La asistencia sanitaria, junto con las demás industrias, ha sido testigo de que la transformación digital evoluciona conceptualmente desde un término genérico hasta un paradigma moderno establecido. Cada vez más, los responsables del cuidado de la salud están reconociendo las profundas cualidades del viaje digital y el potencial impacto en sus organizaciones, partes interesadas, escenarios y, más importante aún, competidores.

Cuando nos referimos a la transformación digital, hablamos del proceso continuo por el que las organizaciones implementan cambios disruptivos en su estructura para unificar de forma natural el componente digital y el físico. De esta forma, mejoran la experiencia de cliente, los resultados operativos y la eficiencia de todos los departamentos de la organización.

Según datos de IDC, el gasto mundial en transformación digital (DX) en todas las industrias crecerá un 17,9% hasta 2021, alcanzando más de 2,1 mil millones de dólares. Esta tendencia está configurando un paisaje global con las nuevas tecnologías, los agentes y organizaciones que configuran los diferentes ecosistemas, así como las nuevas formas de hacer negocio.

En el ámbito de las organizaciones sanitarias, para llevar a cabo este proceso de transformación digital, es necesario que cambien previamente las métricas de negocio, incorporando el componente digital, y que adapten la estructura de la organización y las relaciones con los diferentes agentes y stakeholders a este nuevo escenario digital, con un nuevo foco en capacidades digitales necesarias para el viaje. Por último, es importante adaptar la arquitectura de TI de la organización hacia una plataforma de transformación digital, que configura un núcleo inteligente con capacidades analíticas avanzadas, inteligencia artificial (IA) y capacidades cognitivas que permitan obtener el mayor valor del activo de las organizaciones en el siglo xxi: el dato.

De hecho, desde IDC vemos que, en el año 2020, el 50% del gasto de TI empresarial estará asociado a datos. Aquellas organizaciones que no hayan adaptado sus procesos y servicios a este escenario digital van por un espacio cada vez menor de mercado; estimamos que para el año 2020 el 40% del PIB europeo estará digitalizado.

Desbloquear el poder de los datos
sanitarios para poder desarrollar
la experiencia del paciente

RGDP en sanidad

La reciente entrada en vigor de la nueva ley de protección de datos ha venido a incidir en la necesidad de garantizar la seguridad de los datos y de los dispositivos en este ámbito. La transformación digital de la asistencia sanitaria, así como la creciente adopción de nuevas tecnologías que permiten explotar los datos sanitarios (cloud, IoT y big data), está provocando la necesidad de alinear las diferentes infraestructuras tecnológicas (control sobre sistemas legacy, appificación etc.); pero también la de desbloquear el poder de los datos sanitarios para poder desarrollar nuevos circuitos y procesos de cuidado integrado, mejorar la calidad, eficiencia y productividad, y desarrollar la experiencia del paciente.

Pero, para ello, las prioridades de los principales proveedores de servicios sanitarios están asociadas a garantizar la seguridad de los dispositivos móviles, asegurar el cumplimiento normativo del RGPD, evitar la pérdida de datos y dotar de soluciones para prevenir las filtraciones. Desde IDC vemos que en el año 2021 la inversión en seguridad en Europa será de 345 millones de euros.

El dato en el sector sanitario

Las organizaciones y los líderes sanitarios se enfrentan ahora a presiones crecientes que impulsan la necesidad de priorizar la transformación digital. La situación actual del sector obliga a ser más eficientes y a buscar nuevos flujos de ingresos a medida que los modelos de reembolso convencionales favorecen el cambio de volumen a programas basados en valores. Estos programas tienen como objetivo mejorar la atención de las personas y la salud de las poblaciones, así como el reducir los costos. Esta evolución requiere un acceso más rápido y conveniente a la información clínica, financiera y operativa, ya digitalizada.

Además, el personal clínico que envejece con la escasez resultante del personal, nos lleva hacia la necesidad de buscar nuevos modelos de entrega de servicios y ofertas de productos, impulsados por capacidades digitales. Por ello, es fundamental ser capaz de monetizar el activo más importante de las organizaciones en la era digital: el dato.

Los aceleradores de tercera
plataforma allanan el camino
para transformar la información

Cuatro pilares

Para afrontar el proceso de transformación digital en el sector sanitario es necesario trabajar de manera coordinada cuatro elementos clave: liderazgo, omniexperiencia, arquitectura de información y modelo operativo.

Cada elemento forma una medida de transformación relativa para un aspecto específico de la funcionalidad y el rendimiento del negocio en los respectivos dominios de sus líderes organizacionales. Solo de esta forma una organización tendrá las garantías suficientes para afrontar el viaje digital y convertirse en nativa digital.

1. Liderazgo digital. La ejecución de una visión DX permite a la organización transformar digitalmente sus productos, servicios y experiencias. Las principales responsabilidades de los líderes en la realización de DX son formar parte de la estrategia de la empresa; facilitar la comunicación entre las funciones empresariales y tecnológicas con información agregada entre departamentos, unidades de negocio y geografías; por último, hacer de DX un objetivo de los esfuerzos de mejora continua.

2. Omniexperiencia. Mezclar experiencias digitales y físicas interactivas permite mejorar la atracción y el crecimiento de la lealtad. El elemento omniexperience de DX describe un enfoque de ecosistema omnipresente y multidimensional, que amplifica continuamente la excelencia en las experiencias de productos y servicios. Según datos de la encuesta de IDC Health Insights, la omniexperiencia ayuda a los proveedores sanitarios, mejorando la ventaja competitiva y la cuota de mercado, aumentando la percepción de una empresa avanzada, disminuyendo el coste y mejorando los tiempos de respuesta. En relación con el ciudadano, se consigue una mejor atención y un aumento de productividad de los trabajadores sanitarios.

3. Arquitectura de información. El uso de datos ayudará a crear nuevos flujos de valor digital y una experiencia de usuario que cambia las expectativas del mercado. Este enfoque se centra en extraer y desarrollar el valor y la utilidad de la información relativa a usuarios, pacientes y clientes, mercados, transacciones, servicios, productos, activos y experiencias.

Los aceleradores de tercera plataforma —como son cloud, la informática cognitiva y la IA— están allanando el camino para transformar la información. Estas tecnologías permiten sacar partido de los datos e implementar técnicas y algoritmos de aprendizaje en máquinas (machine learning) de forma que sea posible aprovechar mejor la información y prestar más y mejores servicios a los ciudadanos.

Esto requerirá transformaciones considerables en infraestructura y procesos; transformaciones que permitan un acceso más generalizado a los datos (por ejemplo, a través de cloud computing o del intercambio de información sanitaria), así como la interoperabilidad.

4. Transformación del modelo de operación. La capacidad de hacer que las operaciones sean más sensibles y eficaces permite aprovechar productos, servicios, activos y personas conectados digitalmente.

Los casos de uso emergente en la asistencia sanitaria alrededor de la robótica hospitalaria, la cirugía asistida por robótica y el rastreo de activos, con mucho, están avanzando en el modelo operativo.