nueva generación.
- Soluciones de software como App Plus, que permite gestionar o medir la calidad y el impacto de las aplicaciones móviles en los usuarios.
- Podemos hablar de otras áreas, como los sistemas hiperconvergentes, el concepto de memoria persistente en los sistemas Proliant, las soluciones de orquestación y gestión de aplicaciones, específicas para telcos y muy asociadas a la propia red…
- Y, lo que es más importante, cada uno de estos anuncios viene asociado con las capacidades para ponerlo en producción, ya sea nosotros mismos o a través de partners.

¿Cuál es vuestra visión de esta transformación digital?
Para competir con garantías en la economía digital, o de las ideas, es necesario que se pongan en marcha (en las empresas tradicionales) o se refuercen (en las de nueva generación) los procesos de transformación. Ninguna entidad puede estar ajena. Ese es nuestro principal mensaje.
Una de las características de esta economía digital es la inmediatez y eso debe traducirse en la respuesta que se espera desde el punto de vista del área de TI, del centro de datos y de sus profesionales. Hoy, muchas de las infraestructuras instaladas no están preparadas para esa inmediatez qué exige el entorno digital. Hay que transformarse y ese proceso arranca desde el punto de vista de las aplicaciones, pero también desde la exigencia a los diferentes sistemas en un centro de datos o desde la visión y capacidad de las personas de los departamentos de IT o de los socios tecnológicos que les apoyan en su crecimiento, gestión de aplicaciones, arquitectura, etc.
En Hewlett Packard Enterprise definimos cuatro áreas de transformación, que son las que permiten a las empresas estar preparadas y tener éxito en la economía digital (ver cuadro).
¿Y todo esto ha calado ya en la empresa?
Sí. Estamos apreciando esa capacidad de inversión y esa inquietud. Quizá, dependiendo del área de transformación, haya sectores más proclives que otros, pero yo diría que todas están asumiendo el reto de la transformación.
Por ejemplo, en la Administración pública hay un especial interés en la seguridad o la gestión de datos. El entorno de telecomunicaciones está muy interesado en la virtualización de las funciones de red, un elemento sin el cual sería inviable proporcionar los servicios que van a ser necesarios en la transferencia de datos para una sociedad digital.
Si miramos las entidades financieras, para tratar de competir con esos posibles nuevos jugadores está tomando mucha relevancia la obtención del valor de los datos y su generación en tiempo real. En retail se observan aplicaciones muy asociadas a proporcionar experiencias —en el dispositivo móvil o en el punto de venta— diferentes a las actuales.
En Reimagine 2016 habéis incidido en la “economía de las ideas”. ¿En qué se basa?
Es un concepto asociado a la sociedad o economía digital, un contexto en el que nunca antes había sido tan fácil qué una idea pueda contar con todos los recursos —tecnológicos o financieros— necesarios para poder ser una realidad.
Eso motiva a los emprendedores, pero también a las empresas tradicionales líderes en su sector, que también necesitan competir. Y para competir deben estar preparadas. Ahora es más fácil que nunca tener una idea interesante, ponerla en producción desde cualquier lugar y empezar a obtener resultados en todo el mundo.
En Reimagine 2016 hemos puesto el foco en este concepto y en todas estas soluciones de transformación digital que están permitiendo todo esto. Este es nuestro gran evento anual y en él hemos mostrado todas estas soluciones de nueva generación a responsables de TI, pero también a todos aquellos profesionales que tienen influencia en la toma de decisiones.
¿Se está moviendo el foco desde TI a negocio?
No hay sociedad digital sin tecnología de la información evolucionada. Por tanto, en la medida en que todas las empresas, de cualquier sector, están observando cómo competir mejor en la economía digital es necesario que la tecnología esté asociada a ese nivel de requisitos de negocio.
Es evidente que los responsables del departamento de TI están cambiando su rol en muchas empresas. Además de mantener las aplicaciones que hacen “funcionar” a la empresa, también se convierten en dinamizadores que hacen posible que algunas aplicaciones que requiere el negocio estén disponibles, sean desarrolladas o incorporen esa capacidad o ese nuevo servicio. Ese vínculo de tecnología y negocio es inherente a todos estos nuevos desarrollos.
Esta evolución hacia la sociedad digital requiere que los departamentos de TI hagan lo que hasta ahora han estado haciendo —es decir, la nómina, los recursos humanos o el portal de Internet—, pero, al mismo tiempo, tienen que colaborar e innovar en nuevas aplicaciones asociadas al negocio, que permitan el retorno que requiere el sector en el que trabajen.
Hay que hacer esas dos cosas. Lo segundo no elimina lo primero, ni lo va a eliminar a corto plazo. Lo que sí dicen los analistas es que, en un plazo de siete u ocho años, incluso en los sectores más tradicionales, más de la mitad del negocio estará asociado a los entornos digitales. Y hay sectores en los que esto se está acelerando.
Observamos capacidad de inversión e inquietud hacia la transformación digital
¿Hay un gap entre lo que demanda el negocio y lo que está ofreciendo TI?
Aquellas empresas, y departamentos de TI que han empezado antes en la transformación digital no tienen esos gaps. Esto se puede apreciar en la posición que ocupan los responsables de tecnología, que normalmente adoptan también el rol de responsables de innovación y reportan al consejero delegado.
En cualquier caso, en esos momentos la tecnología ha ido evolucionando mucho. El gap, de existir, es menor y la respuesta desde TI tiene un carácter mucho más inmediato. Evidentemente, si se ha empezado más tarde en la transformación, el área de TI normalmente estará más alejada de los procesos de decisión de una entidad y ese gap se pueda apreciar como mayor.
Y en eso también hay diferentes velocidades. Hay casos identificados en los que la tecnología es el dinamizador. Es decir, la pregunta sobre qué más podemos hacer para acelerar las ventas se le hace al director comercial y al de negocio, pero también al de tecnología. A todos por igual.
TI debe estar en el comité de dirección, de lo contrario, a esa entidad le costará más transformarse y estar preparada para sacar éxito de la economía digital. No hay ninguna duda.
¿Qué papel representan las personas en este nuevo escenario?
Aparte de tecnología, ayudamos a las empresas en ámbitos como la externalización, tanto de procesos como de operación, pero también en la gestión de las nuevas aplicaciones, sistemas y desarrollos, y de la nueva forma de actuar.
En estos procesos, la gestión del cambio es muy importante. Nuestros consultores, y el departamento de formación, pueden colaborar mano a mano con los profesionales de la empresa durante un período determinado, apoyándoles a la hora de habilitar las nuevas funciones. Lógicamente, solo en aquellas empresas que lo deseen. Hay organizaciones en las que los profesionales están perfectamente capacitados y esa evolución ya la desarrollan ellos mismos.
Y no solo hablamos de los profesionales del área de TI, sino también desde el punto de vista de usuario final. Normalmente este tipo de procesos llevan asociadas iniciativas de automatización mediante las que se consigue una respuesta más ágil, lo que deriva en que el usuario también está viviendo esa transformación. Se encuentra en un entorno aplicativo que desconoce y una respuesta proactiva, inmediata y de bajo coste le permite evolucionar más rápido.

¿Y cuál es el retorno real de todo esto?
Sin dar nombres, podría poner el ejemplo de una empresa en el sector asegurador, en la que estamos gestionando su nube híbrida. Esto les está reportando una mejora real en el rendimiento de sus aplicaciones, sin incrementar sus costes operativos.
En cuanto a la gestión de los datos, empresas también del sector financiero están investigando información de diferentes áreas, incluidas redes sociales y entornos donde los datos son públicos y abiertos, para relacionarla con sus ofertas de servicios. Por ejemplo, esto les permite detectar en una red social que hay un individuo qué necesita o demanda un servicio. Y cuando llama al call center, antes de que el usuario describa su inquietud, el operador ya sabe qué ofrecerle.
En lo relativo a la seguridad, tenemos experiencias en casi todos los segmentos. Empresas de todo tipo están utilizando nuestros servicios de seguridad externalizados, que detectan vulnerabilidades y, nos permiten, al mismo tiempo, asegurar simultáneamente a todo el conjunto de clientes.
Y en cuanto al puesto de usuario, puedo comentar el proyecto de la Real Academia de San Fernando (Madrid) en lo relativo al acceso y visita del museo. En el momento en que uno entra, se le detecta a través de su dispositivo móvil y, según sus gustos o el tiempo del que dispone, se le hace una oferta personalizada para informarle sobre qué áreas qué áreas puede recorrer y dónde puede detenerse, dándole, además, información “en vivo” sobre un determinado objeto artístico que esté observando.
Y en la Administración pública también estamos detectando grandes inquietudes. Aunque con capacidad de inversión limitada, hay ejemplos muy claros de proyectos que se están haciendo muy bien. El resultado de los procesos que la Administración ha puesto en marcha, han supuesto un tremendo retorno para el ciudadano. Esto lo podemos ver en áreas como el Ministerio de Economía y Hacienda, en algunas comunidades autónomas, en procesos relacionados con la seguridad…
Mi sugerencia, o mi petición, es que las empresas y la administración sigan apostando por los proyectos de transformación digital.